El mundo de los ERPs

En la actualidad, la competencia mundial es un hecho al que nada ni nadie puede escapar. Hoy en día, para ser una empresa solvente y competitiva, se necesita de la integración de los departamentos de la misma con el fin de mejorar la comunicación y evitar problemas que hagan quedar mal a la empresa. A través de los años, se ha desarrollado software cuyo propósito es precisamente éste: el ayudar a las empresas a ser mejores en todos los aspectos posibles, teniendo como base, la integración de los departamentos. Este tipo de software es el ERP (implantación de recursos para las empresas).
Pero, ¿qué es en sí un ERP? La respuesta es simple: un ERP es un sistema que pretende integrar a todos los departamentos de una empresa (finanzas, recursos humanos, producción, etc.) en un solo sistema, el cual responde a las necesidades de todos los departamentos que trabajan en él. Cabe mencionar que cada departamento tendrá su propio sistema informático. El trabajo del ERP es combinarlos de manera tal que sea más sencillo para todos los departamentos compartir información entre ellos.
Un beneficio tangible que tienen los ERP, es el reducir lo máximo posible el tiempo de respuesta entre el “cliente” que realiza un pedido y el “servidor” que le hace entrega al cliente el servicio requerido. Aunque puede sonar simple, el lograr esto con los métodos tradicionales en los que se lleva a cabo el “rastreo” de un producto o servicio pedido, se puede decir, es un desastre. Por el contrario, al tener todos los departamentos integrados en un sistema, el pedido debe fluir a través de la organización.
Pero como sabemos, todo en esta vida tiene sus ventajas y desventajas, y lamentablemente, los ERP no son una excepción, sobre todo si se tiene en cuenta su coste o la probabilidad de su éxito-fracaso. El coste total de adquisición del permiso de ERP incluye el hardware, software, servicios profesionales y el coste de personal. Según Meta Group, el precio promedio de una implantación es de 15 millones de dólares, siendo 300 millones la más cara y 400.000 dólares la más barata. Pero, además, existen otros costes que van saliendo poco a poco. Algunos de ellos pueden ser de formación, de integración entre paquetes de los ERP o con el sistema de producción, conversión de datos que salen del ERP, análisis de dichos datos y consultores que ayuden a la mejor implementación de los sistemas, entre otros. Por ello, es necesario no esperar un beneficio inmediato ya que se obtiene (aproximadamente 1,6 millones de dólares anuales en ahorros, según Meta Group) pero normalmente no se percibe hasta 31 meses después de empezar a introducirlo a la compañía, por lo que debemos ser pacientes.
Aún así, solamente el 25% de las empresas que desean implementar en su sistema de trabajo un ERP, tiene éxito. Éstas son empresas en las que precisamente, la fuerza trabajadora ve el cambio como una oportunidad de mejora.

Ayme Castro, Ingeniera Industrial y de Sistemas

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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