El presupuesto y las prioridades de negocio marcan al CIO del S.XXI
Hacer más con menos es el gran reto de los directores de sistemas
Si hay una palabra, además de tecnología, unida intrínsecamente a la responsabilidad de los directores de Sistemas y Tecnología de cualquier compañía esa es presupuesto y, evidentemente, prioridades. Así, hacer más con menos se ha convertido en la consigna del siglo XXI en muchos ámbitos y, en el caso que nos ocupa, en la responsabilidad del CIO. Sin embargo, invertir menos no tiene por qué ir unido a gastar menos, sino a efectuarlo mejor, y ese es el gran reto al que se enfrentan estos responsables en su quehacer diario.
Según datos de una encuesta realizada por IDC a los directores TIC de grandes compañías españolas, la visión de negocio e innovación quedaba lejos de las prioridades de negocio de este departamento debido, obviamente, a problemas de gestión presupuestaria. En este sentido, el gasto anual de esta área se dedicaba en un 70% a infraestructura, en un 30% a mantenimiento de aplicaciones y sólo un escaso 10% redundaba en nuevos proyectos, con el matiz de convertirse en la primera partida que se recortaba en momentos críticos en pro de las anteriores. El resultado de todo ello es que, a medio plazo, la productividad, competitividad y seguridad del negocio pueden tener graves secuelas.
Conciencia de negocio
Pese a todo y tras años de contención presupuestaria, la tendencia tiende paulatinamente a la expansión presupuestaria y, principalmente, a nuevos proyectos. El estudio realizado hace sólo unos meses por IDC para Getronics Iberia señala que las empresas españolas comienzan a equilibrar el presupuesto interno y el externo en cuanto a tecnología se refiere, si bien éste dependerá de los resultados coste-beneficio en la viabilidad de los proyectos que se emprendan, lo que implica una mayor visión estratégica del negocio a corto plazo.
La implantación de nuevas aplicaciones que alineen negocio y tecnología para mejorar la productividad forman parte de este plan estratégico, para lo cual los CIO suelen contar con el apoyo de asesores externos en un 98% de los casos. A este objetivo se une la reducción de costes (30%) y el aumento de ingresos (15%) como principales prioridades.
Acciones como la migración hacia nuevas plataformas de software y hardware, el outsourcing de actividades TI no estratégicas y la retención de profesionales especializados en este departamento quedan algo más relegadas frente a las anteriormente expuestas. Esta tendencia hacia la inversión queda patente en los resultados obtenidos en el informe de Getronics, donde los directores TIC encuestados aseguran que en el presente ejercicio han disminuido los recursos comprometidos o fijos (40%) a favor de liberarlo en nuevos proyectos y en la necesidad de actualizar (60%), aunque esta evolución se verá tangiblemente reflejada en el año 2006.
Factores determinantes
El cambio de orientación de las empresas hacia al cliente o la denominada empresa extendida, con una preocupación por mejorar la calidad de sus servicios y estrechar su relación con ellos, unido a la necesidad de profesionales que aporten un perfil híbrido entre negocio y tecnología y en el que papel del CIO toma una responsabilidad más relevante e influyente en la actividad de la organización son algunos de los factores que determinan este cambio de tendencia en la inversión en TI.
Los factores que determinan la inversión en tecnología en las empresas españolas analizadas en dicho informe son el retorno de la inversión (32%), la necesidad de actualizar la infraestructura (28%) y el aumento de beneficios (19%), para lo cual se emplean medidas como el análisis coste/beneficio del proyecto y la planificación de escenarios.
Pero ¿qué dicen los propios CIOs?
Los propios directores de tecnología aseguran que la alineación que se está produciendo en los últimos tiempos entre tecnología y negocio es cada vez más evidente. Según José Carlos Marco, director de sistemas de Securitas Direct, “la clave para el CIO es buscar soluciones que mejoren los procesos de negocio de la empresa. Eso sí, no hay que pensar que la tecnología es magia, como se creía en los años pasados, sino que es una herramienta que ayuda a competir mejor en los negocios. Eso sí, cada proyecto debe tener medido perfectamente el retorno de inversión y los ahorros que puede suponer para la compañía”.
