El coaching, un nuevo reto en psicología industrial
En 2005 el mercado alcanzará los 2.000 millones de dólares
Para la mayoría de los neófitos en lindes de terapia empresarial la palabra coach trae a la mente un entrenador deportivo que impulsa a los atletas a alcanzar su máximo rendimiento. Fueron precisamente estos logros los que llevaron a los estudiosos del éxito empresarial a buscar un método para mejorar la práctica de personas y equipos de trabajo con el fin de incrementar la productividad de las empresas.
Auge en el mundo empresarial
La Federación Internacional de Coaching lo define como el proceso interactivo que ayuda a las personas a desarrollar más rápidamente y a producir resultados más satisfactorios. El coaching se ha manifestado principalmente en aquellos sectores donde se ha producido un “gran cambio” ya sea por motivos de fusión de compañías, cambios de estrategia o como consecuencia de afrontar nuevos retos.
Al igual que ocurre y ha ocurrido con otras industrias, la de las Tecnologías de la Información no ha sido inmune a los rigores que imponen la inevitable madurez de su mercado. Su particularidad proviene de lo brusco de los cambios desde el “boom” de finales de los 90 hasta 2000, hasta la larga resaca de los últimos cuatro años. Las primeras consecuencias de esta situación son las del estancamiento y por tanto el inicio de un proceso de reestructuración a través de la consolidación y concentración de los protagonistas de TI. Así, “es necesario una adaptación de los gestores y de las organizaciones a la exigencias de entornos que pasan necesariamente por la renovación de las personas y sobre todo de su hábitos de comportamiento empresarial”, indica Aurora Bardón, executive coaching de OPB, una empresa española de reciente creación, integrada por tres socios provenientes de compañías de TI como Microsoft y Accenture y cuyo valor diferencial es precisamente, su dilatada experiencia profesional en sectores y empresas de TI.
Economía del conocimiento
Si bien el concepto de coaching surge hace diez años en Estados Unidos es en los últimos cuatro cuando el concepto ha experimentado un fuerte crecimiento. “En sus comienzos era el propio directivo el que contrataba el coaching. Ahora, son las empresas las que realizan un programa de coaching como parte de la educación”, apunta Bardón. En nuestro país, el coaching aparece de la mano de empresas multinacionales de las TI y del sector farmacéutico.
El coaching, entendido como economía del comportamiento, no atiende a parámetros financieros. De hecho, sus objetivos no se plasman bajo un concepto de cuantificación sino de rentabilidad a largo plazo”, apunta Carlos de Otto, executive coaching de OBP.
Servicio personalizado
“El coaching es un método particular y a medida de cada persona”, apunta Rosa Padeira, executive coaching de OBP. Por otra parte, el proceso de coaching comienza cuando aquellos que lo desean deciden buscar un coach para que los ayude a mejorar un aspecto específico de su comportamiento corporativo. “El proceso tiene una duración de entre cuatro y seis meses donde se realizan dos o tres reuniones mensuales de entre 90 y 180 minutos de duración”, señala Padeira. Durante estas reuniones se trata de ayudar al directivo a avanzar hacia sus metas a través de un intercambio de opiniones y observaciones para generar resultados previamente acordados. El coaching no es una oportunidad para corregir acciones o comportamientos de los demás. “No es actuar como el experto que tiene todas las respuestas aconsejando sobre lo que uno cree deben hacer los demás”, apunta Carlos de Otto.
Un perfil con experiencia
“El coach debe ser una persona de experiencia profesional en el sector donde va a ejercer su actividad”, indica Carlos de Otto. Además, y aunque puede resultar redundante, un coach debe ser alguien conocedor de la metodología y la ciencia del coaching. Una buena definición, haciendo uso de la terminología deportiva, es la de “un entrenador especializado que te aconseja, guía y estimula para que vayas más allá de las limitaciones que te impones a ti mismo y realices tu pleno potencial”.
Un aspecto importante dentro de la funcionalidad del coach es que si bien el servicio es contratado por la compañía, en ningún momento el coach reporta a la misma sobre el resultado del servicio. “Actúa como un confesor para el directivo”, apunta Otto. Entre las herramientas utilizadas por el coach, sobresale la denominada 360, que permite identificar los puntos ciegos del directivo. “No podemos vernos completamente a nosotros cuando nos comunicamos o cuando respondemos emocionalmente a un estímulo”, apunta Otto.
Aunque la mayoría de las herramientas de coaching se pueden utilizar por Internet, denominado e-coaching, “el mejor método debe tener siempre una parte presencial”, apunta Bardón. Además, a diferencia de los países anglosajones donde persiste un método apoyado principalmente en el teléfono o Internet, en nuestro país, se exige la presencia física para garantizar el buen funcionamiento del coaching.
OBP, un referente español en coaching
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Hace dos años, tres profesionales, provenientes de empresas de TI como Accenture y Microsoft, se plantean un camino profesional diferente más encaminado hacia el desarrollo de las personas. “El contacto con el coaching vino de forma casual –indica Carlos de Otto, de OBP–, ya que nuestro interés por ayudar a las personas a su desarrollo profesional nos llevó a conocer la existencia de este método y la forma en cómo se estaba desarrollando en Estados Unidos”. Tras varios cursos de formación, los tres socios de OBP se certificaron en coaching, conocieron su metodología y entraron en contacto con los suministradores de herramientas así como con los posibles partners. Actualmente, trabajan no sólo con clientes de TI, especialmente de hardware, sino también del sector farmacéutico.
¿Qué es el coaching?
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El concepto del coaching se remonta a la Grecia clásica con la aparición del arte de la mayéutica. Sócrates ayudaba a sus discípulos haciéndoles preguntas y permitiéndoles que encontraran la respuesta por sí mismos. Posteriormente, el coaching deriva del entrenamiento de deportistas hasta que John Whitmore decide aplicarlo al mundo empresarial hace más de dos décadas.
En su acepción más sencilla, el objeto del coaching consiste en ayudar a las personas a desarrollar lo mejor de sí mismas dentro del entorno profesiona