EL ESI potencia su compromiso como proveedor mundial de software con tres nuevos centros

El Instituto Europeo de Software (ESI), centro tecnológico de la red vasca de Tecnología e Innovación y fundación sin ánimo de lucro, ha finalizado con éxito no sólo el plan estratégico iniciado en el año 2000, tras dejar de percibir la subvención de la UE, sino con unos ingresos de 5,7 millones de euros en 2003 calificado por su director general, Manu Prego, como “un año excepcional que confirma que estamos en el buen camino”, quien prevé obtener un volumen total de ingresos de 6,84 millones de euros en 2006.

La nueva orientación estratégica que el ESI, ubicado en el Parque Tecnológico de Zamudio, inició en el año 2000 después de que la Comisión Europea dejara de apoyarles económicamente, ha sido más que positiva: un crecimiento del 25% en 200, con un margen saneado de 900.000 euros “en unos momentos de crisis en el sector y donde cambiamos de ser un centro de investigación de software de calidad a menor coste que se quedaba en la estantería, a trasladar este conocimiento a la industria y ser autosuficientes”, explica Manu Prego.
Con el fin de potenciar este crecimiento, el ESI ha establecido en su nuevo Plan Estratégico 2004-2006 unas claras líneas de actuación que se concretan en fomentar su presencia internacional ampliando su red ESI@center (formada actualmente por cinco centros ubicados en México, Bulgaria, Australia, China y Brasil) en tres países más: Corea, Región Andina e Irlanda “para ser proveedores de productos y servicios a nivel mundial con profesionales y recursos locales, lo que nos permite compartir beneficios y crecer evitando riesgos que nos puedan afectar como institución”. La red ESI@center tiene una organización similar en los países del mundo donde se ha establecido, basada en tres direcciones: apoyo gubernamental, académico e industrial, “cuando esas tres vertientes –matiza Prego- están suficientemente alineadas, es cuando se propone la creación de un centro ESI, para lo cual capacitamos a esa organización en recursos, gestión y transmisión de tecnología para que en un plazo de tres o cuatro años se autofinancien. Además mantenemos un vínculo muy estrecho, ya que los directores de estos centros son miembros del consejo de administración del ESI”.
En este sentido, el ESI trata de potenciar el desarrollo de software por componentes y el establecimiento de factorías “como un medio de producción mucho más eficaz en calidad, tiempo y costes –señala Prego- que beneficia la innovación industrial”. Uno de los planteamientos a medio plazo es buscar un partner para establecerse en Estados Unidos, “un mercado de un potencial enorme, como lo será a corto plazo China”, explica. Esta presencia internacional se sustenta paralelamente en la red comercial ESI@net, formada por unos 40 partners y que en 2003 representó el 15% de los ingresos del ESI.
Otra de las áreas de actuación del ESI, en colaboración con la corporación tecnológica Tecnalia, se concreta la Sociedad de la Información, en la que llevan trabajando más de dos años a través de maquetas.com, una iniciativa para que las pymes tengan un punto de partida mínimo de análisis de negocio y proyectos de innovación que realizan técnicos del ESI, “que después las empresas pueden completar con consultoras –subraya este directivo-, ya que es el único modo de acceder al verdadero tejido empresarial donde no llegan las consultoras y que puedan iniciar proyectos competitivos con ayuda de las TIC”. Con el firme compromiso de que “hay que hacer mucho más”, el ESI está trabajando en ofrecer servicios horizontales para que las pymes realicen procesos de backup o implementen la factura telemática, así como extender la certificación de utilización de las TIC entre los ciudadanos. La generación de ingresos en este sentido se situará en 1,6 millones de euros para 2006. Las expectativas para ese año en cuanto al volumen de negocio generado por tecnología ESI será de 700.000 euros, mientras que los de proyectos competitivos alcanzarán 1,7 millones de euros. Para Manu Prego, uno de los aspectos fundamentales de este crecimiento se centra en la producción por trabajador, que tras alcanzar los 90.000 euros en 2003 se situarán en una media de 84.000 euros, si bien la asignatura pendiente para este directivo es el doctorado de software “nuestras pretensiones eran doctorar a diez personas y de momento sólo tenemos dos”.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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