Por su parte, Antonio Novo, director de sistemas de La Bella Easo asegura que la prioridad para gestionar un proyecto y destinar una inversión determinada es tener una visión más estratégica que técnica: “En nuestro caso hemos optado por las soluciones que nos permitían crecer, y éstas siempre no son las más baratas. Para nosotros la adopción e inversión en las tecnologías no es cuestión de moda, sino una prioridad para el negocio y una necesidad si queremos responder más rápido que nuestra competencia a las demandas de los clientes”. Además, para éste es clave que la tecnología y el negocio formen parte de un mismo binomio. “Como CIO quiero soluciones que me den tranquilidad”.
Eso sí, ambos coinciden en que esta visión del CIO como un profesional clave para aumentar a través de la tecnología la competitividad y optimizar la gestión empresarial sigue siendo muchas veces una ilusión, más que una realidad. “La valoración del CIO y del departamento de sistemas como una línea fundamental de la compañía para mejorar su negocio depende totalmente del tipo de empresa de la que estemos hablando –asegura Marco–. En nuestro caso, al ser una empresa dedicada al sector de la seguridad, la tecnología sí es muy valorada no sólo de cara a la gestión interna de la compañía, sino como desarrollo del negocio. De todas formas, a la empresa española en general le cuesta ver los resultados de la tecnología. Esto es así debido a la falta de experiencia en esta materia o por haber sufrido una experiencia negativa relacionada con la inversión en tecnología en el pasado”.
Novo, por su parte, asegura que lo que es fundamental para un CIO y su equipo es contar con la confianza plena del equipo directivo. “En nuestra compañía, dado que no existía un departamento de sistemas como tal y se tuvo que crear desde cero, se ha notado mucho el cambio en los últimos años y ahora se nos tiene mucho más en cuenta, aunque aún hay que evolucionar para dejar de ser un departamento lateral y que los directivos vean las TI como un elemento estratégico para el negocio”.
Finalmente, en cuanto al outsourcing, Marco lo tiene claro: “Es positivo externalizar determinadas áreas, como la gestión de infraestructuras y de soporte, basado en tecnologías muy estándares, y aspectos que afectan poco al negocio de la compañía. Sin embargo, es conveniente que el CIO y el departamento de informática siga controlando todo lo que se refiere a la gestión de proyectos y actividades que impactan enormemente en el negocio”.
Según datos de una encuesta realizada por IDC a los directores TIC de grandes compañías españolas, la visión de negocio e innovación quedaba lejos de las prioridades de negocio de este departamento debido, obviamente, a problemas de gestión presupuestaria. En este sentido, el gasto anual de esta área se dedicaba en un 70% a infraestructura, en un 30% a mantenimiento de aplicaciones y sólo un escaso 10% redundaba en nuevos proyectos, con el matiz de convertirse en la primera partida que se recortaba en momentos críticos en pro de las anteriores. El resultado de todo ello es que, a medio plazo, la productividad, competitividad y seguridad del negocio pueden tener graves secuelas.
Conciencia de negocio
Pese a todo y tras años de contención presupuestaria, la tendencia tiende paulatinamente a la expansión presupuestaria y, principalmente, a nuevos proyectos. El estudio realizado hace sólo unos meses por IDC para Getronics Iberia señala que las empresas españolas comienzan a equilibrar el presupuesto interno y el externo en cuanto a tecnología se refiere, si bien éste dependerá de los resultados coste-beneficio en la viabilidad de los proyectos que se emprendan, lo que implica una mayor visión estratégica del negocio a corto plazo.
La implantación de nuevas aplicaciones que alineen negocio y tecnología para mejorar la productividad forman parte de este plan estratégico, para lo cual los CIO suelen contar con el apoyo de asesores externos en un 98% de los casos. A este objetivo se une la reducción de costes (30%) y el aumento de ingresos (15%) como principales prioridades.
