Durlacher se introduce en España con la presentación de un estudio sobre UMTS
El uso de esta tecnología no se generalizará hasta 2005
La compañía de investigación de mercados e inversiones de origen británico, Durlacher ha abierto sus oficinas en Madrid, inaugurando así su filial española.
De esta forma, la firma da un paso más en su estrategia de expansión por el continente europeo. Según señaló Andy Bottomley, director de investigación y consejero de Durlacher, esta compañía basa su actividad en la exploración y el análisis de las implicaciones de las nuevas tecnologías en los ámbitos empresarial y privado, actuando también como intermediario financiero. David Herbada, director general de Durlacher España, declaró que en su primer año en nuestro país la compañía prevé dedicarse la investigación, ya que no tiene obligación de invertir unas cantidades determinadas, sino que la inversión que realicen dependerá de las oportunidades de negocio que detecten. Debido a este interés inversor, Durlacher no vende sus estudios que se centran en las siguientes áreas: Tecnologías de la Información, aplicaciones informáticas, contenidos y redes de telecomunicaciones.
En nuestro país, Durlacher cree que los campos donde existen más oportunidades de negocio son: tecnología móvil, contenidos (por el mercado hispanohablante), aplicaciones informáticas de empresa, radiodifusión y acceso a Internet de banda ancha.
Como carta de presentación, Durlacher ha presentado asimismo en España su estudio UMTS: “an investment perspective” que abarca también la situación del mercado español respecto al europeo.
Entre las principales conclusiones que se desprenden de este estudio, cabe señalar que el definitivo despegue de esta tecnología no se producirá hasta el año 2005, según afirma Durlacher. Hasta entonces, el número de usuarios de UMTS será meramente anecdótico, según la firma.
Aún así, el estudio aboga por la viabilidad de esta tecnología y por la supervivencia de las operadoras de telefonía móvil pese al alto coste de las licencias. Asimismo, señala que hasta ahora el negocio inalámbrico proviene de SMS (mensajes cortos) y que WAP no “arrancará” hasta que no se implante el GPRS, que se convertirá en un mercado de masas para 2002.
De esta forma, la importancia y el período de vigencia de GPRS serán mucho mayores de lo previsto en un principio y en el año 2003 sólo proporcionará 200 Kbps de memoria frente a los 2Mbps previstos. Hasta el año 2005 no se generalizará el uso de UMTS y no será posible ejecutar aplicaciones móviles multimedia en tiempo real a través de esta tecnología.
Para ello, según la firma Durlacher, será necesaria la implementación de lo que denomina “tecnologías de comunicaciones móviles de cuarta generación”, basadas en esquemas de modulación OFDM y en la diferenciación de canales de envío.
De esta forma, la firma da un paso más en su estrategia de expansión por el continente europeo. Según señaló Andy Bottomley, director de investigación y consejero de Durlacher, esta compañía basa su actividad en la exploración y el análisis de las implicaciones de las nuevas tecnologías en los ámbitos empresarial y privado, actuando también como intermediario financiero. David Herbada, director general de Durlacher España, declaró que en su primer año en nuestro país la compañía prevé dedicarse la investigación, ya que no tiene obligación de invertir unas cantidades determinadas, sino que la inversión que realicen dependerá de las oportunidades de negocio que detecten. Debido a este interés inversor, Durlacher no vende sus estudios que se centran en las siguientes áreas: Tecnologías de la Información, aplicaciones informáticas, contenidos y redes de telecomunicaciones.
En nuestro país, Durlacher cree que los campos donde existen más oportunidades de negocio son: tecnología móvil, contenidos (por el mercado hispanohablante), aplicaciones informáticas de empresa, radiodifusión y acceso a Internet de banda ancha.
Como carta de presentación, Durlacher ha presentado asimismo en España su estudio UMTS: “an investment perspective” que abarca también la situación del mercado español respecto al europeo.
Entre las principales conclusiones que se desprenden de este estudio, cabe señalar que el definitivo despegue de esta tecnología no se producirá hasta el año 2005, según afirma Durlacher. Hasta entonces, el número de usuarios de UMTS será meramente anecdótico, según la firma.
Aún así, el estudio aboga por la viabilidad de esta tecnología y por la supervivencia de las operadoras de telefonía móvil pese al alto coste de las licencias. Asimismo, señala que hasta ahora el negocio inalámbrico proviene de SMS (mensajes cortos) y que WAP no “arrancará” hasta que no se implante el GPRS, que se convertirá en un mercado de masas para 2002.
De esta forma, la importancia y el período de vigencia de GPRS serán mucho mayores de lo previsto en un principio y en el año 2003 sólo proporcionará 200 Kbps de memoria frente a los 2Mbps previstos. Hasta el año 2005 no se generalizará el uso de UMTS y no será posible ejecutar aplicaciones móviles multimedia en tiempo real a través de esta tecnología.
Para ello, según la firma Durlacher, será necesaria la implementación de lo que denomina “tecnologías de comunicaciones móviles de cuarta generación”, basadas en esquemas de modulación OFDM y en la diferenciación de canales de envío.
