El Servicio Navarro de Salud trabaja para hacer realidad la receta electrónica

La receta electrónica es ya una realidad en algunas zonas de Navarra. Gracias al proyecto de sistema de receta electrónica, denominado LAMIA, más de 11.000 ciudadanos de la región ya disfrutan de este servicio electrónico.



Desde septiembre de 2008, un equipo de personas del Departamento de Salud de Navarra, de la Dirección General de Modernización y Administración Electrónica y del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Navarra han estado trabajando en el desarrollo y pruebas de la receta electrónica, así como en su integración con las historias clínicas electrónicas que se utilizan en el SNS-O y con los diferentes tipos de software de gestión de oficina de farmacia. Dada la complejidad del proyecto, se ha decidido abordar por fases, siendo la primera de ellas el pilotaje propuesto en la Zona Básica de Salud de Mendillorri. “Esta zona cuenta con 2 centros sanitarios públicos (en los que trabajan 19 médicos de Atención Primaria) y 20 oficinas de farmacia que atienden a una población aproximada de 20.000 personas”, apunta Cristina Agudo, jefa del Servicio de Prestaciones Farmacéuticas del Servicio Navarro de Salud-Osasunbidea.

Actualmente, ya están incorporados al sistema 11.270 ciudadanos, a los que se les han generado prescripciones crónicas y agudas contra las que se han producido 50.303 dispensaciones electrónicas y, según Agudo, “el proyecto está funcionando como estaba previsto, aunque todavía está en fase de evaluación en base a encuestas a todos los actores implicados en el proyecto. Pero, a la espera del informe definitivo, la impresión que tenemos es buena”.

Un total de ocho empresas se presentaron al concurso y la adjudicataria fue la UTE (Unión Temporal de Empresas), formada por iSOFT, que ya tiene experiencia en otros proyectos de receta electrónica como el de Baleares; e IECISA.

Gracias al proyecto, en el que según José Manuel Vázquez, subdirector de Gestión Económica y Desarrollo Organizativo del Servicio Navarro de Salud, “desde el inicio, en septiembre de 2008, se han invertido 575.000 euros aproximadamente”, ya ha empezado a funcionar, tanto en el consultorio como en las farmacias de Mutilva, el sistema de receta electrónica (LAMIA) que a lo largo del mes de junio se irá extendiendo a Mendillorri y Sarriguren. LAMIA es un sistema de alta disponibilidad basado en estándares del mercado que está integrado con la Historia Clínica Informatizada y con el Software de Oficina de Farmacia. Este sistema permite a los diversos actores del sistema disponer de la información en tiempo real. Además, LAMIA es un sistema abierto, diseñado para interoperar con los actuales y futuros sistemas, como será la integración en un futuro de la receta electrónica en el resto del territorio del Estado, permitiendo recoger medicación prescrita en Navarra en cualquier farmacia española. 



Funcionamiento

El mecanismo de funcionamiento de LAMIA es muy sencillo. El médico prescribe los medicamentos que tiene que tomar un paciente en el nuevo sistema de receta electrónica, mientras, al paciente le entregan una hoja de instrucciones con todos los medicamentos que le han prescrito, posología y duración del tratamiento, y en la oficina de farmacia le entregarán la medicación prescrita accediendo al sistema a través de su TIS (Tarjeta Individual Sanitaria). Tanto las prescripciones realizadas por los médicos, como las dispensaciones realizadas por los farmacéuticos quedan registradas en la base de datos central de prescripciones, a la que acceden, mediante comunicación segura, todos los actores participantes en el proceso.

De acuerdo con Agudo, dos han sido los retos principales a los que se han enfrentado: “el cambio cultural que supone para todos los implicados el pasar de un sistema en papel a un sistema electrónico y, no menos importante, la complejidad de poner de acuerdo a un gran número de agentes participantes en ocasiones con intereses contrapuestos”. Y es que, en un proyecto de este tipo, “no es tan importante que se implante de una forma muy rápida como que se haga de forma consensuada con los ciudadanos y todos los profesionales implicados”.


Beneficios

La receta electrónica aporta beneficios a todos los actores del proceso alrededor del medicamento. A los pacientes crónicos, por ejemplo, les optimiza las visitas a los centros sanitarios (evitando que tengan que ir solo a retirar recetas). Además, se aumenta la calidad y seguridad en la prescripción/dispensación, se agiliza el trámite del visado, evitándose la intervención del paciente, y se aumenta el tiempo de atención clínica dedicado por el médico. En cuanto a los facultativos médicos y enfermeras, se disminuye el trabajo burocrático en las consultas y pueden acceder a información unificada de la farmacoterapia que lleva el paciente. Además, les aporta más tiempo para la práctica clínica y un mejor seguimiento de la prescripción.

Por su parte, los farmacéuticos consiguen una colaboración más fácil con el equipo de salud en planes de atención farmacéutica, realizando tareas de educación sanitaria y seguimiento farmacoterapéutico, mientras que la Administración obtiene más facilidades a la hora de gestionar la Prestación Farmacéutica, permitiendo el control desde el momento de la prescripción y el conocimiento en tiempo real de las prescripciones/dispensaciones realizadas.

Pero, llegados a este punto, ¿cuál es el siguiente paso? Según Vázquez, “una vez realizada la evaluación del piloto se verá si es necesario introducir mejoras previas al despliegue, y se comenzará con el mismo en 2011. Aunque es obvio que la actual coyuntura económica puede ralentizar dicho despliegue”.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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