El Colegio de Abogados asume los retos de la firma electrónica
Pionero en constituirse como autoridad de certificación
El Colegio de Abogados de Murcia es una asociación de carácter profesional y sin ánimo de lucro, donde sus inversiones se dirigen a ofrecer servicios a sus colegiados y a la sociedad en general. Su principal objetivo estriba en poner a disposición de sus colegiados los mejores servicios, y en ello las TI juegan un papel fundamental, ya que permiten mejorar su productividad optimizando las comunicaciones con los colegiados y acortando los plazos en todos los procesos, lo que se traduce en un ahorro de tiempo y dinero.
Desde hace más de una década, el Ilustre Colegio de Abogados de Murcia viene llevando a cabo una progresiva incorporación de las Tecnologías de la Información a todos sus procesos. El Colegio ofrece servicios, no sólo a sus miembros (unos 2.600), sino también al público en general. Esta actividad, que genera un flujo de datos en múltiples direcciones, obligó a la informatización del tratamiento de los expedientes de los abogados y parte del turno de oficio a mediados de los años ochenta. La plataforma elegida entonces fue un sistema 36 de IBM con varios terminales, sobre el que se desarrolló una aplicación específica de gestión. Posteriormente, y con la llegada de equipos con procesadores Intel, el Colegio sustituyó el sistema 36 por varios Compaq con Unix de SCO, que ofrecían más rendimiento con un menor coste de mantenimiento. El buen resultado que ofrecieron estos PC, junto a la aparición de Win32, que trasladaba los interfaces gráficos de usuario a entornos exigentes de producción, determinó sustituir dichos equipos por la adquisición de un servidor Compaq con Windows NT, al que siguieron dos más en los tres años siguientes, y diez PC con Windows 95 para los puestos de trabajo. “Como es lógico –apunta Sebastián de la Peña, diputado de la Junta de Gobierno del Ilustre Colego de Abogados de Murcia–, este cambio de plataforma llevó consigo el desarrollo de una nueva aplicación de gestión del colegio, escrita en Visual Basic, que además de incorporar nuevas funcionalidades de las que carecía la anterior aplicación sobre Unix, trasladaba al usuario final un interfaz más amigable y, en definitiva, un manejo más sencillo del programa. La amplia difusión de esta plataforma permitió también rebajar de manera considerable el TCO”.
En los últimos años, “junto al desarrollo de las aplicaciones de gestión interna ya existentes, y que han sido exportadas a otros Colegios de España, el Colegio de Abogados de Murcia ha apostado por Internet como el principal medio para ampliar los servicios ofrecidos a los abogados y al público en general”, indica De la Peña. Así, en colaboración con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Colegio puso en marcha el año pasado una aplicación web que permite a los letrados la consulta de los señalamientos judiciales. Además, se ha desarrollado un sistema de generación de páginas web personales para todos los colegiados, que permite a éstos dar un valor añadido a los servicios que prestan a sus clientes, una aplicación de consulta de jurisprudencia regional, y el acceso al catálogo de la biblioteca del Colegio.
Por otro lado, y en colaboración con el Instituto de Fomento de la región de Murcia, el Colegio ha desarrollado un nuevo portal web y una intranet, donde se ponen a disposición de los colegiados servicios como una ventanilla virtual, que ofrece la posibilidad de realizar trámites con el Colegio desde el propio despacho. De manera complementaria, y junto al desarrollo de las aplicaciones necesarias, el Colegio ha construido una sala acondicionada para acoger varios servidores HP Proliant y ha modernizado la electrónica de red y el cableado del edificio. “Además, y para gestionar el caudal de información generado a raíz de estas inversiones, se ha establecido un sistema de gestión documental y correo interno, al que se va a añadir una aplicación de workflow y un registro de entrada de documentos que permitirá conseguir el objetivo de una “oficina sin papeles”, que se complementa con la labor de digitalización del archivo documental del Colegio llevada a cabo también en este último año”, apunta De la Peña.
Firma electrónica
El proyecto más ambicioso emprendido por el Colegio de Abogados de Murcia en colaboración con el Consejo General de la Abogacía Española, es el de proporcionar carnés inteligentes provistos de firma electrónica a todos sus colegiados, “lo que les permitirá la realización de múltiples trámites con la Administración de Justicia y otros poderes públicos desde sus propios despachos de trabajo. A tal fin, el Colegio de Abogados de Murcia ha sido el primer colegio de España en constituirse como autoridad de registro de la Autoridad de Certificación de la Abogacía”, indica De la Peña.
Un aspecto también tenido en cuenta por el Colegio es el de la formación. “Pensamos que una inversión tan importante como la que realiza el Colegio en TI debe de ir acompañado de la enseñanza de los conocimientos que permitan a nuestros colegiados el máximo aprovechamiento de los medios puestos a su disposición”, apunta De la Peña. Con este objetivo, el Colegio está planificando la instalación en el edificio del Colegio de un aula permanente de formación donde se impartirán cursos a colegiados y demás personal del despacho sobre las aplicaciones desarrolladas en el Colegio y otras de interés para el profesional de la abogacía.
