El Gobierno defiende un horizonte con tres operadores integrales

Empresas fuertes también en las telecomunicaciones

El Ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, acaba de exponer su visión del sector español de telecomunicaciones. Montilla es partidario de una simplificación del mapa de telefonía fija, porque no hay mercado para tantos comensales. El ejecutivo vería con buenos ojos una concentración del número de jugadores a un máximo de tres operadores integrales que combinen telefonía fija y móvil.

El Ministro Montilla en su comparecencia ante un foro de empresarios ha confirmado el mensaje transmitido dos semanas antes por el Secretario de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información, Francisco Ros. Ros había manifestado que España “es un mercado importante, pero no tan grande como para poder soportar a tantos competidores” de telefonía fija. Además Ros defendía que lo ideal sería que hubiera sólo “dos o tres” operadores integrales que prestaran comunicaciones fijas y móviles, aunque “luego habría hueco para operadores muy especializados”.
Montilla ha dado más detalles sobre la opinión del ejecutivo acerca de las telecomunicaciones. Así el Gobierno vería con buenos ojos fusiones de operadores de telefonía fija. De cualquier manera, el Ministro de Industria descartó intervenciones gubernamentales señalando que “son las empresas las que tienen que tomar sus propias decisiones sobre si pueden competir”, y esas decisiones “deben ser adoptadas por las propias empresas y sus accionistas”, aunque siempre respetando la legislación de libre competencia, “especialmente cuando se trata de sectores regulados”.
Desde la Asociación de Empresas Operadoras y de Servicios de Telecomunicaciones (ASTEL) agradecen el interés prestado por el Ministerio; su director general, Lionel Fernández, señala que “desde luego el que haya empresas sólidas y viables en el sector es importante, pero por el lado de la actuación administrativa es mucho más relevante el establecer un marco regulatorio transparente, estable y adecuado para que se desarrolle correctamente el mercado”.
Otras reacciones a las manifestaciones del ejecutivo son más cautas. Desde Telefónica respetan las opiniones hechas públicas por el Ministro Montilla y por el Secretario de Estado Ros con respecto a la concentración de operadores. Fuentes de la compañía se limitan a decir que Telefónica de España es una empresa “acostumbrada a competir desde la liberalización del sector en 1998 y seguiremos haciéndolo con los operadores que conviven en este mercado”. En Auna prefieren no valorar las declaraciones del Ministro; quizás estén enfrascados en la próxima salida a bolsa del grupo. En Uni2 también se han decantado por el silencio. Por su parte, Roberto de Diego, consejero delegado de Jazztel, señala que “desde el punto de vista de mejorar la rentabilidad de las operadoras de telefonía fija, la concentración tendría todo el sentido, dado que el nuestro es un sector intensivo en capital, donde las economías de escala son importantes”. Ahora bien, de Diego matiza: “Aunque la concentración parece una evolución muy lógica, cada operador tiene su problemática y no es posible saber cuándo podría producirse, de qué forma, ni quiénes podrían participar”.
Este planteamiento sobre la concentración no es nuevo. Ministros de otro color como Josep Piqué y Juan Costa ya lo habían utilizado. Desde el ámbito de la consultoría, también ven probable la reducción del número de compañías de telecomunicaciones. Pero Carlos Álvarez, director general de Telenium, destaca que “eso no quiere decir que no haya sitio para operadores de nicho”, aunque resalta que “hay que simplificar si queremos que haya operadores con capacidad de inversión y de innovación”. Hay demasiados jugadores para atacar determinados segmentos del mercado que ya son bastante maduros. En esta situación se produce un círculo vicioso. Según Álvarez, “los operadores no tienen capacidad de invertir porque los márgenes son muy estrechos. Compiten en base a los precios. Como no invierten, no se desarrollan nuevos servicios, y por lo tanto no crece el mercado”.
Sin embargo, para ASTEL “el mercado da para lo que hay ahora mismo (...) han ido entrando muchas empresas. La mayoría de las empresas con proyectos sólidos siguen en pie, e incluso están llegando últimamente noticias de que hay grupos empresariales que se están volviendo a plantear la entrada en el mercado español, porque hay otro ambiente de confianza”, señala Fernández.
Desde 1997 se estaba vendiendo la idea de que era necesaria la liberalización del sector, que era bueno que hubiera muchas compañías compitiendo, así el consumidor podría disfrutar de precios más baratos y de una mejor atención al cliente. En la actualidad “hay libre competencia y las empresas pueden entrar y salir libremente. Eso ha dado bastantes beneficios sociales. Otra cosa es que a veces somos bastante ineficaces haciendo ver todo lo que se ha avanzado en este terreno”, comenta el director general de ASTEL, que agrega que “el mercado español cuenta con algunas de las empresas que están compitiendo mejor en el mercado internacional. Es un mercado de alta calidad, aquí quien no sabe hacer bien las cosas no permanece”.
Hay quienes consideran que durante estos años ha imperado el dogma de la liberalización. Según Carlos Álvarez, “creer demasiado en la liberalización nos ha llevado a una situación en la que no hay innovación”.
Ahora, en 2004, se preparan nuevas recetas para acabar con la subinversión que está viviendo el sector. Desde la dirección de ASTEL reclaman con urgencia los reglamentos de desarrollo de la nueva Ley General de Telecomunicaciones y que el Gobierno “deje de una vez claro y simple el entorno regulatorio”. Aparte de la cuestión normativa, Carlos Álvarez de Telenium opina que hay otras tareas que debería abordar el ejecutivo, como “favorecer las inversiones en el sector, probablemente fomentando el uso. Vería más una política en el lado de la demanda que en el de la oferta. Las Administraciones tendrían que invertir recursos en fomentar la demanda” para educar a nuevos segmentos de la población en el uso de las nuevas tecnologías.


UMTS más fácil
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El nuevo Gobierno acaba de cerrar los acuerdos de modificación de las licencias de comunicaciones de tercera generación, que ya estaban prácticamente cerrados con el ejecutivo anterior. Se lo ha puesto fácil a los cuatro operadores de telefonía móvil: Telefónica Servicios Móviles, Vodafone, Amena y Xfera. En conjunto invertirán un 31,3% menos en diez años (11.200 millones de euros, en lugar de 16.295 millones), y las garantías y avales se reducen un 31,7% (5.060 millones de euros, en lugar de 7.408 millones). Según el Ministerio de Industria las negociaciones con cada uno de estos operadores se han basado en los principios de “velar por el interés público y la no discriminación” y de “asegurar la viabilidad de los nuevos planes de negocio”. La modificación de los compromisos ha sido debida, según el Ministerio, a la aparición de circunstancias sobrevenidas, como la

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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