El futuro cercano de los grandes ordenadores. El ordenador más potente del mundo no existe y además es paralelo.
Pocas cosas evolucionan al vertiginoso ritmo de los ordenadores. Una de ellas es, paradojas de nuestro progreso, la necesidad de ordenadores más potentes aún. Nuevas exigencias, y algunas que llevan tiempo esperando una solución, requieren una capacidad de proceso que incluso el más moderno de los ordenadores convencionales no puede alcanzar. Aplicaciones como las predicciones meteorológicas, análisis de elementos finitos, atención de transacciones bancarias y la gestión de grandes bases de datos, exigen que se multiplique la potencia de los procesadores. Esta es precisamente la idea básica del paralelismo, la posibilidad de multiplicar el número de procesadores en lugar de esperar nuevos modelos más veloces. Este es también el motivo por el cual los grandes fabricantes anuncian distintas arquitecturas para este tipo de ordenadores. Otro aspecto que preocupa a la industria informática, y que los equipos paralelos resuelven por la filosofía propia de su arquitectura, es el crecimiento futuro de las necesidades informáticas, difíciles de predecir al adquirir un ordenador. El Procesamiento Paralelo (P.P.) consiste en la idea relativamente sencilla de que varios procesadores trabajando al unísono tienen más potencia que un ordenador dotado de un procesador aislado, por sofisticado que este sea. Este es el principio del multiproceso y ha dado lugar a arquitecturas como la de los superordenadores Sequent Symmetry o el IBM 3090. Pero este tipo de instalación tiene las limitaciones propias de los ordenadores convencionales, son equipos dotados de una memoria central única y a la que se accede mediante un único canal de datos. Al conectar más de unos cuantos procesadores, tanto la memoria como los canales de acceso comienzan a sufrir un cuello de botella. Este es el tipo de proceso paralelo, también llamado de memoria compartida, que suelen utilizar los grandes fabricantes de equipos convencionales.
Una tecnología más purista es la del Procesamiento Masivamente Paralelo (P.M.P.), consistente en utilizar muchos microprocesadores concebidos específicamente para equipar sistemas de alto rendimiento. Cada uno de estos chips de bajo coste está dotado de memoria RAM local y varios canales integrados de Entrada/Salida. El resultado es una arquitectura flexible en la que interactúan muchos procesadores, cada uno capacitado para procesar parte del trabajo sin recurrir a la memoria central del ordenador ni a los canales de acceso compartidos. La memoria propia y los canales de comunicación de estos procesadores hacen que el ancho de banda de las comunicaciones internas y la capacidad de proceso aumente proporcionalmente al número de procesadores, evitando así saturaciones. Mediante esta arquitectura se podrían conectar miles de procesadores. No existe en la actualidad una instalación semejante, pero equipos como el SN 9000 de PARSYS ya permiten conectar más de mil procesadores, con lo que se superarían las 10.000 transacciones por segundo (tps). El máximo alcanzado en la actualidad, también logrado por ordenadores paralelos, es de 1.073 tps y los grandes ordenadores convencionales más potentes difícilmente pasan las 450 tps. En otras palabras, se trata de equipos concebidos desde un principio para el proceso en paralelo.
Los equipos de P.M.P. existen desde hace años pero sólo recientemiente han ido saliendo de los cotos cerrados de especialistas y van ganando aceptación en la banca, el comercio y la industria. Hasta hace poco tiempo, sólo podíamos encontrar ordenadores masivamente paralelos en grandes centros de investigación y en universidades, debido al alto grado de especialización que exigían. Ahora, gracias a la apertura de algunos fabricantes a productos estándar de la informática comercial, esta situación está cambiando y la utilización de estos equipos es mucho más accesible.
En este camino hacia los Sistemas Abiertos se han observado importantes novedades que coinciden con las recomendaciones de empresas consultoras como IDC, si los fabricantes de ordenadores masivamente paralelos pueden demostrar la disponibilidad de aplicaciones de terceros y la posibilidad de integración en entornos de producción, se materialzará su crecimiento. En este sentido, PARSYS Ltd., empresa británica especializada en P.M.P. anunció su serie SuperNode SN 9000, con sistema operativo Unix y software de Oracle integrado.
También en lo referente a costes los ordenadores paralelos han demostrado su conveniencia. El método utilizado para estimar la relación coste-prestaciones de los equipos, llamado TPC, contempla el precio que se pagará por cada transacción considerando tanto el coste del equipo como los gastos de mantenimiento. El coste que resulta suele aumentar en relación a la velocidad de proceso que se necesita. Por ejemplo, el objetivo anunciado por PARSYS para su SN 9000 es alcanzar una relación coste-prestaciones (TPC-B) que no supere los 1.500 dólares por transacción. Según este método de cálculo de costes, los equipos disponibles hasta la fecha resultan sensiblemente más caros: un equipo departamental suele rondar los 40.000 dólares por transacción, los sistemas de cluster alcanzan los 18.000 dólares y en sistemas multiproceso de memoria compartida es de aproximadamente 8.000 dólares por transacción. Los objetivos de coste del SuperNode sólo han sido alcanzados por PCs, que resultan sumamente económicos pero a velocidades insuficientes para este tipo de exigencias.