Dell reduce precios

El anuncio hecho por Dell Computer, de reducción de precios en sus líneas de productos hasta un 22%, ha suscitado sorpresa, o especulaciones –o las dos reacciones al mismo tiempo– entre quienes de una u otra forma pueden verse afectados por la medida. A todos les gustaría conocer los motivos que han propiciado la acción porque, una decisión de esta índole –además de muy estudiada, meditada, y reflexionada– tiene que perseguir objetivos a corto plazo como podrían ser: Neutralizar posiciones de ventaja de la competencia; perseguir el aprovechamiento de un momento del mercado coyunturalmente propicio a las ventas; o ser el inicio de una estrategia de pulso a competidores, abortando operaciones de venta ante la creación de expectativas favorables de compra para los usuarios.
Las decisiones de reducción de precios, siendo siempre bienvenidas desde las posiciones compradoras, invitan a hacer análisis de cuantificación de las posibles repercusiones en el mercado y, más concretamente, en el nuestro. Porque, en el caso del anuncio de Dell, referidas las rebajas a los precios de lista, ¿significaría que es imposible superar el techo del 22%? Conociendo las vicisitudes por las que se mueven los proveedores en sus confrontaciones de ofertas para la consecución de contratos, parece razonable interpretar que ni para Dell, ni para sus competidores, tiene que suponer una referencia infranqueable la reducción máxima anunciada. Dell, y sus competidores, han hecho –y lo continuarán haciendo cuando esté en juego la participación en un proyecto cuantitativamente importante en el que, bajo la óptica de un planteamiento estratégico, puede ser inequívocamente rentable– descuentos superiores cuando, en una operación de venta significativamente atractiva, el usuario había puesto especial empeño en resaltar que, sin renunciar un ápice a las exigencias y requerimientos técnicos demandados, sería el menor precio quien decidiría el contrato.
Serán las fluctuaciones del mercado y las exigencias del comprador las que, como siempre, marquen el último precio a pagar. Ateniéndose en todo momento, por supuesto, a la sagrada norma de no perder jamás de vista el horizonte de los beneficios. Por este motivo, Dell debe saber que, en nuestro mercado, tiene que seguir compitiendo con la misma dureza que hasta ahora porque, para sus competidores con experiencia, lo del 22% , es como una anécdota.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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