Decisión de la TGSS

Resulta fundamental para los proveedores, antes de redactar las ofertas, conocer lo más detalladamente posible los criterios, afinidades, manías, y debilidades, de las personas que más fuerza se les supone en el momento de tomar la decisión. Por ello, tanto los que optan a alguna contratación, como quienes aspiran a poderlo hacer en cuanto se les presente la oportunidad, ansían seguir lo más cerca posible el curso de las evaluaciones y posteriores adjudicaciones, para tomar buena nota de las características que mejor definen al comprador. Cosa que ocurre mientras se espera la decisión de la Tesorería General de la Seguridad Social respecto a dos concursos de asistencia técnica con presupuestos de unos 25 millones de euros cada uno. Porque, habiendo dejado a los ofertantes la posibilidad de enriquecer sus ofertas a través del apartado de “prestaciones adicionales”–que puede marcar diferencias entre concursantes, tanto en tema de precios como de compromiso, recursos, o filosofía–resulta que una Unión Temporal de Empresas regala horas de sus mejores recursos para poder ser utilizados en nuevos desarrollos adicionales o complementar otros actuales, mientras que la otra UTE ofrece dos herramientas –referidas a metodología de desarrollo de proyectos y gestor de contenidos para entorno Internet– de sus propias empresas. El interrogante que se abre afecta al procedimiento que el cliente habrá utilizado para evaluar cada prestación adicional. Porque, así como el concepto horas es fácilmente valorable, hacerlo con las herramientas parece más complicado ya que podría aplicarse el precio de lista, y no el que resultaría de una confrontación con productos similares de otras compañías, que tendría que ser notablemente más bajo. Además, así como las horas son susceptibles de utilizar desde ya mismo, las herramientas tendrían que esperar su ocasión. La expectación está servida.