Desde hace más de una década, el Ilustre Colegio de Abogados de Murcia viene llevando a cabo una progresiva incorporación de las Tecnologías de la Información a todos sus procesos. El Colegio ofrece servicios, no sólo a sus miembros (unos 2.600), sino también al público en general. Esta actividad, que genera un flujo de datos en múltiples direcciones, obligó a la informatización del tratamiento de los expedientes de los abogados y parte del turno de oficio a mediados de los años ochenta. La plataforma elegida entonces fue un sistema 36 de IBM con varios terminales, sobre el que se desarrolló una aplicación específica de gestión. Posteriormente, y con la llegada de equipos con procesadores Intel, el Colegio sustituyó el sistema 36 por varios Compaq con Unix de SCO, que ofrecían más rendimiento con un menor coste de mantenimiento. El buen resultado que ofrecieron estos PC, junto a la aparición de Win32, que trasladaba los interfaces gráficos de usuario a entornos exigentes de producción, determinó sustituir dichos equipos por la adquisición de un servidor Compaq con Windows NT, al que siguieron dos más en los tres años siguientes, y diez PC con Windows 95 para los puestos de trabajo. “Como es lógico –apunta Sebastián de la Peña, diputado de la Junta de Gobierno del Ilustre Colego de Abogados de Murcia–, este cambio de plataforma llevó consigo el desarrollo de una nueva aplicación de gestión del colegio, escrita en Visual Basic, que además de incorporar nuevas funcionalidades de las que carecía la anterior aplicación sobre Unix, trasladaba al usuario final un interfaz más amigable y, en definitiva, un manejo más sencillo del programa. La amplia difusión de esta plataforma permitió también rebajar de manera considerable el TCO”.
En los últimos años, “junto al desarrollo de las aplicaciones de gestión interna ya existentes, y que han sido exportadas a otros Colegios de España, el Colegio de Abogados de Murcia ha apostado por Internet como el principal medio para ampliar los servicios ofrecidos a los abogados y al público en general”, indica De la Peña. Así, en colaboración con el Ministerio de Ciencia y Tecnología, el Colegio puso en marcha el año pasado una aplicación web que permite a los letrados la consulta de los señalamientos judiciales. Además, se ha desarrollado un sistema de generación de páginas web personales para todos los colegiados, que permite a éstos dar un valor añadido a los servicios que prestan a sus clientes, una aplicación de consulta de jurisprudencia regional, y el acceso al catálogo de la biblioteca del Colegio.
Por otro lado, y en colaboración con el Instituto de Fomento de la región de Murcia, el Colegio ha desarrollado un nuevo portal web y una intranet, donde se ponen a disposición de los colegiados servicios como una ventanilla virtual, que ofrece la posibilidad de realizar trámites con el Colegio desde el propio despacho. De manera complementaria, y junto al desarrollo de las aplicaciones necesarias, el Colegio ha construido una sala acondicionada para acoger varios servidores HP Proliant y ha modernizado la electrónica de red y el cableado del edificio. “Además, y para gestionar el caudal de información generado a raíz de estas inversiones, se ha establecido un sistema de gestión documental y correo interno, al que se va a añadir una aplicación de workflow y un registro de entrada de documentos que permitirá conseguir el objetivo de una “oficina sin papeles”, que se complementa con la labor de digitalización del archivo documental del Colegio llevada a cabo también en este último año”, apunta De la Peña.
Firma electrónica
El proyecto más ambicioso emprendido por el Colegio de Abogados de Murcia en colaboración con el Consejo General de la Abogacía Española, es el de proporcionar carnés inteligentes provistos de firma electrónica a todos sus colegiados, “lo que les permitirá la realización de múltiples trámites con la Administración de Justicia y otros poderes públicos desde sus propios despachos de trabajo. A tal fin, el Colegio de Abogados de Murcia ha sido el primer colegio de España en constituirse como autoridad de registro de la Autoridad de Certificación de la Abogacía”, indica De la Peña.
Un aspecto también tenido en cuenta por el Colegio es el de la formación. “Pensamos que una inversión tan importante como la que realiza el Colegio en TI debe de ir acompañado de la enseñanza de los conocimientos que permitan a nuestros colegiados el máximo aprovechamiento de los medios puestos a su disposición”, apunta De la Peña. Con este objetivo, el Colegio está planificando la instalación en el edificio del Colegio de un aula permanente de formación donde se impartirán cursos a colegiados y demás personal del despacho sobre las aplicaciones desarrolladas en el Colegio y otras de interés para el profesional de la abogacía.
