El desarrollo tecnológico local necesita de una visión estratégica a largo plazo

La relación entre la Administración Local, los servicios públicos aportados a la ciudadanía y la contribución de los proveedores tecnológicos no termina de cuajar. Un excesivo intervencionismo político, la falta de una visión estratégica perdurable en el tiempo, la falta de estándares comunes en las experiencias piloto del programa de Ciudades digitales y la poca implicación de las pymes y la población en el desarrollo tecnológico local son los complicados retos que municipios, provincias y autonomías tienen que resolver sin que exista una entidad pública que asuma esa responsabilidad con todas sus consecuencias.

José Uriarte (Sun Microsystems).- Existe una evolución en cuanto al programa de Ciudades digitales, cuyo aspecto positivo es que se ha hecho evidente que la tecnología es importante en el desarrollo municipal. La medición aportada en este área por el Ministerio de Industria demuestra que los indicadores que se han escogido son los de e-Europe, que no son, en muchos casos, aplicables a lo que es la medición de experiencias piloto de ciudades digitales, como sucede en sanidad o educación. Es una foto amplia sobre todas las iniciativas que sobre la SI se están realizando, pero no llegamos a un nivel de dato de si ese proyecto piloto ha influido claramente en los indicadores de la SI.
Luis Polo (Toshiba).- Nosotros trabajamos muy de cerca con los ayuntamientos y las autonomías, y desde éstas últimas se está impulsando la SI, sobre todo en sectores como la educación y la sanidad. Los ayuntamientos, en su gran mayoría, tienen carencias de presupuesto, salvo algunos que disponen de fondos Feder y han realizado inversiones tanto en equipamiento como infraestructura y contenidos, lo cual es básico para llegar con efectividad al ciudadano. Pero percibimos que tanto educación como sanidad, que son los dos grandes pilares de la SI, se fomentan principalemente desde las CC.AA. que, además de contar con mayor presupuesto, tienen en cuenta la comunicación y valores sociales para las pequeñas poblaciones, impidiendo en muchos casos la emigración a los grandes núcleos urbanos y ofreciéndoles las mismas oportunidades de participar en la SI.
Federico Traspaderne (Vodafone).- Uno de los factores clave es la integración de los ciudadanos en la red, y proyectos como el de ciudades digitales deben servir para ello, al tiempo que las empresas debemos asumir el compromiso de catalizar y de apoyar esta integración. Creo que el déficit de los ayuntamientos no es tanto de partida presupuestaria como de contar con profesionales TIC que orienten el desarrollo de proyectos de valor para el ciudadano.
Pedro Blanco (Accenture).- Los datos del estudio del Ministerio sobre ciudades digitales reflejan que se ha hecho un trabajo importante, pero que queda mucho por hacer. Son especialmente reveladores los datos sobre las empresas, como que más del 60% no tiene página web o que un 30% no tiene acceso a Internet, cuando la pyme debe ser un motor de desarrollo. En el estudio anual que realiza Accenture sobre e-Government a nivel internacional, España ocupa el puesto quince, y coincide en muchos aspectos con los indicadores aportados en el estudio de ciudades digitales, como que se ha hecho un esfuerzo importante en materia de Internet, pero cuyo grado de maduración está aún lejos.
Eduardo Gutiérrez (Atos Consulting).- Casi ninguna administración local tiene el foco constitucional, ni la idea jurídica de lo que debe hacer. Me explico, los ayuntamientos proporcionan unos servicios, y el concepto que mueve la ciudad digital o la SI es dar soporte a esos servicios a través de la tecnología. Esto es imposible en la medida en que los propios ayuntamientos están estructurados internamente con la Ley de Régimen Jurídico, que obliga a que todos los procedimientos estén escritos para que se pueda realizar su seguimiento. Esto es un problema enorme, ya que se invierte mucho dinero en tecnología que al final no se utiliza y que, a veces, complican incluso la vida al ciudadano, al que obligan a solicitar un servicio por Internet que la mayoría de las veces no tienen procedimentado digitalmente.
Afshin Almassi (HP).- Después de tardar mucho tiempo en definir conjuntamente lo que significa gobierno electrónico, ahora hay que proporcionar servicios públicos de valor para el ciudadano, pero la realidad es otra. Si observamos los gobiernos autonómicos y tomamos como ejemplo el de Aragón, por citar uno, vemos que tiene 730 municipios, de los que 430 son ayuntamientos de menos de cien habitantes con una media de edad de 75 años. El problema no es sólo tecnológico o de estándar, algo que se está resolviendo, sino demográfico. Uno de los fallos es la falta de una visión real y de criterios del roap map que hay que plantear a largo plazo.
Mercedes Bofarull (IBM).- Según los datos del estudio anual que IBM realiza con The Economist sobre e-government, la situación de España no es mala en cuanto a la financiación, a lo que se añade que la inversión en infraestructuras se está produciendo. Sin embargo, el indicador que no avanza es el interés de la población por acceder a los servicios en línea, y eso es un problema bastante grave. Es decir, al ciudadano le da un poco igual lo que está haciendo la Administración, porque lo cierto es que no ve nada que le resulte interesante y lo mismo ocurre con la pyme. El Ayuntamiento de Madrid presentó recientemente unos datos que muestran que un 75% de las empresas asegura que en la red no hay nada que les aporte valor. Creo que este es el reto que deben abordar nuestras administraciones y en el que nosotros tenemos que acompañarles, si bien en este punto no hay recetas y hay que abordarlo directamente. Desde el punto de vista político, tampoco se ha dado ningún paso atrevido para forzar a las pymes a entrar por obligación en la red, un tema que dejo abierto al debate.
Alfredo González (Indra).- Desde la Administración local se han vivido diferentes etapas: desde la atribución de nuevas competencias a los ayuntamientos, a la preocupación por la eficiencia en los servicios públicos y la puesta en marcha de planes de calidad en procesos y procedimientos y su automatización. Entramos en una nueva etapa que es la introducción de las TIC dentro del desarrollo económico y social de las ciudades, y así el programa piloto de ciudades digitales cubre determinadas actuaciones, pero no desarrolla este concepto en toda su amplitud, y por ello entendemos que debe existir una segunda parte de desarrollo porque no se ha logrado la perdurabilidad de estos programas, y nos tememos que cuando finalicen los concursos, esta responsabilidad recaerá en los municipios y limitará su desarrollo.
Justo García (Iecisa).- Nosotros siempre nos hemos planteado que había que poner el foco en el ciudadano y, para ello, conocer lo que es o lo que pretende ser una ciudad digital. El problema surge cuando analizamos quién aglutina estas inversiones, cómo se sostienen y cómo se construye un ayuntamiento digital, teniendo en cuenta que en la mayoría de los pequeños municipios el back office es caótico. Este programa ha convertido en aglutinadores a las CC.AA., que salvo en el caso de las uniprovinciales, están muy lejanas a las necesidades del municipio. La última modificación de la Ley de Entidades Locales otorgó competencias en materia de soporte a las pequeñas corporaciones para temas de la SI, mientras que la provincia es la

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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