El tiempo de los DSI
Los suministradores de nuestro sector consideran que los Directores de Sistemas de Información (DSI) rechazan frecuentemente los intentos de acercamiento que se les hacen para presentarles las últimas novedades tecnológicas. En una superficial consideración del tema -haciendo abstracción de las consecuencias que podrían derivarse si el comportamiento se hace habitual- es evidente que a ambos colectivos les sobran argumentos para defender sus aptitudes. La mayoría de los DSI alegará que, de adoptar una política de puertas abiertas y no poner traba alguna, todas sus horas de jornada laboral, y más que necesitarían, las tendrían que dedicar a atender a la legión de comerciales que les solicitan entrevista para informarles en primicia de sus bazas innovadoras en el terreno tecnológico. Los vendedores aducirán que, como mensajeros de las bondades de sus respectivas compañías, están obligados a tenerles puntual y correctamente informados de los avances y vicisitudes del sector que podrían influir positivamente en sus sistemas de información. Unos y otros se aferran a dispares puntos de vista para exponer criterios que justifiquen sus respectivos comportamientos. A cualquier DSI le conviene estar bien informado de cuantas tendencias, paquetes de soluciones y herramientas configuran en cada periodo de tiempo la situación vanguardista de nuestro sector. Pero este ineludible planteamiento para mejor desarrollar sus obligaciones profesionales, no debe invadir sus áreas de trabajo y perturbar la necesaria concentración en momentos claves, ni interferir demasiado en el número y frecuencia de las reuniones con sus colaboradores. Es preciso, por lo tanto, racionalizar el cómo, cuándo, y por qué de la aceptación de visitas de representantes de las compañías proveedoras, pero nunca renunciar a la posibilidad de un diálogo que puede rendir excelentes resultados. Por muy refractarios que sean los DSI a prodigar las anotaciones de compromisos de entrevistas con empresas suministradoras en sus agendas, el sentido práctico aconseja que deben buscar fórmulas idóneas para poder recibir información detallada en momentos oportunos, que ayuden a preparar y concretar la toma de decisiones. Para llevarlo a la práctica tendrán que hilvanar un proceso de selección que permita delimitar a tres o cuatro el número máximo de empresas a recibir. Para empezar, deben contemplarse sólo aquellas solicitudes protagonizadas por directores generales; ninguno de éstos se atrevería a perder credibilidad y prestigio con asuntos intranscendentes. A continuación, debe requerirse documentación sobre la solución o tecnología ofrecida. Seguidamente conviene solicitar una relación de referencias donde ya esté instalada y, una vez hechas las comprobaciones pertinentes, proceder a una fase de pruebas para evaluar eficacia y rentabilidad. Con la ayuda de sus colaboradores, los DSI no deben renunciar a evidencias que ayuden a mejorar su gestión.
