El e-learning

En la actualidad, el 47% de las universidades norteamericanas ofrece algún tipo de formación a distancia. Esta cifra se incrementará hasta casi el 90% en 2004, de acuerdo con las previsiones de la consultora IDC. Según datos recientes de IDC, la inversión de institutos y universidades norteamericanas en plataformas de e-learning crecerá más de un 20% anualmente desde 1999 (menos de 300 millones de dólares de inversión) a 2004 (750 millones de dólares). La marcha hacia el e-learning, como nuevo modelo de formación, es imparable. Las instituciones educativas deben entender este proceso y adaptar sus estrategias para incorporar un nuevo esquema de formación que influirá decisivamente en la tradicional relación entre alumnos y docentes. Hace apenas un mes, el MIT anunció que ofrecerá gratuitamente la práctica totalidad de sus cerca de 2.000 cursos on-line a través de la Web. Otras instituciones educativas de todo el mundo han apostado también por el e-learning como alternativa a la formación presencial, mientras las empresas empiezan a considerar esta opción a la hora de formar a sus empleados. En España, instituciones como la Universidad Oberta de Catalunya (UOC) se han distinguido como impulsoras del nuevo modelo de e-learning y han creado una universidad virtual capaz de competir en igualdad de condiciones con instituciones de mayor tradición pero inferior calidad. Está claro que la educación presencial seguirá siendo el principal sistema de formación durante muchos años, y que nada puede sustituir la riqueza de la interacción personal que se establece entre el profesor y sus alumnos, pero el e-learning se perfila como una alternativa válida para los alumnos “permanentes”, esto es, para modelos de formación continua; posgraduados en cursos a tiempo parcial; trabajadores que quieren realizar cursos de perfeccionamiento o para profesores que necesitan mejorar sus habilidades y conocimientos.