De SIMO a Comdex
La práctica coincidencia en fechas de SIMO y la edición de otoño de Comdex , las dos ferias de TI más importantes de España y Estados Unidos, no es la única similitud entre ambos eventos. Curiosamente, tanto SIMO como Comdex se encuentran en un momento de replanteamiento de su modelo ferial. SIMO ha visto crecer en los últimos años el número de visitantes, aunque paralelamente ha contemplado cómo la “calidad” de éstos ha descendido. En parecidas circunstancias se encuentra Comdex, que ha pasado de ser un evento muy profesional, orientado a distribuidores y empresas, a convertirse en una feria pensada para el usuario doméstico. Tanto desde SIMO como desde Comdex se apuesta por reforzar el carácter profesional de ambos certámenes -algo en lo que viene trabajando SIMO desde hace años- implantando restricciones que limitan la entrada de visitantes no profesionales; responden así, según sus propias palabras, a los requerimientos de los expositores. Hasta aquí, todo correcto. La paradoja aparece cuando son las propias empresas expositoras las que se felicitan por el éxito del certamen y siguen pidiendo más y más visitantes. Se trata de una especie de esquizofrenia empresarial que exige a ambos eventos lo mejor de ambos mundos: muchos visitantes (más de 200.000) y de alto nivel profesional (personas con elevada capacidad de decisión en procesos de compra) Lo que resulta evidente es que, sin ser excluyentes, ambos objetivos son difícilmente alcanzables. Es hora de olvidar la vieja dicotomía calidad/cantidad y trabajar con el objetivo de construir eventos lo suficientemente polivalentes como para que todos -profesionales y no-profesionales- encuentren aquello que buscan. Lejos de debates estériles sobre el perfil de los visitantes, SIMO y Comdex son lo que son: el punto de encuentro de más de 200.000 personas interesadas por las Tecnologías de la Información. Como seña de identidad, me parece más que suficiente.
