El valor de la infraestructura de TI
Un 41% de los gastos TI está asociados a la infraestructura y mantenimiento
Explicar qué es lo que está obteniendo la empresa es una de las tareas más importantes de un director de información. La infraestructura TI puede abarcar muchas cosas, incluyendo el centro de proceso de datos, impresoras, cableado de red o servidores. Estas cosas son la “espina dorsal” de cualquier compañía. Los siguientes son algunos de los datos de uso rápido que pueden emplearse para realizar un benchmark de los gastos en infraestructura. Por término medio, un 41% de los gastos TI está asociado a la infraestructura y al personal necesario para mantenerla en funcionamiento. El hecho de que una compañía media gaste en torno a un 3,8% de sus ingresos en TI en 2004, significa que una compañía normal gasta un 1,6% de sus ingresos en infraestructura TI.
Según cada empresa
Algunas compañías se diferencian competitivamente en base al coste, otras por el servicio y la calidad del servicio, y otras por su capacidad de abordar una amplia variedad de situaciones y un rápido crecimiento. Cualquier discusión sobre el valor de la infraestructura e incluso sobre su medición sólo podrá realizarse en el contexto de los objetivos, estrategias y resultados comerciales. Pero hay algunas vías comunes para categorizar los tipos de valor que ofrece la infraestructura.
En primer lugar, el valor económico es la medida en que la infraestructura contribuye a la rentabilidad del negocio. Esta categoría se deriva de la estructura de costes subyacente de la infraestructura en apoyo de los ingresos, rentabilidad, rendimiento financiero, nivel de servicio y otros requerimientos del negocio. Esta área es objeto actualmente de gran atención, especialmente en lo que respecta al equilibrio entre costes fijos y variables y a la reducción de costes mediante outsourcing y utility computing. Una infraestructura con una estructura de costes que permita a una empresa reducir rápidamente costes TI durante una recesión y ofrezca economías de escala cuando aumenta el volumen de negocio es un activo importante. Así, una compañía con 50.000 empleados que, como consecuencia de condiciones económicas difíciles, decide suprimir 5.000 puestos de directivos de nivel medio. Si la organización TI adquiriera sus recursos de PC y portátiles en base a un valor fijo por una cantidad fija de años, la organización continuaría soportando la carga del coste del equipo y de los servicios correspondientes mucho después de que aquellas personas hubieran abandonado la empresa.
En segundo lugar se encuentra el valor de la arquitectura de sistemas, que se deriva de las capacidades de la infraestructura para atender a las necesidades del negocio hoy y en el futuro, y depende de características de la infraestructura como el rendimiento operacional, interoperabilidad, portabilidad, escalabilidad, resiliencia, recuperabilidad, seguridad, cambio futuro y compatibilidad. Este aspecto del valor de la infraestructura es muy evidente hoy en las áreas de la seguridad y la privacidad. Invertir en la arquitectura de la infraestructura para reducir el riesgo de ataques de virus o robo de datos ofrece un enorme valor a la empresa.
Mientras que el valor de la arquitectura está asociado a las capacidades de infraestructura, en el caso del valor operacional se trata enteramente de suministrar las capacidades previstas. Es el rendimiento real suministrado por la infraestructura para atender a los requerimientos de proceso comercial, como la capacidad de cumplir con los acuerdos de nivel de servicio y con los requerimientos de seguridad, integridad y resiliencia del entorno operacional.
Finalmente, el valor regulatorio y de cumplimiento. ¿Cumple la infraestructura con los requerimientos en cuanto a control, seguridad e integridad en la forma que demandan un organismo oficial o un cliente? Sin este tipo de valor, una empresa podría encontrarse fuera de negocio.
Medición
El valor económico es posiblemente el más tangible de los activos. Es necesario en primer lugar observar el negocio y cómo éste se mide a sí mismo. Por ejemplo, una línea aérea podría utilizar los ingresos por milla de pasajeros (la cantidad total de pasajeros multiplicada por la cantidad total de millas de vuelo de la compañía durante un año) y los beneficios por milla de pasajeros como valores o “métricas” clave, además del cambio año-a-año de ambas métricas. El paso siguiente es utilizar esas mismas mediciones como marco o “framework” para considerar aspectos económicos de la infraestructura. Así, en el caso de la línea aérea, ¿cuál es el coste de la infraestructura por milla de pasajero? ¿cómo impactaría un cambio en el coste de infraestructura sobre la rentabilidad? Una vez que pudiera expresarse el coste de la infraestructura como mediciones de output reales, podrían realizarse benchmark y comparar a la compañía con sus competidores.
Además, puede compararse el ratio de cambio en los ingresos con el cambio en el coste de infraestructura, anual. Esto representaría la agilidad económica de la infraestructura. Supóngase por ejemplo que los ingresos de la compañía aumentaron un 40% desde al año pasado, y que el coste de la infraestructura aumentó en un 20% en el mismo período. El ratio es de 2 a 1, e indica que el coste de la infraestructura está aumentando sólo a razón de la mitad de la tasa del aumento de los ingresos. Recíprocamente, si los ingresos disminuyeran un 20% y los costes TI bajaran sólo un 10%, ello sugeriría que la empresa no puede reducir los gastos en infraestructura TI con la misma rapidez que disminuyen los ingresos, lo cual haría que los costes TI aparecieran como un porcentaje mayor de los ingresos para la empresa lo que no sería bueno en estos tiempos económicos difíciles.
Para el valor de la arquitectura se utiliza un método de evaluación subjetiva. Para cada área de la empresa, se crea una lista de los requerimientos del negocio en términos de estructura de costes, escalabilidad, disponibilidad, entre otros. Después se cuantifica en qué medida la infraestructura atiende bien a esas necesidades y a las necesidades estratégicas.
En el área del valor operacional, se mide el coste que suponen para las empresas los fallos o la “no disponibilidad” de los sistemas que necesita para funcionar. Así, ¿cuál es el coste de un fallo importante del centro de proceso de datos o de la red en términos de pérdida de productividad del staff, ventas perdidas o incluso las deserciones potenciales de clientes que experimentan muchas empresas cuando los sitios web de e-commerce quedan off-line? Deberán tomarse en consideración también circunstancias que no sean tan catastróficas como los fallos totales, como por ejemplo, ¿cuál es el impacto del no cumplimiento