Detectar señales de hostilidad

Cómo retener a los empleados más valiosos

¿Desea retener a sus empleados más valiosos? Observe las señales que podrían estar enviando esos empleados si tienen la intención de abandonar la empresa.

Es un hecho conocido que la rotación del personal es el problema número1 en los departamentos de Tecnologías de la Información, y que se está prestando más atención que nunca a conservar los empleados TIC. Poner en marcha en su nuevo puesto de trabajo a nuevos empleados es una tarea difícil, y no se sabe cuántos de ellos no merecen posiblemente ese esfuerzo de hacer que estén en condiciones de trabajar. Conviene por lo tanto preguntarse si uno está en condiciones de interpretar las señales que emiten los empleados cuando están pensando en abandonar la empresa. Esas señales pueden no ser intuitivas, lo mismo que la capacidad de responder a ellas correctamente. Y, ¿cómo distinguir a los que podría conseguirse conservar de aquellos cuya actitud podría deteriorarse aún más?

Perfil de un empleado hostil
La buena noticia es que existe un perfil bastante fiable de los empleados que probablemente están buscando otro trabajo, que permite identificarlos. Y la mala noticia es que es un perfil que probablemente se ajusta a una cantidad muy grande de los empleados. Algunos expertos recomiendan vigilar especiamente las personas que han terminado la carrera hace 5 a 10 años, y que poseen titulaciones en ingeniería. Otros expertos sitúan el periodo de peligro entre 5 y 7 años. Sin embargo, todos coinciden en que si no se consigue capacitar a la gente en diferentes tecnologías, probablemente abandonarán. Si el trabajo es poco interesante, es difícil retener a los empleados. Los nuevos retos y desafíos van de la mano con la tecnología más excitante y de mayor actualidad. Si en el trabajo que se les ha asignado no hay algún reto o desafío a afrontar, o si permanecen en el mismo puesto durante mucho tiempo, los trabajadores TI buscarán otras oportunidades que les ofrezcan esos retos que están buscando.
Los empleados TI piensan, incluso en mayor medida que otros profesionales, que tienen que mantener la relevancia y la oportunidad de ofrecer sus conocimientos y capacidades. Si no se les ayuda a mantenerse al día, se les estará empujando a buscar en otra parte oportunidades que les ofrezcan esa posibilidad.

Primeros avisos
Algunos signos de que un empleado está probando nuevos rumbos resultan bastante obvios. Algunos no lo son. La siguiente es una lista de ellos:
- Llegan tarde y se van pronto.
- Comienzan a hablar de baja por enfermedad, o de tomar vacaciones.
- Si el más descuidado de la oficina descubre de repente la conveniencia de llevar la ropa bien planchada y vestirse de manera formal. (Con suerte, se tratará de alguna nueva amistad, pero lo más probable es que haya recibido ofertas en otra parte.)
- Falta de participación.Esta pasividad puede consistir en estar de acuerdo con opiniones que antes habrían puesto en marcha una guerra de enfrentamientos.
- Según algunos expertos, también hay que vigilar a los empleados que expresan un nuevo interés por las fechas de terminación de un proyecto. Podrían desear no comprometerse con periodos largos al sospechar que no estarán ya en la empresa para terminarlos.
El verdadero problema está en que la mayoría de los directores TI pasan por alto las manifestaciones de descontento, en espera de que desaparezcan. ¿El motivo? Porque es más fácil ignorarlas y evitar una confrontación. Los jefes se convencen a sí mismos de que el empleado superará el problema, cualquiera que éste sea. Por el contrario, lo que hay que hacer es enfrentarse a la realidad y hablar con el empleado sobre su descontento. Si no se hace así, esa insatisfacción se convertirá en apatía. Y esta apatía es lo que completa el círculo vicioso: El empleado ya no parece estar insatisfecho, y el jefe se convence a sí mismo de que tenía razón y de que el problema ha desaparecido. Nada de eso. En realidad, es el empleado el que está dispuesto a marcharse. La apatía es la peor pesadilla de cualquier jefe; una señal avanzada de que el empleado ya está mentalmente fuera. Será sólo cuestión de tiempo.
Muchos directores pasan por alto las primeras señales de que los empleados están descontentos. Si se deja que esta situación permanezca, puede preverse que habrá otro cambio de comportamiento. Pero será ya demasiado tarde para hacer algo al respecto.
Antes de abandonar, algunos empleados TI podrían intentar atraer a otras personas hacia su opinión contraria a la compañía o al jefe en cuestión. La infelicidad busca compañía: esos empleados están buscando a otros descontentos o descontentos potenciales. Si tienen éxito, hay que tener cuidado.

Qué hacer
¿Qué hacer entonces cuando se sospecha, aunque no se está seguro, de que un empleado está considerando la posibilidad de buscar otro trabajo? Lo mejor es cortar por lo sano ese abandono, en todas las formas acostumbradas. Comunicar. Informar sobre todos los proyectos interesantes y atractivos que están en marcha. Ayudar a los empleados a mejorar sus conocimientos y capacidades técnicas. Asegurarse de que el paquete de compensaciones que se les ofrece es competitivo dentro del sector. Y tener en cuenta esta fría advertencia: Si se buscan los motivos del abandono, casi siempre son una variante de “Mi jefe es un inútil”, o algo así. Los jefes que lo son, tienden a asumir que se trata de un problema de dinero, porque eso les libera de una situación difícil.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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