España es móvil

¿Quién nos lo iba a decir? ¿Quién iba a pensar que España podría ser uno de los abanderados en la adopción de una nueva tecnología? Así es, España se ha convertido en uno de los países con mayor penetración de la telefonía móvil. Por ser más concretos, la penetración de ésta en nuestro país alcanza el 102,9%. No podíamos tener una penetración normal. No. En este país o nos situamos por debajo de la media –lo habitual– o rompemos las estadísticas. Somos así. Pero está bien, ya que indica que estamos ante un hecho inesperado para la mayoría. De aquí podríamos llegar a pensar que dado que España se sitúa en unas posiciones nada positivas en lo que a adopción de las nuevas tecnologías se refiere –exceptuamos la tecnología móvil– los responsables siguen siendo todos los que conforman este mercado de las TIC con sus responsables políticos al frente ya que han sido incapaces no sólo de prever la explosión del móvil –que se puede justificar– sino que siguen sin lanzar un mensaje claro de la necesidad de invertir en tecnología. Para esto, lo primero que tendríamos que tener son unos gestores a nivel político que hagan frente a la patente debilidad tecnológica de España. Un país que invierte en TIC un 1,7% del PIB, mientras que el nivel medio de inversión de los países de la UE se sitúa en un 3,03%. Por todo esto, se puede decir que España se sitúa en posiciones de liderazgo por primera vez en un área tecnológica –telefonía móvil– gracias al sentido común de la sociedad y la neutral postura de nuestros gestores, pues estoy casi segura que si hubieran sido capaces de prever el potencial de esta tecnología la habrían incluido con letras de oro en sus múltiples planes de desarrollo de la SI. Y así, seguro, que la realidad de la telefonía móvil sería otra. No sé si mejor o peor, pero más fija, seguro.