El Nuevo Modelo Japonés

La imagen del Japón ante el mundo y ante sí mismo es la de una nación que cambia lentamente, ligada a sus tradiciones. La situación de las Tecnologías de la Información en el mundo de los negocios coincide con esa imagen. Sin embargo, esta percepción no es enteramente exacta. En su larga historia, el Japón ha experimentado cortos períodos de cambio turbulento, como la reindustrialización después de la segunda Guerra Mundial y el salto hacia el liderazgo mundial en electrónica de consumo durante los años 70 y 80.

Ahora el país se prepara para otro período de rápido cambio, promovido por las Tecnologías de la Información y dirigido por dos revoluciones: la desregulación del comercio minorista del país y el envejecimiento de la fuerza laboral.

La desregulación está creando una clase de compañías emprendedoras que están haciendo aumentar las expectativas en cuanto a un mayor valor y un mejor servicio al cliente. Si se cumplen estas expectativas, será posible disponer de la energía creativa necesaria para reconstruir la ineficiente cadena de distribución del Japón. Las empresas japonesas desarrollarán estándares a nivel sectorial para compartir información, redes entre múltiples compañías y suministro de información en tiempo real para los empleados de primera línea.

El envejecimiento de la fuerza laboral japonesa puede significar el final de su sistema de empleo asegurado de por vida. Para una gran parte del Japón empresarial, el costo de mantener un exceso de directores de mediana edad significa la diferencia entre el éxito y el fracaso. Tareas como la recogida y el análisis de datos y la coordinación y comunicación internas serán sustituidas por tecnología o realizadas por empleados apoyados por Tecnologías de la Información.

Como consecuencia, está surgiendo un nuevo modelo o paradigma económico que sustituye la máquina por el organismo. Antes, se asumía que las empresas poseían una predictibilidad similar a la de las máquinas, en base a un mercado de masas estandarizado. Este supuesto hacía posible la acumulación y el análisis centralizado de la información y la instalación de procedimientos estandarizados. Este modelo condujo al Japón al superestrellato, pero dejó un legado poco deseable: departamentos de planificación estratégica con mucho poder, procedimientos operativos rígidos, costes elevados y escasa respuesta por parte de los clientes.

Ahora, utilizando el organismo humano como modelo, se promoverá y se fomentará la variación, la adaptabilidad, la unicidad y la inpredictibilidad. La capacidad y rapidez de respuesta y la flexibilidad se convertirán en ventajas competitivas, las iniciativas locales serán recompensadas, y la coordinación y comunicación tendrán lugar de manera directa. Las Tecnologías de la Información ofrecerán el sistema nervioso necesario para este nuevo organismo aplicado al mundo comercial.

Naturalmente, estos cambios traerán consigo importantes alteraciones. En lugar de estar protegida por una burocracia y controlada de acuerdo con la antigüedad de las personas, la información se hará fluida y ubicua. Esto dará una mayor autoridad a aquellos empleados que estén en estrecho contacto con los clientes.

Los Estados Unidos han necesitado varias décadas para realizar estos cambios. Sin embargo, los japoneses tienen ventajas que les ayudan a moverse con mayor rapidez. El énfasis japonés en la rapidez, calidad y trabajo en equipo, junto a su tendencia a adoptar una visión holística y a largo plazo de la actividad comercial, actuará en su favor.

Belden Menkus

CSC Index, Inc., Tokyo

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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