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El carrete tradicional tiene rollo para rato

Luca Pulega, Director de Ventas de Digital & Applied Imaging para el Sur de Europa de Kodak y Victoria Gorbeña, Directora de la División Profesional de Kodak

El éxito de la tecnología digital en el campo de la fotografía está ya confirmado. Sin embargo, todavía tendremos que esperar bastante hasta que veamos una desaparición total de las cámaras analógicas. El principal cambio debe ser mental: las cámaras fotográficas digitales tienen que ofrecer tantas ventajas como para hacer que los miles de millones de aficionados que utilizan rollo químico dejen sus apreciadas cámaras en el cajón de su casa, después de haberles acompañado en los momentos más entrañables, especialmente en las queridas vacaciones. El sector profesional es otro cantar. Mientras algunos profesionales como los fotoperiodistas no han dudado ni un momento en las ventajas del cambio (inmediatez de la transmisión vía satélite desde cualquier punto del planeta) otros se aferran a su cámara, en la que en su día invirtieron los ahorros y que tan buen resultado les ha dado hasta ahora. Es el caso de los fotógrafos de boda. Dos expertos de Kodak, responsables de la gama de nuevos productos para consumo y para profesionales respectivamente, explican cómo está el pulso entre las dos tecnologías en estos momentos.

¿En qué punto evolutivo se encuentran los productos de imagen y fotografía destinados al gran público?
- Indudablemente ya, el futuro pasa por las cámaras fotográficas digitales. En las cámaras tradicionales está todo inventado mientras que la tecnología digital abre toda una nueva gama de posibilidades. Veremos su puesta en escena a lo largo de los próximos años. En estos momentos estamos trabajando sobre todo en su calidad. Si no ofrecemos por lo menos una calidad igual que la de las cámaras tradicionales con películas de 35 milímetros. no podemos pretender que estas cámaras se utilicen de una forma masiva. Además está el concepto de productividad. Un consumidor cambiará su cámara fotográfica tradicional por una digital cuando considere que hay una gran diferencia de productividad y que en definitiva va a ahorrar tiempo y dinero. Entonces hará el cambio.

¿Prevé la desaparición a corto plazo de los rollos de 35 mm. como ocurrió con los discos de vinilo?
- No, no, al menos en los próximos cinco años. El vinilo desapareció del mercado en menos de cinco años de salir el Compact Disc porque proporcionaba una mayor calidad con menores costes. Asimismo hay un factor mental que no se puede obviar. El éxito del CD estuvo basado en el hecho de que no era necesario cambiar todo tu equipo de música para escuchar CD sino que sólo le tenías que añadir un nuevo dispositivo. Este tipo de cosas parecen fútiles pero no lo son. Siempre que se modifica un concepto que ha estado presente durante mucho tiempo en la sociedad y que la propia sociedad ya ha adoptado como suyo, como es el caso de la fotografía, se necesita un periodo de adaptación. En este caso, el concepto de lo que hasta ahora hemos entendido por fotografía sí va a sufrir modificaciones porque aparecen nuevas posibilidades que hasta ahora eran impensables, por ejemplo, la edición y el retoque de un original, procesos hasta ahora restringidos a los profesionales. De hecho se podrán hacer auténticas maravillas. Son en realidad pequeños ordenadores a precios muy asequibles (algunas cámaras buenas están ya por las 80.000 pesetas e incorporan un aparato con el que el propio dueño puede programar la cámara a su gusto). Pero, como he dicho antes, la tecnología digital y tradicional convivirán todavía durante un tiempo en paralelo, aunque finalmente la primera termine sustituyendo a la segunda, que ya supera los cien años, aunque con buena salud.

¿Cuál será la próxima novedad?
- Una cámara cuya imágenes puedan transmitirse a un móvil. El dueño del móvil podrá a su vez transmitirlas a su ordenador o a su impresora. Todos estos nuevos aparatos que incorporan las últimas tecnologías responden a un trabajo de investigación que Kodak lleva realizando desde hace cuatro años. Además, es la única compañía del sector que ha desarrollado una estrategia global sobre tecnología digital.

¿Qué aceptación tiene la fotografía digital en el sector profesional?
- Nosotros dividimos el sector profesional en comercial, social y artes gráficas. Cada uno de estos sectores acepta y asume la técnica digital de diferente manera, dependiendo de las prioridades de cada uno. Si lo que prima es la inmediatez, evidentemente el profesional se decidirá por cambiar a lo digital. Si lo que prima es la calidad, la nitidez de colores y estructuras, de juego de sombras, etc. todavía se decantará, sin pensarlo, por las técnicas tradicionales. Además, esta situación se mantendrá así por una largo periodo de tiempo. Hay que tener también en cuenta que los profesionales de la fotografía suelen hacer fuertes desembolsos en sus equipos, de un millón de pesetas o más, y esperan que su inversión sea duradera para poderle sacar el máximo partido y rentabilizarla. Estamos hablando de equipos muy buenos y cuya vida está prevista para una década o más, a pleno rendimiento.

¿Tiene una idea de cuántos profesionales disponen ya de equipos digitales?
- Aproximadamente el 50%. En este 50% encontramos casi mayoritariamente fotógrafos de prensa. Es lógico, porque estos profesionales buscan la máxima rapidez y no les importa la calidad ya que en los diarios el papel utilizado no permite hacer maravillas.

¿Y los laboratorios? ¿Están ya digitalizados?
- Sí, casi el 100%. El montaje está ya digitalizado y lo mejor es que todavía pueden trabajar con el soporte tradicional, con la película química. De esta manera se combinan lo mejor de los dos mundos. Es lo que llamamos sistemas híbridos, que proporcionan una gran solidez al proceso fotográfico hoy en día.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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