El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes renueva sus comunicaciones
Conecta sus tres grandes redes a traves de un anillo
La Subdirección General de Tratamiento de la Información del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte es uno de los organismos pioneros dentro de la administración, junto con los de Hacienda y Seguridad Social. Inicio sus actividades hace unos treinta años, en una época en la que debían gestionar cientos de miles de profesionales. En sus instalaciones se iniciaron los cursos para la obtención del título Universitario de Informática.
La progresiva transferencias de competencias a las Comunidades Autónomas de las materias de Educación ha limitado las funciones de este organismo que actualmente se centra en prestar servicio a docentes de Ceuta, Melilla, y los centros españoles que se encuentran en el extranjero. En total se atiende de modo directo a unos 2.000 profesores, además de un gran número de profesores de religión en vías de transferencia. También atiende las necesidades informáticas de aproximadamente 3.500 funcionarios propios del ministerio
El Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, surge de la unión de estas tres Secretarías de Estado. Su estructura es un reflejo de la herencia de las tres áreas y se traduce en 16 edificios administrativos en Madrid, dos en provincias; 16 museos de gestión directa, de ellos 8 en Madrid; y 11 archivos de los cuales 9 están en provincias. En total, se trata de 45 edificios repartidos por toda la geografía nacional, de los que 26 se encuentran en la capital.
La inexistencia de un edificio capaz de albergar todos los profesionales y recursos en un solo edificio, les lleva, según Tomás López Bartolomé, subdirector general de Tratamiento de la Información del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, “a disponer de una importante red de comunicaciones capaz de atender a todos los centros”.
En esa configuración pueden distinguirse tres grandes edificios: el de Alcalá 34 (centro del ministerio de Educación), el de Plaza del Cristo Rey 1 (del Ministerio de Cultura), y el de la calle Vitruvio, donde se encuentra la mayor parte de la Subdirección que dirige López Bartolomé.
En la Subdirección General de Tratamiento de la Información, dependiente del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, la recesión económica no ha trascendido a las inversiones que anualmente se destinan a Tecnologías de la Información, cuyo nivel, en cifras absolutas, se han mantenido como en años anteriores. Para compras, la Subdirección cuenta con 4 millones de euros, mientras la partida destinada a mantenimiento se sitúa en 3,2 millones. Unas cifras que López Bartolomé considera aceptables, centrando sus quejas en la escasez de personal.
“En informática la edad es un hándicap. En este centro la edad media es de 48 años, muy próxima a la de la Administración en general, pero en informática es excesiva. Formamos al personal en nuevas tecnologías. Por ejemplo, ahora estamos centrándonos en Java como lenguaje para Internet, pero es muy difícil que un profesional que ya ha sufrido muchas transformaciones, siga adaptándose sin ningún tipo de problema, de ahí la reticencia inicial que muestran a los cambios”.
La consecuencia de esta problemática que plantea el subdirector general de Tratamiento de la Información del ministerio, es la carencia de profesionales de peso que lideren proyectos de gran calado, lo que obliga a “una subcontratación excesiva que hace que los proyectos se dilaten en el tiempo, además de la pérdida de control del mismo”, sostiene Tomás López.
Infraestructura tecnológica
En la configuración de las comunicaciones del ministerio destacan tres redes importantes, asociadas a los edificios centrales anteriormente mencionados: Alcalá 34 con más de 1.000 puestos, Plaza del Cristo Rey (más de 800 puestos), y Vitruvio 4, que con más de 100 profesionales, se constituye como centro neurálgico y punto de salida a Internet. De cada uno de estos edificios irradian gran cantidad de conexiones que comunican otros edificios con tecnología diversa: RDSI, punto a punto, Frame Relay, etc.
Al margen de éstas, existen las redes de los organismos autónomos, como las de la Biblioteca Nacional o el Paseo del Prado. Cada edificio dispone de una red de área local con un cableado estructurado recientemente implantado.
Hasta hace un año, la electrónica de red era de Intel, pero la decisión de la compañía de descontinuarla, lleva a esta subdirección a pensar en alternativas, decidiéndose finalmente por Enterasys y equipamiento de Cisco, tecnologías que configuran la estructura física de la red.
“Elegimos la tecnología de Intel (comprada a Case Technology) en el año 93 porque era técnicamente muy avanzada para aquellas fechas, y nos permitía, entre otras facilidades, la multisesión. Podíamos tener cuatro sesiones abiertas simultáneamente, una con protocolo OSI, otra con IP, otra con SNA, ...”. Por aquél entonces, el panorama era muy variopinto: entorno IBM con SNA (equipos 4381 y AS/400), Unix con IP, Novell con IPX, y había que atenderlo todo.
Al descontinuar la comercialización el organismo optó por cambiar de tecnología y se elegió Enterasys por tener su buena relación precio calidad.
El primer edificio con Enterasys se instaló a finales del 2000. “Estábamos cableando un edificio con Intel y al anunciarse la discontinuidad llegamos a un acuerdo con NCR, que nos hacía el proyecto, para que la sustituyese por Enterasys.
La administración de la red se lleva a cabo desde la propia subdirección general de Tratamiento de la Información, mientras el mantenimiento quedará en manos de NCR, que ha sido la empresa adjudicataria del concurso público convocado hace unos cinco meses.
Un gran eje de comunicaciones une las redes de Alcalá, Plaza del Rey y Vitruvio a través de la red estatal RICO, una de las primeras redes de fibra óptica que se tendieron en nuestro país y que une varios ministerios y centros oficiales.
Entre los proyectos futuros destaca la implantación de un anillo que una estos tres centros, por cuestiones de seguridad. A pesar de la variada y a la vez específica temática del ministerio, Educación, Cultura y Deportes, que en principio no presupone la necesidad de que las distintas subdirecciones de diferentes Secretarías de Estado estén comunicadas, no deje de tratarse de una institución que en su conjunto necesita de una cierta coordinación y comunicación con la Dirección. “Cuando nos enfrentamos a la caída de líneas, el funcionamiento de los edificio no se ve alterado pues resultan altamente autónomos y además disponemos de líneas RDSI de respaldo, pero surgen problemas con algunas utilidades como por ejemplo el correo. Lo racional es que todo esté unido por un anillo replicado, porque al final, las líneas de respaldo ofrecen un menor ancho de banda y sólo sirven para salir del paso”, comenta Tomás López.
Hacia un nuev