El CTTI, garante de la calidad de las aplicaciones de la Generalitat

- El organismo catalán emplea las buenas prácticas en el ciclo de vida de desarrollo
- Además de prescribir una metodología, cuenta con la capacidad de controlarla

Declarado ya en los estatutos de creación (1993) como instrumento estratégico en materia TIC para el despliegue y el cumplimiento del Plan de Gobierno de la Generalitat de Catalunya, el Centro de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (CTTI) tiene la función de proveedor de servicios y de definición de la estrategia TIC para dar soporte a la estrategia de gobierno, lo que incluye desde desarrollo de aplicaciones, infraestructuras centralizadas y servicios de consultoría hasta temas de funciones como directores de áreas TIC y gestores de proyectos. La Generalitat de Catalunya (con sus diferentes Conselleries o Departamentos) cuenta actualmente con unas 500 aplicaciones en producción, lo que genera un coste de construcción y mantenimiento en torno a 150 millones de euros al año. La elevada externalización en el desarrollo y la pluralidad de desarrolladores –en torno a 125 empresas– venía a complicar las cosas. “Fruto de la presiones de calendario y de presupuesto, la calidad de los proyectos no era la deseada”, indica Josep Lluís Checa, director gerente del CTTI.
Una de las primeras iniciativas del CTTI fue la creación de entornos de desarrollo y estandarización del ciclo de vida de desarrollo para unificar las metodologías de los desarrolladores así como poder contar con elementos reutilizables. “Cuando se daba una baja calidad en el desarrollo, lo que sucedía con un frecuencia superior a la deseada, suponía una dificultad muy grande para que otro proveedor pudiera entrar a participar. Tampoco era sencillo que el CTTI tuviera más visibilidad en el ciclo de vida de desarrollo (de código, pruebas unitarias)”, explica Tomás Roy, director del Área de Calidad, Seguridad y Relación con Proveedores del CTTI. “La baja calidad de las aplicaciones se convertía en costes de mantenimiento elevados y, muchas veces, en problemas de imagen de nuestro cliente final, que es la Generalitat. Se trata de aplicativos críticos y nosotros, como empresa, teníamos que aportar más valor”. De esta manera se puso de manifiesto que para mejorar la calidad de los aplicativos era necesario que el CTTI participara en el proceso, pudiera medir y tener indicadores de todas las fases. Por tanto, era necesario entrar con buenas prácticas en el ciclo de vida de desarrollo y, además de prescribir una metodología, contar con la capacidad de controlarla. “Para ello hacía falta disponer de herramientas que permitieran no depender sólo de la autodeclaración del fabricante sino que se pudiera realizar la validación y la verificación de la calidad de cada fase y detectar los errores lo antes posible”, remarca Roy. Otro tema a solventar era la realización de las pruebas, que se efectuaban manualmente, implicando a menudo recursos del propio cliente: por ejemplo, para testar un cambio se seleccionaba un grupo de 20 trabajadores y se probaban las funcionalidades.

Herramientas capacitadoras
La Oficina de Calidad del CTTI comenzó su actividad con la puesta en marcha del proyecto Gaudi para la Agencia Tributaria de Catalunya (ATC). “Ésta fue la prueba de fuego de poner en marcha un modelo de gestión en el que la Oficina de Calidad hacía suya la responsabilidad de velar por la calidad del software que hacía un proveedor”, explica Checa.
Aunque la implantación se ha hecho de forma gradual en los últimos tres años, el gran cambio se ha producido al poder disponer de herramientas. Hace un año y medio comenzó la actividad de la oficina con cuatro servicios que ofrece a su cliente, la Generalitat de Catalunya. Por un lado, el servicio de pruebas, relacionado con el usuario final, que permite hacer diagnóstico de problemas, ver las diferentes etapas de verificación de entregables y de pruebas (funcionales, no funcionales, de rendimiento, de accesibilidad, en sistemas, de integración de sistemas, en producción). En segundo lugar, el servicio de calidad global, vinculado al desarrollo desde el punto de vista de defectos, métricas, visibilidad y reporting. Por otro lado, la Oficina de Calidad también ofrece servicios de formación y de soporte, metodología, procesos, herramientas, buenas prácticas y plantillas. Y finalmente, hay un servicio de transversalidad de la calidad: “Productividad y satisfacción del usuario y el retorno y ahorro que genera la calidad”, comenta Tomás Roy. Para poder ofrecer estos servicios a la Generalitat, el CTTI se ha dotado de una serie de herramientas que incluyen la suite HP OpenView para la monitorización y HP Service Desk para la gestión de incidencias y peticiones orientado al usuario. Enfocado a la gestión de proyectos y programas, el organismo cuenta con HP Project & Portfolio Management (PPM). “Además, la compra Mercury por parte de HP nos permitió enlazar las áreas de producción y estrategia con calidad y las pruebas con HP Test Director for Quality Center, que posibilita hacer una capa de gestión global con todas las herramientas de pruebas”. Otras herramientas que tiene implementadas el CTTI son HP QuickTest Professional para la automatización de pruebas y HP Load Runner y HP Load Runner Diagnostic for Composite Application para ejecutar pruebas de carga, de estrés y funcionales. Asimismo, en el concepto de calidad se incluyó el de seguridad, con la implementación de HP QA Inspect, que permite, de forma automatizada, llevar a cabo la validación del entorno web y detectar las vulnerabilidades más habituales de éste, entre otras funciones.
“Con estas herramientas se ha avanzado en el ahorro de costes y liberación de recursos. Se pueden hacer pruebas de carga automatizadas y repetibles en cada paso de producción sin tener que involucrar a los usuarios. Gracias a estas soluciones somos capaces de reproducir momentos de carga, estrés e incluso de regresión de cambios”. Para las áreas de calidad y seguridad de código estático, el CTTI se apoya en CAST, una solución de buenas prácticas y políticas de desarrollo que permite detectar si en el repositorio de código hay errores de desarrollo; y con una solución de Fortify, orientada a seguridad en el desarrollo. “Estos productos nos permiten validar continuamente la calidad del código. De esta manera se verifica que todo lo que se incorpora al framework ha sido correctamente desarrollado y compilado”, añade Tomás Roy. También cuenta con herramientas de software libre como JUnit, JMeter y Cactus. Con todo este conjunto de herramientas, la Oficina de Calidad del CTTI se ha erigido en un garante de la calidad del desarrollo de aplicativos, especializado en automatizar, buscar eficiencias y asegurar desde la calidad del código estático hasta la experiencia del usuario, pasando por la parte más funcional de pruebas y la capacidad de los sistemas.

Aumento de la satisfacción
“La inversión en herramientas –multiproveedor y multiescenario– ha sido muy fuerte y los resultados son satisfactorios”. Para Roy, los beneficios conseguidos son ahorros en pruebas gracias a la automatización de las mismas que ha permitido liberar recursos y la puesta en producción de sistemas críticos que se habían quedado en encallados. Uno de los productos más relevantes que ofrece la Oficin

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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