De la gestión por procesos al BPM

Cuando decimos que hacemos las cosas bien, ¿queremos decir que las hacemos bonitas?, ¿o baratas?, ¿quizá de forma más rápida? Es fácil decir que hacemos las cosas bien, pero no es tan fácil explicarlo. Si pensamos un poco, llegaremos a la conclusión de que hacer las cosas bien significa hacerlas cada vez con menos recursos, sin que ello implique sacrificar calidad ni prestaciones. Toda esta disquisición ilustra perfectamente el tema de la gestión por procesos, porque esta filosofía no deja de ser una aproximación a hacer las cosas bien, cambiando los viejos modus operandi con los que hemos venido funcionando toda la vida en nuestros procesos de negocio.
Estas filosofías de mejora de procesos de fabricación fueron concebidas en los EE.UU., pero su implantación de forma efectiva se realizó en la industria automovilística nipona. Este hecho dio origen a muchos modelos de referencia ampliamente implantados en la actualidad como son el lean manufacturing y el just in time. Ahora bien, todo esto que se ha aplicado con éxito demostrado a los procesos de fabricación, ¿es exportable a aquellos procesos de negocio que no son de fabricación, es decir, a los procesos de soporte o a los procesos de servicio?, ¿es posible pasar de la ejecución artesana de los procesos administrativos o de desarrollo de sistemas, a procesos industrializados de soporte y servicios? La respuesta es afirmativa, pero ¿cuál es el resultado? Éste consiste en la realización de dichos procesos de forma normalizada, lo cual permitirá facilitar su repetitividad, su medición y, a través de ésta, determinar las posibilidades de optimización del proceso en cuestión, ya sea simplificando los puntos de control, eliminando algunas de las tareas implicadas y evaluando la viabilidad técnica y económica de su automatización.

Mareo de siglas
En estos tiempos que corren nos bombardean con multitud de siglas que empiezan por BP, desde el BPM, pasando por el BPA, sin olvidar el BPR... Toda esta ensalada de siglas no hace más que sembrar la confusión entre el respetable. En muchas actividades empresariales, no es necesario reinventar la rueda, existen modelos que proponen una estandarización basada en las mejores prácticas de la industria. En el mundo de las TI, existen varios modelos de referencia: ITIL, CMM y COBIT. En cuanto a la tecnología, distinguimos entre las herramientas y los motores. Entre las primeras podemos distinguir aquéllas que permiten modelizar los procesos y su automatización y las que establecen los mecanismos de seguimiento. Por su parte, los motores permiten automatizar el flujo de actividades dentro de los sistemas de información.


I. Fernández es responsable de administración y seguridad de la información de Gas Natural.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

ny2 ACTUALIDAD

ny2 Sociedad de la información

Día de la Movilidad y el BYOD Coffee Break