Empresas punto.crash
En España, en relación con compañías de Internet, hemos contemplado casos de compras espectaculares por parte de compañías multinacionales -con enriquecimientos personales verdaderamente notables- y la consiguiente corriente de creaciones de empresas que no querían perder el tren de rápidas y desmesuradas ganancias de dinero. El momento era extraordinariamente propicio. Las compañías de capital riesgo, así como otras entidades inversoras, parecían tan extraordinariamente cautivadas con el vertiginoso despegue del nuevo tipo de negocio que no se mostraban especialmente resistentes ante audaces, imaginativos, emprendedores, y convincentes directivos que solicitaban ayuda económica para poner en marcha una punto.com. Además, con pequeña plantilla y un márketing bien orquestado, se podían hacer milagros e incluso salir a Bolsa. Lástima, para algunas de las empresas de nuestro entorno, que la serie de quiebras que se están produciendo entre las punto.com, pueda influir en los planes de expansión que se habían previsto.
La competencia, y el propio mercado, tienen lógicamente que imponer sus leyes, y sólo las más fuertes, con financiación asegurada, podrán seguir adelante con excelentes expectativas de negocio. Siempre y cuando puedan disponer de una oferta diferenciada de las demás, con rapidez en el servicio y, por supuesto, garantizando el mayor grado posible de seguridad en la red. El gran reto.