El Congreso aprueba la LSSICE con el rechazo de la mayoría de las enmiendas
Ayer el Pleno del Congreso de los Diputados aprobó la Ley de Servicios de la Información y de Comercio Electrónico tras el rechazo de la mayoría de las enmiendas presentadas por los grupos parlamentarios a excepción de las expuestas por el Grupo Convergencia i Unió relativas a las competencias autonómicas y las propias del Grupo Popular.
De las enmiendas presentaron los grupos parlamentarios, entre las que se encuentran 9 a la totalidad, y a las que se unió más tarde la del propio Grupo Popular solamente han sido aceptadas éstas y las del Grupo CiU dirigidas a valorar las competencias autonómicas que contempla el texto, mientras que la más fuerte oposición a la ley presentada por el Grupo Socialista y el Grupo Izquierda Unida han sido rechazadas.
Para Francisca Pleguezuelos, la diputada socialista, “El Partido Popular ha conseguido romper con esta ley el equilibrio que había conseguido la Directiva Europea porque no ha tratado de transponerla sino que ha hecho dos leyes, la de comercio electrónico y otra, que es la que rechaza mi grupo, que trata de regular la información”. Según la diputada socialista, su Grupo parlamentario se hubiese dado por contento si el Gobierno al menos hubiera aceptado definir el concepto de “Servicios de la Sociedad de la Información” para que solamente afectase a los que tienen ánimo de lucro y no a las páginas personales.
El Grupo Socialista va a intentar presentar tres aspectos nuevos para ver si se pueden incluir en el texto final, el primero tratará de introducir las cookies en los códigos de conducta, ya que el PP quería hacerlo en el articulado, el segundo tratará de dar rango de ley para evitar que se pueden realizar perfiles de los usuarios y en tercer lugar tratarán de que se elimine el doble registro que no contempla la Directiva y que “supone una carga adicional que es más costosa por su laboriosidad y por los costes económicos que conlleva”.
A partir de ahora la LSSICE pasará al Senado donde se estudiará el texto para que en el plazo aproximado de dos meses, éste vuelva al Congreso para su aprobación definitiva. “Cuando se apruebe el texto- concluye Pleguezuelos- tendremos que ver la valoración en un año porque seguro que desde el punto de vista del comercio electrónico no se habrán cubierto las expectativas debido a los mecanismos rígidos de control que contempla que no fomentan esta actividad”.