En España el comercio electrónico generó 11.951 millones de pesetas en 1999
Estas cifras suponen un incremento del 351% con respecto a las alcanzadas en 1998, y son mucho más elevadas que las optimistas previsiones que se lanzaron para ese período. Sobre las previsiones, teniendo en cuenta el vertiginoso ritmo con el que aumenta este mercado, se espera que supere los 336.114 millones de pesetas en el año 2002. Hecho que será posible, según comentaba el presidente de la AECE, Fernando Pardo “por un incremento del número de compradores y vendedores y por una reincidencia en los compradores”.
Como en años anteriores, los productos más comprados son los libros, con un 35,2%, seguidos de la música con un 35,1%. Destaca por otro lado la subida de productos relacionados con la electrónica el tercer puesto con un 31,3%, y la reserva de viajes con un 26,3%.
Por otro lado, se deduce que los 744.000 compradores internautas recurren a esta vía por cuestiones de comodidad (42,5%), precio (18,6%) y rapidez (13%), aunque despunta que serán la comodidad, calidad y variedad de la oferta los principales estímulos para recurrir al comercio electrónico.
En cuanto al nivel de presencia de empresas en Internet, se ha pasado de un 16% en 1998, a un 32,4% en 1999, de las cuales más del 10% realizan ventas a través de la red, mientras que casi el 22% restante se resiste. Haciendo Balance, Fernando Pardo destaca que las empresas están cumpliendo su promesa de situarse en Internet, y, “aunque la mayoría lo hace por temas de publicidad o por ofrecer información de sus productos, en un futuro muy cercano lo harán para vender fundamentalmente”.
En cuanto a los sistemas de pago, las tarjetas de crédito se utilizan en un 70% de los casos, por lo que parece que se está eliminando una de las principales barreras para la proliferación del comercio electrónico. El estudio muestra que se está disipando el temor a que circulen los datos de las tarjetas de crédito por la red, ya que empresas y particulares están comprobando que las plataformas de pago españolas transmiten datos cifrados y son seguras.