El vídeo bajo demanda abre nuevos retos a la formación
Fácil acceso y personalización, claves de su avance
Un estudio realizado por la Fundación Sloan pone de manifiesto como la industria de contenidos educativos bajo demanda se encuentra en pleno período de expansión. En nuestro país, si bien el nivel de utilización se encuentra todavía en un estado incipiente, lo cierto es que “la enseñanza privada ya está empezando a estudiar la posibilidad de utilizar vídeo bajo demanda (VoD) como soporte complementario para la formación, utilizando sistemas cerrados”, indica Alberto Villar. Esta tecnología permite “una interacción en doble sentido entre usuarios y emisores ya que el visualizado de los contenidos lo decide el usuario así como la personalización de los mismos”, dice.
Desarrollo previo en otros escenarios
Para que exista una verdadera explosión del VoD en la enseñanza es necesario que se produzca un despliegue previo en ámbitos como son el hogar o los hoteles. En este último es donde “está más avanzada la implementación de los servicios de VoD, ya que existe un proyecto para que los ejecutivos que viajan con frecuencia y que se albergan en hoteles de una misma cadena puedan acceder a sus cursos de formación corporativos a través del servicio de televisión del hotel”, indica Villar. De esta forma, la utilización de vídeo bajo demanda evitará al usuario tener que desplazarse a una academia o sentarse delante de un ordenador y “con el mismo relax que se contempla una película poder acceder a un curso de inglés o a la clase de matemáticas, interactuando con los contenidos cuando lo necesite y repasando cuando lo crea necesario”. Otra ventaja del VoD, indica Villar, “es que no requiere de un equipamiento específico (ordenador, red ADSL, vídeo) para poder acceder a los cursos”.
Actualmente, en Europa ya existen algunas iniciativas para la implantación del Vídeo bajo Demanda como herramienta complementaria de la enseñanza. La RAI italiana ha puesto en marcha un proyecto en Italia para suministrar a los profesores materiales audiovisuales que puedan complementar los contenidos de los libros de texto. Próximamente, el Ministerio de Educación italiano en colaboración con la RAI instalará antenas parabólicas y decodificadores en 5.000 colegios italianos.