El ahorro de costes como objetivo
Hay que superar numerosos desafíos tecnológicos y de gestión
Muchas compañías están recurriendo a la consolidación de servidores para combatir la complejidad y los costes asociados a la proliferación de servidores, un efecto que se ha producido como resultado del crecimiento comercial, de las operaciones descentralizadas y de las fusiones y adquisiciones entre empresas.
Aunque la consolidación de servidores puede realizarse de muchas formas, generalmente significa reubicar en menos lugares de instalación servidores ya existentes, o sustituir numerosos servidores pequeños por unos pocos sistemas de mayor tamaño... o ambas cosas. Sin embargo, para conseguirlo, es necesario superar numerosos desafíos tecnológicos y de gestión:
• Mantener los niveles de servicio existentes hasta ahora, de manera que las unidades comerciales no sufran ninguna degradación del rendimiento durante el proceso y no detecten después lo que se está realizando en un segundo plano. Esto significa generalmente tener que realizar por fases la consolidación, en lugar de intentar hacerlo de una sola vez.
• Elegir la combinación de cargas de trabajo adecuada para funcionar en cada servidor que es objeto de consolidación. Por ejemplo, combinar múltiples aplicaciones de “data warehousing” bajo un determinado sistema operativo dará lugar con seguridad a una competencia entre ellas por los recursos del sistema, con la consiguiente degradación del rendimiento.
• Utilizar las herramientas adecuadas para monitorizar, gestionar y optimizar el rendimiento y la disponibilidad de los servidores consolidados. Aunque las herramientas para esto son aún escasas, especialmente en las áreas Unix y Windows NT, hay productos de compañías como Tivoli y BMC que ofrecen capacidades de gestión en este sentido.
• Realizar una comprobación de activos. Determinar exactamente lo que se tiene, dónde está todo ello y en qué cantidad está disponible. No todas las aplicaciones pueden ser bien consolidadas. Algunas aplicaciones han sido diseñadas para funcionar de forma óptima en entornos de proceso homogéneos. Pasar a un entorno consolidado en estas situaciones puede requerir una migración a una plataforma totalmente nueva.
Agrupar todas estas cosas es una “tarea muy difícil” que requiere atender si están teniendo lugar choques y confrontaciones cuando se combinan múltiples cargas de trabajo en múltiples servidores y especificar en qué medida se están compartiendo recursos dentro de los servidores.
El éxito de una consolidación depende también de que sea posible contar con la aprobación necesaria al nivel de dirección superior. Como la mayoría de los proyectos de consolidación requieren la utilización de recursos cruciales, es importante determinar con mucha claridad cuáles son los objetivos, la cuantía de las reducciones de costos que pueden obtenerse y qué mejoras pueden preverse en el rendimiento y en la escalabilidad.
Tampoco hay que dudar en solicitar ayuda. Una vez definidos con claridad los objetivos, es conveniente establecer contacto con una firma colaboradora que haya realizado antes ese trabajo.
Si se realiza correctamente, los beneficios de la consolidación de servidores pueden extenderse mucho más allá de los obvios ahorros de costos. En última instancia, la consolidación es un medio para simplificar el entorno de servidores, pero sólo si el servicio a las unidades comerciales no resulta afectado.
Los departamentos de TI deben demostrar que pueden ahorrar dinero, reducir la complejidad, disminuir el personal necesario, añadir flexibilidad y aumentar al máximo las capacidades de la infraestructura para nuestros clientes, y todo ello sin poner en peligro sus proyectos o la estabilidad y la disponibilidad de los servidores.
Aunque la consolidación de servidores puede realizarse de muchas formas, generalmente significa reubicar en menos lugares de instalación servidores ya existentes, o sustituir numerosos servidores pequeños por unos pocos sistemas de mayor tamaño... o ambas cosas. Sin embargo, para conseguirlo, es necesario superar numerosos desafíos tecnológicos y de gestión:
• Mantener los niveles de servicio existentes hasta ahora, de manera que las unidades comerciales no sufran ninguna degradación del rendimiento durante el proceso y no detecten después lo que se está realizando en un segundo plano. Esto significa generalmente tener que realizar por fases la consolidación, en lugar de intentar hacerlo de una sola vez.
• Elegir la combinación de cargas de trabajo adecuada para funcionar en cada servidor que es objeto de consolidación. Por ejemplo, combinar múltiples aplicaciones de “data warehousing” bajo un determinado sistema operativo dará lugar con seguridad a una competencia entre ellas por los recursos del sistema, con la consiguiente degradación del rendimiento.
• Utilizar las herramientas adecuadas para monitorizar, gestionar y optimizar el rendimiento y la disponibilidad de los servidores consolidados. Aunque las herramientas para esto son aún escasas, especialmente en las áreas Unix y Windows NT, hay productos de compañías como Tivoli y BMC que ofrecen capacidades de gestión en este sentido.
• Realizar una comprobación de activos. Determinar exactamente lo que se tiene, dónde está todo ello y en qué cantidad está disponible. No todas las aplicaciones pueden ser bien consolidadas. Algunas aplicaciones han sido diseñadas para funcionar de forma óptima en entornos de proceso homogéneos. Pasar a un entorno consolidado en estas situaciones puede requerir una migración a una plataforma totalmente nueva.
Agrupar todas estas cosas es una “tarea muy difícil” que requiere atender si están teniendo lugar choques y confrontaciones cuando se combinan múltiples cargas de trabajo en múltiples servidores y especificar en qué medida se están compartiendo recursos dentro de los servidores.
El éxito de una consolidación depende también de que sea posible contar con la aprobación necesaria al nivel de dirección superior. Como la mayoría de los proyectos de consolidación requieren la utilización de recursos cruciales, es importante determinar con mucha claridad cuáles son los objetivos, la cuantía de las reducciones de costos que pueden obtenerse y qué mejoras pueden preverse en el rendimiento y en la escalabilidad.
Tampoco hay que dudar en solicitar ayuda. Una vez definidos con claridad los objetivos, es conveniente establecer contacto con una firma colaboradora que haya realizado antes ese trabajo.
Si se realiza correctamente, los beneficios de la consolidación de servidores pueden extenderse mucho más allá de los obvios ahorros de costos. En última instancia, la consolidación es un medio para simplificar el entorno de servidores, pero sólo si el servicio a las unidades comerciales no resulta afectado.
Los departamentos de TI deben demostrar que pueden ahorrar dinero, reducir la complejidad, disminuir el personal necesario, añadir flexibilidad y aumentar al máximo las capacidades de la infraestructura para nuestros clientes, y todo ello sin poner en peligro sus proyectos o la estabilidad y la disponibilidad de los servidores.
