El MIT asegura que el retorno de la inversión en informática supera el 50 %, de acuerdo con un estudio que se publicará a finales de año.
De acuerdo con las conclusiones de un reciente estudio elaborado por el Massachusetts Institute for Technology (MIT), las principales corporaciones mundiales muestran una media de retorno de la inversión en Tecnologías de la Información, del 54 por ciento. Este dato contradice las teorías que aseguran la escasa rentabilidad de las inversiones en informática y su bajo índice de retorno, y evidencia que en las empresas analizadas, ha desaparecido la paradoja de la productividad. El estudio, que se presentará a finales de año en el curso de la Conferencia Internacional sobre Sistemas Informáticos, ha sido realizado por el Centro para la Coordinación Cientifica del Sloan School of Management del MIT, y viene a reabrir un viejo debate sobre la productividad informática.
Este debate enfrenta a los que opinan que el incremento de la productividad generado por la inversión en TI no es significativo, y los que aseguran lo contrario. En este sentido, el estudio destaca que la principal razón por la que la inversión en tecnología no ha supuesto un incremento de la productividad es porque ésta no se ha gestionado adecuadamente. Por el contrario, en los últimos años se ha detectado un incremento de la productividad, asociado a una mejor gestión de los recursos informáticos.
Los expertos que han analizado el estudio, han señalado que el trabajo del MIT arroja una nueva perspectiva sobre la inversión informática aunque han afirmado que se trata de una visión limitada de un problema muy complejo. El informe recoge datos de inversión en TI de 400 de las 500 empresas de la lista Fortune, entre 1987 y 1991. Se trata, principalmente, de grandes corporaciones con informática centralizada, por lo que no se contempla el impacto -importantísimo en los últimos años- que sobre las organizaciones han tenido los sistemas distribuidos.
Utilizando modelos estadísticos y técnicas de análisis regresivo, el estudio ha aislado el gasto informático del resto de las inversiones. Manteniendo éstas constantes a lo largo del período analizado, los investigadores del MIT han detectado que al variar el gasto en informática, varían también los ingresos en el mismo sentido. Así, cuando la inversión ha aumentado, lo han hecho también los ingresos.