El e-business instaura la figura del elancer
Según la visión del gurú de las nuevas tecnologías Thomas W. Malone
El e-business revolucionará la forma en la que se organizan actualmente los negocios. Para Thomas W. Malone, líder en el pensamiento del cambio organizacional provocado por las nuevas tecnologías, las organizaciones serán descentralizadas y los trabajadores autónomos. Malone ha introducido el concepto de elancers (electronically connected freelancers), trabajadores autónomos conectados electrónicamente, una figura que acabará por imponerse en un futuro no muy lejano, una vez que las empresas consigan hacer un uso adecuado de Internet y “no se limiten a hacer lo que tradicionalmente hacían pero de una forma más rápida o barata”.
Ha sido durante la década de los noventa cuando han podido apreciarse los primeros signos del proceso de descentralización al que estaban siendo abocadas las organizaciones que progresivamente han asumido estructuras más planas en las que triunfan los profesionales con iniciativa e ideas. La evolución lógica según Thomas W. Malone, es la consolidación de trabajadores que, mediante el uso de las tecnologías acabarán saliendo de las organizaciones para interactuar con ellas bajo una formula de mayor libertad y flexibilidad, a la vez que consiguen un importante ahorro de costes para la propia organización. El inconveniente del idílico mundo dibujado por este visionario es la consecución del equilibrio entre los intereses de los trabajadores y empresarios, una cuestión que ha tratado de resolverse desde las primeras iniciativas del Derecho del Trabajo a la sombra de la Revolución Industrial, pero sigue pesando en época de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
Bajo el escenario de Malone, tendremos por tanto a una serie de trabajadores obligados a competir con sus propios compañeros para formar parte del grupo de los elegidos a la hora de desempeñar un determinado trabajo. A cambio, la nueva raza de profesionales no recibiría más que una rebaja en las obligaciones contractuales del empresario. Términos como seguridad, lealtad o buena fe quedarían tenuemente suavizadas, obligando a una vuelta al cooperativismo, proliferando los gremios.
Con respecto a la actual situación de crisis por la que atraviesa la llamada nueva economía, con Internet como paradigma, Malone considera que no hay que dar crédito a los altibajos en la utilización de las tecnologías de la información porque su implantación dentro de las organizaciones aumentará año a año, hasta apoderarse finalmente de todos los procesos. Según la visión de Malone, en un plazo no superior a cinco años, todo el negocio será e-business para el 2007, “gracias a las continuas mejoras tecnológicas en el coste/rendimiento de los semiconductores y telecomunicaciones año tras año”. No obstante, para conseguirlo .
Este gurú del e-business ostenta la cátedra Patrick J. McGovern de Sistemas de Información en el MIT, es miembro del eb-center PwC-IESE, además de científico, inventor de 7 patentes y autor de numerosas publicaciones relacionadas con las TI.
Ha sido durante la década de los noventa cuando han podido apreciarse los primeros signos del proceso de descentralización al que estaban siendo abocadas las organizaciones que progresivamente han asumido estructuras más planas en las que triunfan los profesionales con iniciativa e ideas. La evolución lógica según Thomas W. Malone, es la consolidación de trabajadores que, mediante el uso de las tecnologías acabarán saliendo de las organizaciones para interactuar con ellas bajo una formula de mayor libertad y flexibilidad, a la vez que consiguen un importante ahorro de costes para la propia organización. El inconveniente del idílico mundo dibujado por este visionario es la consecución del equilibrio entre los intereses de los trabajadores y empresarios, una cuestión que ha tratado de resolverse desde las primeras iniciativas del Derecho del Trabajo a la sombra de la Revolución Industrial, pero sigue pesando en época de la Sociedad de la Información y el Conocimiento.
Bajo el escenario de Malone, tendremos por tanto a una serie de trabajadores obligados a competir con sus propios compañeros para formar parte del grupo de los elegidos a la hora de desempeñar un determinado trabajo. A cambio, la nueva raza de profesionales no recibiría más que una rebaja en las obligaciones contractuales del empresario. Términos como seguridad, lealtad o buena fe quedarían tenuemente suavizadas, obligando a una vuelta al cooperativismo, proliferando los gremios.
Con respecto a la actual situación de crisis por la que atraviesa la llamada nueva economía, con Internet como paradigma, Malone considera que no hay que dar crédito a los altibajos en la utilización de las tecnologías de la información porque su implantación dentro de las organizaciones aumentará año a año, hasta apoderarse finalmente de todos los procesos. Según la visión de Malone, en un plazo no superior a cinco años, todo el negocio será e-business para el 2007, “gracias a las continuas mejoras tecnológicas en el coste/rendimiento de los semiconductores y telecomunicaciones año tras año”. No obstante, para conseguirlo .
Este gurú del e-business ostenta la cátedra Patrick J. McGovern de Sistemas de Información en el MIT, es miembro del eb-center PwC-IESE, además de científico, inventor de 7 patentes y autor de numerosas publicaciones relacionadas con las TI.
