El Gobierno aprueba la tarifa plana para acceder a Internet por 2.750 pesetas al mes

Con esta medida el Gobierno espera que los usuarios residenciales comiencen a ver España como un país plenamente liberalizado, y contribuyan también al desarrollo masivo de Internet, dándole el empujón necesario para colocarnos al frente de la nueva economía digital.

No obstante se trata de una tarifa plana limitada, pues está condicionada a que estas llamadas metropolitanas de datos se realicen entre las seis de la tarde y las ocho de la mañana de lunes a viernes, y durante todo el fin de semana y festivos. Los expertos opinan que no seremos testigos de una verdadera tarifa plana hasta que no exista una competencia efectiva en las redes.

El paquete de medidas liberalizadoras también incluye la creación de bonos de 10 horas que los usuarios podrán contratar a partir del uno de noviembre y que les permitirá realizar llamadas de voz locales, así como conectarse a la Red por tan sólo 140 pesetas la hora, durante todo el día, cifra que merma en un 50% si lo hacen en horario reducido.

A pesar de la llamada de atención que exigía el antiguo monopolio, con respecto a la tarifa plana, por las consecuencias que esta medida podría tener sobre las llamadas de voz y el resto del tráfico que tiene lugar a través de la RTB, Birulés comentó que “funcionará perfectamente”, y tomó como referencia experiencias anteriores en EE.UU. Aún así, algunos sitúan sus expectativas en torno a la tecnología ADSL que permite aumentar las prestaciones de las líneas telefónicas.

El Consejo de ministros también acordó la liberalización del bucle local de abonado para enero del 2001, momento en el que los usuarios podrán contratar a cualquier operador cualquier servicio de telecomunicación, sin cambiar el número ni la instalación. El Gobierno financia la compra de PCs para el acceso a Internet Una muestra más de los compromisos adquiridos con la nueva economía digital, son los incentivos fiscales que a partir de ahora llevan parejos la compra de ordenadores, con los que se espera contribuir al desarrollo masivo de Internet, dándole el empujón necesario para colocarnos al frente de la sociedad de la información. De esta forma la empresa se convierte en dinamizador de Internet pues, bajo la partida de gastos de formación del personal, podrán financiarse total o parcialmente ordenadores a sus empleados. Por su parte, el trabajador no tendrá que tributar por el concepto de pagos en especie del IRPF, tanto si emplea el equipo para uso personal o profesional. Otros beneficios fiscales son los que se agrupan bajo el plan Internet para las pymes, para aquellas que destinen inversiones a la incorporación de las nuevas tecnologías de la información en los procesos empresariales, como son las mejoras de la capacidad de acceso a la red o el desarrollo del comercio electrónico. La deducción será del 10% de las inversiones aplicables a la adquisición de hardware y software, diseño de páginas web o portales, desarrollo de intranets y formación. Aunque ComputerWorld no ha conseguido valoraciones de SEDISI al respecto, con esta medida se espera que España aumente significativamente la calidad y cantidad de los internautas en breve, alcanzando posiciones similares a las de sus homólogos europeos, donde han tenido bastante éxito acciones de este tipo.