El robo y la pérdida del dispositivo siguen siendo las principales amenazas para los usuarios de smartphones
El auge sin precedentes de los dispositivos móviles y smartphones está provocando nuevas situaciones nunca antes vistas en materia de seguridad, con desafíos mayúsculos para usuarios, administradores de TI y empresas. Por ello se hace necesario cuantificar y analizar la evolución de estas amenazas con el fin de minimizar el impacto que puedan tener en el entorno laboral o en la vida particular de los ciudadanos.
En este sentido, el Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (Inteco) ha hecho público el estudio sobre seguridad en dispositivos móviles y smartphones, correspondiente a al segundo cuatrimestre de 2011 y que supone la séptima oleada desde que comenzara a editarse este informe en 2008. Un estudio que resalta este cambio de paradigma, con un 65% de los usuarios que ya utiliza su smartphone para acceder al correo electrónico, descargar aplicaciones o usar servicios de geolocalización, conductas especialmente generalizadas entre adolescentes y jóvenes.
Y es que los smartphones o teléfonos inteligentes son terminales más potentes y permiten una navegación más cómoda que un teléfono móvil convencional. Esto, sumado a unas tarifas de datos asequibles, hace que los usuarios accedan a servicios de correo, descargas de aplicaciones o utilicen la geolocalización. Los rangos mayoritarios de edades que más utilizan estos tres servicios se ubican entre los 15 y los 35 años. Puede deducirse que son los jóvenes los que deberían encontrarse más concienciados con la seguridad, ya que, son precisamente este tipo de prestaciones las que en mayor medida exponen el terminal a los riesgos de Internet.
De hecho, y al igual que ocurre con los equipos tradicionales, ejecutar o utilizar programas que provienen de fuentes dudosas puede suponer un riesgo de seguridad; en este sentido, y como buen hábito de seguridad, un 91,2% de los usuarios de smartphones que se descargan aplicaciones en su terminal lo hace desde los repositorios oficiales.
Medidas de protección
El informe hecho público por el Inteco revela además que se ha generalizado el empleo de código PIN (86,9%) para la protección del dispositivo móvil. Asimismo, también se han extendido otras medidas preventivas como realizar copias de seguridad y sistemas extra de contraseña, como los populares códigos tras la inactividad o el desbloqueo por patrones popularizado por Android, aspectos que llevan a cabo entre un 30,8% y un 15,6% de los usuarios, respectivamente.
En cuanto a anotar el número de IMEI (International Mobile Equipment Identifier), ésta sigue siendo una de las opciones de seguridad menos empleada por los usuarios españoles. Y es que pese a que esta funcionalidad permite identificar el terminal móvil y su desactivación remota o identificación en caso de robo o pérdida, tan sólo un 28,5% de los usuarios que disponen de teléfono móvil lo tienen anotado.
Principales amenazas
Las incidencias relacionadas directamente con los nuevos entornos digitales y la conexión de datos están muy lejos de convertirse en las principales amenazas para los usuarios de smartphone. Y es que pese a la preocupante trayectoria y evolución que reflejan numerosos estudios, tan sólo un 2,9% de los encuestados declara haber sufrido una infección por código malicioso en su teléfono en el segundo cuatrimestre de 2011. El Inteco se muestra de hecho, sorprendido por una tasa tan baja de ataques de este tipo, más teniendo en cuenta datos como los ofrecidos por un reciente informe de Kaspersky Lab que señalaba que el malware para sistemas operativos móviles ha crecido un 640% en 2011.
Por otra parte, un escaso 6,6% declara haber sufrido fraude a través del terminal móvil. Sin embargo, 1 de cada 5 panelistas declara haber extraviado el terminal (19,4%) y un 14,8% haber padecido un robo del mismo. Es decir, las problemáticas tradicionales se han trasladado también a los nuevos dispositivos inteligentes y mantienen su hegemonía pese a la aparición de nuevas amenazas.
El estudio del Inteco, del cual se han extraído todas estas conclusiones, se ha llevado a cabo mediante un panel online dedicado compuesto por hogares con conexión a Internet repartidos por todo el territorio nacional.
