El almacenamiento se enfrenta a un nuevo esquema de eficiencia
- Las nuevas estrategias de salvaguarda de datos ponen la mira en el control de costes y la sostenibilidad
- Éstos son posibles gracias a las soluciones ‘cloud’, la optimización de las infraestructuras, la virtualización y ‘green IT’
La rápida evolución del centro de datos está determinando un cambio profundo en el concepto de almacenamiento, que debe incorporar con rapidez nuevas propuestas y tecnologías que le proporcionen una alta flexibilidad, máxima eficiencia y permitan a su vez la reducción de costes, cada vez más demandadas por las empresas.
Las estimaciones de la consultora IDC indican que con el rápido aumento de los archivos digitales y los cambios de leyes y normativas, el mercado se halla inmerso en la búsqueda de soluciones de almacenamiento ampliables y, sobre todo, sostenibles. En opinión de los analistas, la presión presupuestaria provocará que las empresas aceleren los procesos de consolidación, virtualización y automatización de los centros de datos para conseguir la eficiencia y eficacia esperada.
Para los expertos, queda claro que el futuro del almacenamiento estará orientado a obtener la información disponible en el lugar correcto, en el momento adecuado, de manera automática, sin arriesgar la seguridad y la protección de los datos y, además, con una administración más simple. A diferencia de lo que ocurrirá con el sector del hardware, la industria del software experimentará crecimientos, sobre todo en lo que a servicios de SOA, SaaS y cloud computing se refiere.
‘Cloud’ como solución de negocio
El almacenamiento es uno de los tres componentes fundamentales para las empresas, junto con la capacidad de computación y comunicación, y la tecnología cloud comienza a cobrar interés por las nuevas oportunidades que abre en este campo. Un uso del almacenamiento abierto para habilitar el de “datos en nube” permite reducir la dependencia del hardware de alto precio, aprovechar el software de código abierto, crear una nueva clase de servicios controlados por datos y en consecuencia reducir los costes de operación.
Para Rafael Achaerandio, research manager de IDC España, “lo primero que debe quedar claro al momento de planificar una estrategia de almacenamiento desde la perspectiva de cloud es que estos servicios deben ser “offside”, es decir, depender de un proveedor externo, donde la localización no tiene relevancia”. Lo que debe quedar claro, incide Achaerandio, es que los servicios cloud abordan distintas necesidades emergentes de negocio y no son más que una manera más eficiente de provisión de información y aplicaciones a los clientes bajo un modelo de Internet, con las consiguientes ventajas de ofrecer menores barreras de acceso y costes inferiores de entrada a la tecnología. Esta infraestructura de TI basada en un modelo bajo demanda permite asumir picos o cargas impredecibles, así como costes compartidos de las soluciones, por ejemplo el archivo de activos digitales como backups, registros médicos, etc.
Pero la tendencia indica que la nube será parte de un amplio catálogo de opciones en expansión para los CIO, lo que exigirá un proceso de segmentación y adopción inteligente y meditada de las soluciones cloud, que tenga en cuenta criterios por carga y tipo de cliente, así como responda a los requerimientos básicos y suficientes para adaptarse a las necesidades de cada empresa. Esto, por otra parte, exigirá abordar una serie de retos, como son entre otros la seguridad, la dependencia de un proveedor o la capacidad de flexibilidad en los despliegues.
Desde el punto de vista de los CIO, las propuestas de cloud computing en el campo del almacenamiento resultan de máxima utilidad para afrontar muchas de sus preocupaciones, como son las que tienen que ver con la necesidad de aumentar la dedicación interna, la creación de valor, o el gobierno de las TI.
Más allá de estas consideraciones, a nadie escapa que la adopción de soluciones cloud se está acelerando por la crisis económica y que la necesidad de reducción de costes se ha transformado en un catalizador. Sin embargo, existen una serie inhibidores para su adopción. Según un estudio multicliente de IDC para el mercado SaaS, en España, durante 2009, “un tercio de las empresas no encontró ningún obstáculo para migrar hacia la nube”, pero el informe señala una serie de barreras. Los encuestados indican como puntos poco claros su funcionalidad (3%), integración (14%) o rigidez para adaptarse (19%). El proceso de cambio está en marcha, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Optimizando las inversiones
Para Javier Gutiérrez, director de almacenamiento de Bull en España, “nos encontramos en un momento en que se debe priorizar la optimización de las inversiones en este campo, empezando por aprovisionar correctamente a los recursos existentes, pero con especial foco en reducir la cantidad de datos redundados o duplicados, moviendo datos antiguos e identificando y reclamando el almacenamiento no utilizado”. Los responsables de TI deben ser conscientes de la importancia de contar con backups más fidedignos y trabajar para reducir el ancho de banda y los costes de protección de las aplicaciones.
