De Dublín a Madrid

La verdad es que cuesta, pero hay veces que nuestros dirigentes llegan a entender la crítica situación que en materia de innovación tecnología atraviesa nuestro país. Me refiero, como no, al tantas veces escuchado y loado ejemplo irlandés, en donde tras una decidida apuesta por las nuevas tecnologías ha conseguido situarse en uno de los países europeos de cabecera. Muchas han sido las veces que hemos tenido que agachar la cabeza cuando se hablaba de Irlanda, y lo que de verdad sentíamos no era otra cosa que envidia. Envidia por tener unos gobernantes comprometidos y convencidos con que el desarrollo del país va unido de forma irremediable a una decidida inversión tecnológica. Pues bien, cual no es mi sorpresa cuando empiezo a percibir que el ejemplo irlandés ha superado la fase de fascinación a nuestros políticos y para muchos –más bien algunos– es algo que se podría extrapolar a nuestro país. Y como no podía ser de otra forma, ¿o sí?, quien se ha lanzado a la aventura irlandesa ha sido Madrid. El Ayuntamiento de Madrid ha anunciado –esperemos que no se quede en esto– la puesta en marcha de El Parque Tecnológico de la Ciudad de Madrid con el objetivo de solventar la carencia de infraestructuras de innovación. El nuevo parque se ubicará en una superficie de 800.000 metros cuadrados y en él se dará acogida a empresas punteras en diferentes áreas de innovación. Eso sí, para verlo en funcionamiento tendremos que esperar a la próxima legislatura. Era demasiado bonito, y como en todo, será necesario esperar un cierto tiempo. El problema es que ese tiempo, a estas alturas, es demasiado valioso.