El 53% de las empresas afirma que el proyecto de ERP no acaba nunca
Según el estudio ERPs Second Wave de Deloitte Consulting
El proyecto de implantación de un ERP es un proceso continuo. El estudio ERPs Second Wave de Deloitte Consulting así lo pone de manifiesto: “el 53% de los encuestados afirman que el proyecto de ERP no acaba nunca. Concebir la implantación del sistema como el inicio de una segunda etapa del camino a recorrer para obtener todos los beneficios y capacidades del software es la esencia del estudio”, señala Pedro Benito, senior manager de Deloitte Consulting. La firma global de servicios de consultoría propone un modelo del proceso que sintetiza las prácticas de las compañías de mayor éxito en el proceso de implantación de un ERP con el objetivo de mejorar la obtención de beneficios con estos sistemas.
Con un universo de 230 personas entre los que se incluyen usuarios, empleados de TI y directivos procedentes de un total de 85 empresas que al menos han implantado una parte significativa del ERP y de las que el 50% configuran su cartera de clientes, Deloitte Consulting ha elaborado un estudio, en palabras de Enrique Martínez, consejero delegado de la compañía para Iberia, “de interés para el mercado y para nuestros clientes en el sentido que analiza desde otro ángulo lo que pasa en las empresas durante este proceso”.
Entre las razones que barajan las compañías para implantar un sistema de gestión empresarial, el estudio distingue entre motivos tecnológicos y motivos operacionales. Dentro de los primeros, un 47% de los encuestados arguyen como principal razón para implantar un ERP la existencia de diferentes soluciones para resolver problemas que pueden ser solventados por un sistema de estas características; mientras que en el segundo apartado, un 25% de los encuestados declararon que un rendimiento no competitivo comparado con su mercado y una alta estructura de costes son los dos motivos principales. Todo con la expectativa de reducir costes a tres niveles: personal (34%), de inventario (33%) y de infraestructura de Tecnologías de la Información (11%).
El proyecto de implantación de ERP se concibe como un trayecto en el que, “tras arrancar el sistema, han de acometerse dos fases una de mejora de eficacia mediante la implantación de soluciones complementarias y otra de transformación de la forma de negocio vía organización encaminada a procesos y considerando a la información como un activo de la empresa”, añade Benito. Una nueva concepción de la implantación de ERPs en la que atención a las personas se configura como un condiconante esencial para la obtención de resultados de negocio. En este sentido, José Manuel Fernández, socio de la firma, asegura que “una integración de personas y tecnología es clave”.
Con un universo de 230 personas entre los que se incluyen usuarios, empleados de TI y directivos procedentes de un total de 85 empresas que al menos han implantado una parte significativa del ERP y de las que el 50% configuran su cartera de clientes, Deloitte Consulting ha elaborado un estudio, en palabras de Enrique Martínez, consejero delegado de la compañía para Iberia, “de interés para el mercado y para nuestros clientes en el sentido que analiza desde otro ángulo lo que pasa en las empresas durante este proceso”.
Entre las razones que barajan las compañías para implantar un sistema de gestión empresarial, el estudio distingue entre motivos tecnológicos y motivos operacionales. Dentro de los primeros, un 47% de los encuestados arguyen como principal razón para implantar un ERP la existencia de diferentes soluciones para resolver problemas que pueden ser solventados por un sistema de estas características; mientras que en el segundo apartado, un 25% de los encuestados declararon que un rendimiento no competitivo comparado con su mercado y una alta estructura de costes son los dos motivos principales. Todo con la expectativa de reducir costes a tres niveles: personal (34%), de inventario (33%) y de infraestructura de Tecnologías de la Información (11%).
El proyecto de implantación de ERP se concibe como un trayecto en el que, “tras arrancar el sistema, han de acometerse dos fases una de mejora de eficacia mediante la implantación de soluciones complementarias y otra de transformación de la forma de negocio vía organización encaminada a procesos y considerando a la información como un activo de la empresa”, añade Benito. Una nueva concepción de la implantación de ERPs en la que atención a las personas se configura como un condiconante esencial para la obtención de resultados de negocio. En este sentido, José Manuel Fernández, socio de la firma, asegura que “una integración de personas y tecnología es clave”.
