DMR Consulting

Se sigue con atención –impregnada de curiosidad sana en unos casos y, en otros, de malévolos deseos– la evolución de DMR Consulting después de ser comprada a Fujitsu por parte de los empleados –55% de acciones– y por socios financieros –45% restante–. Se comprende el interés del seguimiento porque, siendo una compañía en línea de crecimiento que, en el ejercicio económico de 2003, alcanzó una cifra de resultados de 160 millones de euros, puede tener importancia –para clientes y competidores fundamentalmente– su forma de actuar y proyectarse sin el paraguas protector de una compañía con una trayectoria reconocida por los clientes como Fujitsu. Asimismo, ha influido en aportar ingredientes especulativos el hecho de que uno de los más significados artífices de la operación de compra a Fujitsu, Pelayo Villanueva, desde su puesto de director general de DMR Consulting –posee el segundo mayor paquete de acciones entre los empleados– haya decidido abandonar la compañía.
La nueva singladura de una DMR Consulting organizada como pequeña multinacional, con sedes en nueve países –España, donde reside la dirección general, Argentina, Chile, Méjico, Brasil, Portugal, Italia, Alemania, y Austria– basa su funcionamiento en una estructura donde los sectores son grandes protagonistas en la generación de negocio, siendo los directores de cada uno de ellos coordinados por el director general. De su buen hacer dependen los resultados de la compañía. Se deduce, por lo tanto, un gran interés por parte de todos esos directores por contribuir activamente en el incremento de los beneficios, ya que el variable de todos los empleados está cimentado en la rentabilidad de la compañía. Asimismo, al funcionar como una cooperativa, se presupone un especial estímulo a todos los miembros de la plantilla. Esta singlar y característca forma de gestionar -en el sector de las TI- ha sido, sin duda alguna uno de los factores que han contribuido a su positiva evolución.
Por lo que respecta a la marcha de Pelayo Villanueva de DMR Consulting –con sus acciones consolidadas, por sus más de tres años de permanencia en la empresa– habrá que interpretarla como un deseo personal de descansar, declinando funciones de gran actividad, o inquietudes por moverse en otros terrenos donde el día a día no sea tan atosigante. Porque, el paquete de acciones que posee de DMR Consulting, contribuirá a que permanezca permanentemente alerta a la evolución de sus resultados. Los resultados de la compañía en el 2004, también por parte de él, serán examinados con singular atención en nuestro sector.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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