"El CIO debe liderar la transformación de su misión en la organización"
Eduardo García Arroyo, director general adjunto SCH
Cómo enfocar las operaciones y desarrollo de las TIC; cómo adquirir y mantener un nivel de gestión eficiente que permita concentrarse en aportar valor, cómo aumentar la productividad del negocio y ser más flexibles a los cambios, son las misiones fundamentales a las que deben hacer frente, en opinión de García Arroyo, los CIOs del futuro.
¿Cómo va a evolucionar el papel del CIO dentro de las organizaciones en los próximos años? ¿Continuarán orientado su actividad hacia el mundo de los negocio como hemos visto en estos últimos tiempos?
- Claramente, continúa la evolución de los últimos años hacia un perfil más proactivo que debe aportar valor, ideas y resultados al negocio a partir de un amplio conocimiento de la tecnología. El dilema para los CIOs es que esta transición es muy conflictiva por la distinta naturaleza de las capacidades y cualidades respecto al rol tradicional de “gestor de recursos y proyectos”, y además el acierto en el ritmo y momento adecuados para emprender la transición son claves para no comprometer la credibilidad del CIO.
¿Ha cambiado el papel del departamento de sistemas en su compañía?, ¿se consideran ahora las Tecnologías de la Información más estratégicas?
- Sin duda. En el Santander hemos externalizado las actividades más directamente relacionadas con la gestión de los proyectos y el mantenimiento del servicio, para poder concentrarnos en la comunicación con el negocio, entender su entorno competitivo y prioridades y liderar los cambios que se requieran. Este modelo nos ofrecerá nuevas oportunidades que hasta ahora no podíamos explotar adecuadamente, por la dificultad que mencionaba anteriormente de simultanear los dos roles.
¿Cómo pueden ayudar las TIC a la gestión y a su alineamiento con el negocio?
- Las TIC son una palanca fundamental para facilitar la adaptación permanente del negocio, ser más productivos, más competitivos, más innovadores. Lo estamos viendo, incluso en el ámbito particular, con los nuevos mercados y formas de operar que ha abierto el concepto de mobility (telefonía móvil + banda ancha), la revolución de Internet, la personalización de relaciones que nos ofrece el business intelligence, por citar tecnologías que ya han iniciado su camino por la curva de madurez.
¿Cuales serán en el futuro los mayores retos a los que se deba enfrentar el CIO?
- Creo que el fundamental y relacionado con el punto citado al principio es el de liderar la transformación de su propio rol, del cual se derivan algunos más, como por ejemplo: decidir cómo y cuándo externalizar la operación y desarrollo de las TIC, cómo adquirir y mantener un nivel de gestión eficiente que permita concentrarse en aportar valor, cómo aumentar la productividad del negocio y ser más flexibles a los cambios.
De cara al futuro, ¿qué proyectos tienen previsto acometer dentro de su entidad que contenga una importante carga de innovación y que pueda servir de referente al sector al que pertenece?
- Tenemos varios proyectos en marcha, pero uno de los fundamentales tiene que ver con aumentar la productividad del negocio utilizando un portal de comunicación personalizado para cada usuario y función dentro de la organización, y también con la personalización de la relación con el cliente con productos y servicios adaptados a sus hábitos de consumo y a través de su canal preferido.
¿Cómo va a evolucionar el papel del CIO dentro de las organizaciones en los próximos años? ¿Continuarán orientado su actividad hacia el mundo de los negocio como hemos visto en estos últimos tiempos?
- Claramente, continúa la evolución de los últimos años hacia un perfil más proactivo que debe aportar valor, ideas y resultados al negocio a partir de un amplio conocimiento de la tecnología. El dilema para los CIOs es que esta transición es muy conflictiva por la distinta naturaleza de las capacidades y cualidades respecto al rol tradicional de “gestor de recursos y proyectos”, y además el acierto en el ritmo y momento adecuados para emprender la transición son claves para no comprometer la credibilidad del CIO.
¿Ha cambiado el papel del departamento de sistemas en su compañía?, ¿se consideran ahora las Tecnologías de la Información más estratégicas?
- Sin duda. En el Santander hemos externalizado las actividades más directamente relacionadas con la gestión de los proyectos y el mantenimiento del servicio, para poder concentrarnos en la comunicación con el negocio, entender su entorno competitivo y prioridades y liderar los cambios que se requieran. Este modelo nos ofrecerá nuevas oportunidades que hasta ahora no podíamos explotar adecuadamente, por la dificultad que mencionaba anteriormente de simultanear los dos roles.
¿Cómo pueden ayudar las TIC a la gestión y a su alineamiento con el negocio?
- Las TIC son una palanca fundamental para facilitar la adaptación permanente del negocio, ser más productivos, más competitivos, más innovadores. Lo estamos viendo, incluso en el ámbito particular, con los nuevos mercados y formas de operar que ha abierto el concepto de mobility (telefonía móvil + banda ancha), la revolución de Internet, la personalización de relaciones que nos ofrece el business intelligence, por citar tecnologías que ya han iniciado su camino por la curva de madurez.
¿Cuales serán en el futuro los mayores retos a los que se deba enfrentar el CIO?
- Creo que el fundamental y relacionado con el punto citado al principio es el de liderar la transformación de su propio rol, del cual se derivan algunos más, como por ejemplo: decidir cómo y cuándo externalizar la operación y desarrollo de las TIC, cómo adquirir y mantener un nivel de gestión eficiente que permita concentrarse en aportar valor, cómo aumentar la productividad del negocio y ser más flexibles a los cambios.
De cara al futuro, ¿qué proyectos tienen previsto acometer dentro de su entidad que contenga una importante carga de innovación y que pueda servir de referente al sector al que pertenece?
- Tenemos varios proyectos en marcha, pero uno de los fundamentales tiene que ver con aumentar la productividad del negocio utilizando un portal de comunicación personalizado para cada usuario y función dentro de la organización, y también con la personalización de la relación con el cliente con productos y servicios adaptados a sus hábitos de consumo y a través de su canal preferido.