Según datos de IDC, la gestión de los datos supera cuatro veces el precio de la inversión. El crecimiento progresivo de volúmenes de datos no identificados u obsoletos dificulta la gestión e incrementa sustancialmente el precio del almacenamiento. Por tanto, resulta imprescindible optimizar el archivo primario de datos en busca de mejoras en los niveles de servicio, una seguridad más eficiente y en consecuencia un nivel de costes de operaciones adaptados al entorno actual.
Como paso fundamental para llevar a cabo estrategias de este tipo resulta necesaria una evaluación del entorno de almacenamiento existente en la empresa y desarrollar un plan de acción priorizado que permita mejorar la eficiencia y los niveles de utilización. En la cabeza de la mayoría de los CIO está bien asentada la premisa de no llevar a cabo más inversiones innecesarias y modernizar las infraestructuras tecnológicas en base a un análisis previo. A partir de aquí, entra en escena el alineamiento de los SLA actuales con los requisitos del negocio, para lo que se requiere establecer un mapa de ruta comprometido para optimizar las inversiones a corto y medio plazo, así como una especial atención en reducir los riesgos al adoptar la tecnología, en base a una metodología de trabajo acorde a las necesidades de la empresa.
Tú virtualizas, él virtualiza…
Una de las innovaciones contemporáneas más importantes en el campo de las TI es el nacimiento y la implementación de las tecnologías de virtualización. A fin de sacar el máximo partido a la virtualización de los servidores, las organizaciones necesitan entender cómo proteger adecuadamente los entornos virtualizados. Uno de los principales desafíos a la hora de proteger las infraestructuras virtuales es que en lugar de instalar un agente de backup en cada servidor físico, las organizaciones han de implementar un agente en cada servidor virtual, lo que aumenta el número de agentes implementados, los costes y, aún más importante, la sobrecarga que el proceso de backup consume en cada servidor virtual. Como consecuencia, la virtualización es uno de los mayores motores de la transfor
- Éstos son posibles gracias a las soluciones ‘cloud’, la optimización de las infraestructuras, la virtualización y ‘green IT’
La rápida evolución del centro de datos está determinando un cambio profundo en el concepto de almacenamiento, que debe incorporar con rapidez nuevas propuestas y tecnologías que le proporcionen una alta flexibilidad, máxima eficiencia y permitan a su vez la reducción de costes, cada vez más demandadas por las empresas.
Las estimaciones de la consultora IDC indican que con el rápido aumento de los archivos digitales y los cambios de leyes y normativas, el mercado se halla inmerso en la búsqueda de soluciones de almacenamiento ampliables y, sobre todo, sostenibles. En opinión de los analistas, la presión presupuestaria provocará que las empresas aceleren los procesos de consolidación, virtualización y automatización de los centros de datos para conseguir la eficiencia y eficacia esperada.
Para los expertos, queda claro que el futuro del almacenamiento estará orientado a obtener la información disponible en el lugar correcto, en el momento adecuado, de manera automática, sin arriesgar la seguridad y la protección de los datos y, además, con una administración más simple. A diferencia de lo que ocurrirá con el sector del hardware, la industria del software experimentará crecimientos, sobre todo en lo que a servicios de SOA, SaaS y cloud computing se refiere.
‘Cloud’ como solución de negocio
El almacenamiento es uno de los tres componentes fundamentales para las empresas, junto con la capacidad de computación y comunicación, y la tecnología cloud comienza a cobrar interés por las nuevas oportunidades que abre en este campo. Un uso del almacenamiento abierto para habilitar el de “datos en nube” permite reducir la dependencia del hardware de alto precio, aprovechar el software de código abierto, crear una nueva clase de servicios controlados por datos y en consecuencia reducir los costes de operación.