Acciones como la migración hacia nuevas plataformas de software y hardware, el outsourcing de actividades TI no estratégicas y la retención de profesionales especializados en este departamento quedan algo más relegadas frente a las anteriormente expuestas. Esta tendencia hacia la inversión queda patente en los resultados obtenidos en el informe de Getronics, donde los directores TIC encuestados aseguran que en el presente ejercicio han disminuido los recursos comprometidos o fijos (40%) a favor de liberarlo en nuevos proyectos y en la necesidad de actualizar (60%), aunque esta evolución se verá tangiblemente reflejada en el año 2006.
Factores determinantes
El cambio de orientación de las empresas hacia al cliente o la denominada empresa extendida, con una preocupación por mejorar la calidad de sus servicios y estrechar su relación con ellos, unido a la necesidad de profesionales que aporten un perfil híbrido entre negocio y tecnología y en el que papel del CIO toma una responsabilidad más relevante e influyente en la actividad de la organización son algunos de los factores que determinan este cambio de tendencia en la inversión en TI.
Los factores que determinan la inversión en tecnología en las empresas españolas analizadas en dicho informe son el retorno de la inversión (32%), la necesidad de actualizar la infraestructura (28%) y el aumento de beneficios (19%), para lo cual se emplean medidas como el análisis coste/beneficio del proyecto y la planificación de escenarios.
Pero ¿qué dicen los propios CIOs?
Los propios directores de tecnología aseguran que la alineación que se está produciendo en los últimos tiempos entre tecnología y negocio es cada vez más evidente. Según José Carlos Marco, director de sistemas de Securitas Direct, “la clave para el CIO es buscar soluciones que mejoren los procesos de negocio de la empresa. Eso sí, no hay que pensar que la tecnología es magia, como se creía en los años pasados, sino que es una herramienta que ayuda a competir mejor en los negocios. Eso sí, cada proyecto debe tener medido perfectamente el retorno de inversión y los ahorros que puede suponer para la compañía”.
Por su parte, Antonio Novo, director de sistemas de La Bella Easo asegura que la prioridad para gestionar un proyecto y destinar una inversión determinada es tener una visión más estratégica que técnica: “En nuestro caso hemos optado por las soluciones que nos permitían crecer, y éstas siempre no son las más baratas. Para nosotros la adopción e inversión en las tecnologías no es cuestión de moda, sino una prioridad para el negocio y una necesidad si queremos responder más rápido que nuestra competencia a las demandas de los clientes”. Además, para éste es clave que la tecnología y el negocio formen parte de un mismo binomio. “Como CIO quiero soluciones que me den tranquilidad”.
Eso sí, ambos coinciden en que esta visión del CIO como un profesional clave para aumentar a través de la tecnología la competitividad y optimizar la gestión empresarial sigue siendo muchas veces una ilusión, más que una realidad. “La valoración del CIO y del departamento de sistemas como una línea fundamental de la compañía para mejorar su negocio depende totalmente del tipo de empresa de la que estemos hablando –asegura Marco–. En nuestro caso, al ser una empresa dedicada al sector de la seguridad, la tecnología sí es muy valorada no sólo de cara a la gestión interna de la compañía, sino como desarrollo del negocio. De todas formas, a la empresa española en general le cuesta ver los resultados de la tecnología. Esto es así debido a la falta de experiencia en esta materia o por haber sufrido una experiencia negativa relacionada con la inversión en tecnología en el pasado”.
Novo, por su parte, asegura que lo que es fundamental para un CIO y su equipo es contar con la confianza plena del equipo directivo. “En nuestra compañía, dado que no existía un departamento de sistemas como tal y se tuvo que crear desde cero, se ha notado mucho el cambio en los últimos años y ahora se nos tiene mucho más en cuenta, aunque aún hay que evolucionar para dejar de ser un departamento lateral y que los directivos vean las TI como un elemento estratégico para el negocio”.
Finalmente, en cuanto al outsourcing, Marco lo tiene claro: “Es positivo externalizar determinadas áreas, como la gestión de infraestructuras y de soporte, basado en tecnologías muy estándares, y aspectos que afectan poco al negocio de la compañía. Sin embargo, es conveniente que el CIO y el departamento de informática siga controlando todo lo que se refiere a la gestión de proyectos y actividades que impactan enormemente en el negocio”.
