Entornos corporativos: la modernización no es sólo tecnológica

Los analistas denuncian conservadurismo en los DSI

Con la llegada del 1 de enero del 2000, dentro de menos de cuatro años, y los rápidos cambios en el sector de las Tecnologías de la Información, las empresas están ahora más que nunca utilizando las tecnologías, soluciones y arquitecturas avanzadas como una parte importante de su estrategia global para el próximo milenio.

Consultoras como Andersen Consulting afirman ya que la causa de problemas como el efecto 2000 no está sólo en la necesidad de ahorrar espacio o pulsaciones de teclas. La verdadera razón, según los expertos, es el hecho de que no se había previsto que las aplicaciones y los sistemas iban a durar tanto tiempo. Con este punto de partida, los programadores crearon nueva codificación para atender a los nuevos requerimientos comerciales, en lugar de sustituirla.

Sin ir más lejos aún existen sistemas, por ejemplo en departamentos de producción, que fueron fabricados con unas expectativas de vida de no más de cinco a diez años, y cuya duración a la postre se ha multiplicado -en algunos casos hasta por seis- la esperanza de vida de estos aparatos.

La premisa básica es, pues, que seleccionar la aplicación y la base tecnológica correctas, y gestionar los sistemas para alcanzar una ventaja competitiva, son de importancia crítica para el éxito en la próxima década.

Asimismo, y como parece lógico las compañías desean aprovechar rápidamente lo que aparece en el mercado, en un intento por no perder ventaja frente a los competidores, pero, precisamente, al aumentar las presiones competitivas, buscan cada vez más tecnologías avanzadas para diferenciarse en el mercado y mejorar la eficiencia organizacional. Esta es la gran batalla que se está llevando a cabo en este sector del mercado, no sólo en España sino también en el resto de países.

Pero la gran duda que surge en el análisis de toda esta problemática es cómo puede una empresa prepararse verdaderamente para un futuro incierto. La respuesta es verdaderamente arriesgada y además es difícil generalizar.

Los analistas del mercado afirman, basándose en sus investigaciones, que el primer paso para cualquier empresa consiste en establecer las reglas y directrices bajo las que deberá actuar, así como la forma en que deberá desenvolverse con la tecnología.

En este sentido, no es aconsejable que la forma de actuación se base en conocer qué tecnologías hay que buscar, ni cómo deberá abordarse la tecnología, sino que todos los datos indican que el mejor movimiento deberá consistir más bien en preguntarse cuál será la política tecnológica.

Por su parte, otras consultoras, como es el caso del Gartner Group, establecen reglas o directrices que consideran necesarias para actuar. El Gartner en concreto identifica siete objetivos fundamentales. Para los expertos de esta consultora, estos objetivos deberán estar en la vanguardia de la iniciativa de estrategia tecnológica de toda empresa.

En primer lugar, un acceso ubicuo y generalizado ; los usuarios han de poder acceder a los recursos de proceso desde cualquier lugar y en cualquier momento.

Como segundo punto, la transparencia de localización. Los datos, los recursos de proceso, los ficheros y los mensajes serán invocados automáticamente, cualquiera que sea el lugar en el que estén localizados físicamente.

También habrá que tener en cuenta los interfaces de usuario naturales. Deberán conseguirse unos interfaces de base más cognitiva, utilizando una comunicación más natural, como la entrada de voz y los gestos.

Asimismo, habrá que considerar la asistencia inteligente. Para ayudar a las personas a "trabajar más inteligentemente", se utilizará una cantidad creciente de sistemas con base de conocimientos dentro de las aplicaciones, para ayudar a los usuarios a realizar tareas que pueden ir desde las más corrientes a las más complejas.

Otro de los puntos que destaca el Gartner Group son las comunicaciones humanas de múltiples modos. Las tecnologías de la información para mejorar las comunicaciones permitirán múltiples modalidades.

También hay que tener en cuenta lo que se denomina modularidad cambiable. En este sentido, las arquitecturas de éxito permitirán el crecimiento y el cambio mediante el despliegue de sistemas modulares basados en tecnologías de orientación a objetos que sean fáciles y económicas de modificar.

Por último, no hay que olvidar la gestión de la complejidad. Al ofrecer las estructuras tecnológicas unos niveles cada vez mayores de abstracción y de innovación, los futuros sistemas de Tecnologías de Información podrán afrontar problemas cada vez más complejos mediante soluciones de fácil uso.

Estos siete objetivos descritos anteriormente están basados en demandas de los usuarios respecto al futuro de las TI. En el futuro será mucho más importante la demanda de flexibilidad por parte de los usuarios.

Según diversos consultores, las cinco áreas tecnológicas que ejercerán un mayor impacto sobre una amplia variedad de sectores durante los próximos tres a cinco años son las tecnologías de inteligencia artificial, las tecnologías de interfaces de usuario, las diseñadas para el trabajo en grupo, las redes multimedia y las infraestructuras de desarrollo de aplicaciones. Por otra parte hay que tener en cuenta algunas de las principales tecnologías específicas entre las que se encuentran la red Internet, los sistemas de orientación a objetos, el proceso en paralelo, los agentes inteligentes y los sistemas basados en conocimientos.

Puntos fundamentales para un entorno corporativo

- Acceso ubicuo y generalizado a la información

- Transparencia de localización

- Interfaces de usuario naturales

- Asistencia inteligente

- Comunicaciones humanas de múltiples modos

- Modularidad cambiable adaptable a cambios

- Gestión de problemas complejos mediante soluciones de fácil uso

(Fuente: Gartner Group)

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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