Para Rafael Achaerandio, research manager de IDC España, “lo primero que debe quedar claro al momento de planificar una estrategia de almacenamiento desde la perspectiva de cloud es que estos servicios deben ser “offside”, es decir, depender de un proveedor externo, donde la localización no tiene relevancia”. Lo que debe quedar claro, incide Achaerandio, es que los servicios cloud abordan distintas necesidades emergentes de negocio y no son más que una manera más eficiente de provisión de información y aplicaciones a los clientes bajo un modelo de Internet, con las consiguientes ventajas de ofrecer menores barreras de acceso y costes inferiores de entrada a la tecnología. Esta infraestructura de TI basada en un modelo bajo demanda permite asumir picos o cargas impredecibles, así como costes compartidos de las soluciones, por ejemplo el archivo de activos digitales como backups, registros médicos, etc.
Pero la tendencia indica que la nube será parte de un amplio catálogo de opciones en expansión para los CIO, lo que exigirá un proceso de segmentación y adopción inteligente y meditada de las soluciones cloud, que tenga en cuenta criterios por carga y tipo de cliente, así como responda a los requerimientos básicos y suficientes para adaptarse a las necesidades de cada empresa. Esto, por otra parte, exigirá abordar una serie de retos, como son entre otros la seguridad, la dependencia de un proveedor o la capacidad de flexibilidad en los despliegues.
Desde el punto de vista de los CIO, las propuestas de cloud computing en el campo del almacenamiento resultan de máxima utilidad para afrontar muchas de sus preocupaciones, como son las que tienen que ver con la necesidad de aumentar la dedicación interna, la creación de valor, o el gobierno de las TI.
Más allá de estas consideraciones, a nadie escapa que la adopción de soluciones cloud se está acelerando por la crisis económica y que la necesidad de reducción de costes se ha transformado en un catalizador. Sin embargo, existen una serie inhibidores para su adopción. Según un estudio multicliente de IDC para el mercado SaaS, en España, durante 2009, “un tercio de las empresas no encontró ningún obstáculo para migrar hacia la nube”, pero el informe señala una serie de barreras. Los encuestados indican como puntos poco claros su funcionalidad (3%), integración (14%) o rigidez para adaptarse (19%). El proceso de cambio está en marcha, pero aún queda un largo camino por recorrer.
Optimizando las inversiones
Para Javier Gutiérrez, director de almacenamiento de Bull en España, “nos encontramos en un momento en que se debe priorizar la optimización de las inversiones en este campo, empezando por aprovisionar correctamente a los recursos existentes, pero con especial foco en reducir la cantidad de datos redundados o duplicados, moviendo datos antiguos e identificando y reclamando el almacenamiento no utilizado”. Los responsables de TI deben ser conscientes de la importancia de contar con backups más fidedignos y trabajar para reducir el ancho de banda y los costes de protección de las aplicaciones.
Según datos de IDC, la gestión de los datos supera cuatro veces el precio de la inversión. El crecimiento progresivo de volúmenes de datos no identificados u obsoletos dificulta la gestión e incrementa sustancialmente el precio del almacenamiento. Por tanto, resulta imprescindible optimizar el archivo primario de datos en busca de mejoras en los niveles de servicio, una seguridad más eficiente y en consecuencia un nivel de costes de operaciones adaptados al entorno actual.
Como paso fundamental para llevar a cabo estrategias de este tipo resulta necesaria una evaluación del entorno de almacenamiento existente en la empresa y desarrollar un plan de acción priorizado que permita mejorar la eficiencia y los niveles de utilización. En la cabeza de la mayoría de los CIO está bien asentada la premisa de no llevar a cabo más inversiones innecesarias y modernizar las infraestructuras tecnológicas en base a un análisis previo. A partir de aquí, entra en escena el alineamiento de los SLA actuales con los requisitos del negocio, para lo que se requiere establecer un mapa de ruta comprometido para optimizar las inversiones a corto y medio plazo, así como una especial atención en reducir los riesgos al adoptar la tecnología, en base a una metodología de trabajo acorde a las necesidades de la empresa.
Tú virtualizas, él virtualiza…
Una de las innovaciones contemporáneas más importantes en el campo de las TI es el nacimiento y la implementación de las tecnologías de virtualización. A fin de sacar el máximo partido a la virtualización de los servidores, las organizaciones necesitan entender cómo proteger adecuadamente los entornos virtualizados. Uno de los principales desafíos a la hora de proteger las infraestructuras virtuales es que en lugar de instalar un agente de backup en cada servidor físico, las organizaciones han de implementar un agente en cada servidor virtual, lo que aumenta el número de agentes implementados, los costes y, aún más importante, la sobrecarga que el proceso de backup consume en cada servidor virtual. Como consecuencia, la virtualización es uno de los mayores motores de la transfor
