El mercado español, a la cabeza de Europa en el sector de la telefonía móvil

Al borde del año 2000, el mercado de servicios de comunicaciones y, en particular, el de la telefonía móvil, atraviesan una espectacular etapa de crecimiento a nivel mundial, hasta el punto de constituir uno de los principales motores de la industria. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio realizado por Andersen Consulting sobre el mercado de telefonía móvil en España y Europa. La transición hacia el mercado de consumo, el desarrollo de nuevas tecnologías, la liberalización del sector de las telecomunicaciones y las estrategias de las diferentes operadoras son factores clave en la explosión de este sector. En este marco, España se ha convertido en el mercado europeo más dinámico de telefonía móvil con una penetración actual de aproximadamente un 8% de la población.

A escala global, el negocio más importante dentro del sector de las comunicaciones móviles es la telefonía celular, aunque su nivel de penetración sea todavía bajo. No obstante, se espera que para el año 2000 alcance un 30% de media. Salta a la vista el enorme volumen del mercado estadounidense, al que siguen Japón y Alemania. Sin embargo, se ha demostrado que las tasas de crecimiento son mayores en los mercados emergentes destacando la rápida evolución experimentada por algunos países del sureste asiático.

La explosión del mercado de la telefonía móvil, -cuya corta historia ya aguarda una tercera generación de tecnologías-, se debe entre otros factores a su transición del ámbito profesional hacia un servicio más orientado al consumo. Se estima que para el próximo milenio, el 70% del total de usuarios de telefonía móvil serán particulares. Para los operadores, esta migración no va a resultar fácil ya que modifica los parámetros del negocio y les obliga a adaptar sus estrategias y procesos a los hábitos del nuevo segmento. Además, el desarrollo de este mercado amenaza con aumentar la morosidad en el sector. Ante tales riesgos, la reducción del coste de adquisición de cada cliente, la aproximación de los puntos de venta al usuario y la contratación de servicios de valor añadido con tarifas de consumo fijas, son las principales armas utilizadas por los proveedores.

Por otra parte, se están produciendo una serie de movimientos -cambios tecnológicos, internacionalización del uso y prestaciones del servicio o la competencia entre las operadoras por captar abonados- que desembocarán en cambios fundamentales en el negocio a corto-medio plazo.

Tercera generación

Si repasamos la corta historia de la telefonía móvil, advertimos que está sujeta a una evolución vertiginosa. En sus comienzos fueron las tecnologías analógicas las que impulsaron el desarrollo del mercado en su primera generación. Sin embargo, el espectacular crecimiento en fechas recientes ha tenido lugar en el contexto de la tecnología digital. Esta segunda generación, ofrece ventajas en cuanto a la calidad, la privacidad, la eficiencia, los valores añadidos y la significativa reducción de los costes. Además, la tecnología digital tiende cada vez más a ser soporte de otros muchos servicios relacionados con las comunicaciones móviles. Esto implica un factor de convergencia muy a tener en cuenta y que, en última instancia, persigue un ambicioso objetivo: alcanzar un Estándar Universal de Telecomunicaciones Móviles (UMTS).

Sin embargo, la explosión de la telefonía móvil en todo el mundo esta ocurriendo en un marco de competencia entre sistemas digitales incompatibles entre sí: el actual favorito GSM -el estándar con previsiones de implantación más prometedoras-, el norteamericano D-AMPS (Digital Advance Mobile Phone System) y el japonés PDC (Personal Digital Cellular). A esto hay que sumar la entrada en escena de otra alternativa: el CDMA (Code Division Multiple Access), que a pesar de estar todavía en la puerta de los laboratorios, promete incrementar la capacidad de transmisión y reducir radicalmente las interferencias, cortes y congestiones en las redes existentes. Frente a la ventaja de GSM de ser un sistema evolutivo, la opción CDMA ha sido probada en sistemas de satélites con resultados muy positivos, de manera que la batalla está asegurada.

Uno de las tendencias más llamativas en este sector, es la desaparición progresiva de las fronteras entre la telefonía móvil y otros sistemas de comunicaciones móviles. Son tres, en concreto, los tipos de sistemas que tienden a integrarse con la telefonía celular "tradicional": la telefonía inalámbrica, los sistemas de radio móvil y los servicios móviles vía satélite. Estos últimos son, más bien, complementarios de los celulares, a través de la utilización de terminales duales.

En este mercado, el futuro se hace presente cada vez con más prisa y así asistimos a la inminente llegada de una tercera generación en la historia de las comunicaciones móviles que traerá la integración de la red fija y móvil y el soporte de servicios de todo tipo (multimedia), entre algunas de sus ventajas más destacadas.

En cualquier caso, es de esperar que esta transición no sea drástica, sino más bien evolutiva, debido a las cuantiosas inversiones que se han realizado y se están realizando en la implantación de GSM.

La segunda generación, en la que nos encontramos actualmente, ha transformado la mayoría de las características operativas de estos sistemas, como la itinerancia, la gestión del fraude -debido a la naturaleza "abierta" de las comunicaciones móviles han aparecido numerosas prácticas fraudulentas a las que hacer frente-, los servicios de valor añadido o las características de los terminales. Con respecto a este último punto, frente a la importancia que se prestaba a la calidad del sonido en la primera etapa analógica, hoy por hoy la autonomía y otras funciones adicionales son las principales preocupaciones del usuario en la decisión de compra. Asimismo, los terminales duales despiertan cada vez mayor interés.

Liberalización de las Telecomunicaciones

El intenso proceso de liberalización que a nivel mundial está experimentado el sector de las Telecomunicaciones es también motivo de su crecimiento. En ámbitos como el de la telefonía móvil, en los que tradicionalmente existían monopolios estatales o duopolios, se pasará a la aparición de una fuerte competencia entre los nuevos agentes.

Otra tendencia de este mercado, que a la vez lo impulsa, es el decidido proceso de internacionalización en el que está inmerso. Internacionalización tanto del uso del terminal como de la prestación del servicio. Prueba de ello es la corriente de alianzas entre operadores de distintos países.

La libre competencia ha provocado una auténtica guerra entre las operadoras, que dirigen grandes esfuerzos comerciales hacia la captación de abonados para conseguir cuanto antes la mayor penetración posible en el segmento de consumo. Esta pugna perjudica, por un lado, a las operadoras porque va en detrimento de sus beneficios y, por otro, favorece al usuario porque estimula el desarrollo de servicios de valor añadido por parte de los proveedores con el fin de resultar más competitivos. Las tendencias señaladas anteriormente alcanzan a todos los mercados, pero no hay que olvidar que existen factores concretos que diferencian significativamente al mercado estadounidense del japonés y del europeo.

Al margen de estas diferencias entre los principales mercados de telefonía móvil del mundo, existen en esta industria ciertos aspectos de actualidad de gran interés: ¿Cómo está estructurada la distribución en los operadores móviles?, ¿en qué medida se ve afectado este mercado por las desconexiones y el fraude?, etc.

Según los informes, a medida que cobra importancia para las operadoras la segmentación de sus clientes y el "time to market", aumenta la necesidad de llegar de la forma más efectiva y rápida posible a cada uno de los segmentos. Para ello se hace necesario diseñar