¿De dónde viene el NC...?

... y ¿Adónde va...?

En Mayo de 1990, "Computerworld" informó de la llegada al mercado de PCs Compaq de bajo costo, para ofrecer a los usuarios "una alternativa económica pero de alta calidad" a los nudos de red. Hoy, está teniendo lugar casi una estampida para comercializar ordenadores de red como alternativas a los PCs.

Dónde deben tener lugar el proceso y la manipulación de bases de datos en el proceso de datos? Parece que no hay una respuesta definitiva; primero fue el servidor el elegido, mientras que ahora lo es el cliente.

Aunque el presidente de Microsoft, Bill Gates, planteó en Junio pasado a los editores de "Computerworld" la pregunta: "¿En qué son diferentes un PC sin disco y un dispositivo Internet?", cuatro meses más tarde Microsoft e Intel anunciaron un NetPC destinado principalmente a reducir los costos de personal de mantenimiento de un ordenador desktop.

PC ó no PC, esa es la cuestión. Los ordenadores de red adquirieron un gran impulso en 1996 y podrían ser el acontecimiento más importante en el sector de Tecnologías de la Información en 1997. Al haberse realizado ya presentaciones reales de estos productos, nadie puede hablar ya de "vaporware", así que este podría ser un momento adecuado para analizar la historia de esta alternativa al PC.

Parece que en lo que se refiere a los ordenadores de red, incluso aquellos que recuerdan el pasado están dispuestos a repetirlo.

Cada vez menos inteligente

A finales de los años 50 comenzaron a aparecer los terminales no inteligentes conectados a mainframes. Un terminal no inteligente era una máquina de visualización que carecía de capacidad de proceso. Podía ser utilizada en algunos casos para introducir e imprimir datos, mientras el ordenador host llevaba a cabo casi todo lo demás.

A finales de los años 70 comenzaron a aparecer por millones terminales no inteligentes en bancos, compañías de seguros, fábricas, escuelas y bibliotecas. Los usuarios del terminal tecleaban datos, y algunos pocos afortunados podían incluso imprimir lo que aparecía en la pantalla.

Para finales de 1981, había un millón de terminales tipo IBM 3270 instalados en Estados Unidos, formando así el segmento más importante del mercado de entrada de datos, según un estudio de aquella época realizado por IDC.

La gran promesa de los terminales no inteligentes estaba en que eran prácticamente a prueba de manipulaciones y permitían al departamento de Sistemas de Información el control sobre los datos y los programas. ¿No suena esto algo familiar?

Lo que causó su disminución en importancia fue el desarrollo del microprocesador, mejores unidades de discos, y el deseo de los usuarios de controlar sus propios datos y aplicaciones. IBM entró en el mercado del PC en 1981 y estableció un estándar para el sector. En ese mismo año llegaron dBase II y otras herramientas, de manera que los datos del mainframe podían ya ser transferidos a un PC y ser manipulados por éste.

Según IDC, las ventas mundiales de terminales no inteligentes siguieron aumentando hasta 1984, cuando comenzó a hacerse notar el impacto de los PCs.

La defunción del terminal no inteligente del tipo IBM 3270 quedó sentenciada esencialmente por "Computerworld" en Mayo de 1990.

En realidad, los terminales no inteligentes siguen vendiéndose hoy: IDC predecía unas ventas de 138.000 IBM 3270s para 1996. Sin embargo, la previsión es de cero ventas para el año 2000.

En los años 80 hubo otros productos precursores del ordenador de red, incluyendo el sistema X Windows. X Windows, desarrollado en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) como sistema de ventanas independiente de red para máquinas Unix, mostró algunas buenas promesas al comienzo, antes de tener que enfrentarse a algunos problemas.

Uno de ellos fue la batalla de los interfaces de usuario. Y además, muchos consideraron a X Windows como incómodo y difícil de configurar, un problema heredado del pasado científico y técnico de Unix. Sin embargo, fue la ascensión de Windows de Microsoft lo que finalmente relegó a los terminales X a un status de "nicho".

Fue aproximadamente en 1985 cuando entró en escena otro participante: el PC sin disco, que era un ordenador sin disco pero con un chip de CPU. Con este sistema, los usuarios podían almacenar sus aplicaciones en un servidor central.

Al crear el PC sin disco, los vendedores estaban respondiendo a una necesidad de máquinas que costasen menos que los PCs (un 30% menos) pero que ofrecieran sin embargo alguna funcionalidad, como el proceso de textos.

En aquellos momentos, un prestigioso analista del mercado afirmó que el PC sin disco "era un buen producto intermedio entre un 3270 y un PC de funcionalidad completa".

Entonces, ¿qué fue lo que sucedió? El PC sin disco fracasó entre aquellos usuarios que deseaban ejecutar las aplicaciones de software que prefirieran. Otro obstáculo fue el de las redes de empresa, que no eran ni con mucho tan predominantes como ahora, según IDC. Según esta consultora, los PCs sin disco sólo alcanzaron unas ventas de 102.000 unidades en todo el mundo en su mejor momento, en 1988. Aunque los PCs sin disco siguen estando disponibles actualmente, "nunca llegaron a ser en realidad nada importante", según un analista de IDC.

Evolución

No obstante, algunos afirman que el PC sin disco, aunque ha sido un participante de poca importancia, se está convirtiendo en realidad en el ordenador de red.

Así y según afirman diversos analistas del mercado, que han estado siguiendo los acontecimientos del sector informático durante 30 años, piensan que la regla básica de los ordenadores es que "no se pierda ni se estropee nada", y que el PC seguirá existiendo también durante bastante tiempo.

Para apoyar este punto de vista, mencionan un libro de investigación escrito en 1978, en el que se decía que el proceso distribuido significaría el final de los ordenadores mainframe.

La aparición del ordenador de red en el horizonte desktop fue uno de los temas más candentes del año 1996. Tanto Oracle como Sun Microsystems e IBM presentaron durante los últimos meses del año versiones de este dispositivo de bajo costo para acceso a la red.

Aparte de la publicidad y la propaganda, lo que más interesa a los directores de sistemas de información respecto a los ordenadores de red es la atractiva posibilidad de que pudieran reducir a la mitad el costo de propiedad del PC, que se calcula en aproximadamente 12.000 dólares al año. Los ahorros se producirían en su mayor parte como consecuencia de las ganancias en soporte técnico y administración resultantes de gestionar las aplicaciones en un servidor de red centralizado en lugar de en ordenadores desktop individuales.

Poco entusiasmo

A pesar del atractivo de un menor costo de propiedad, un reciente estudio de "Computerworld" mostró que los directores de Sistemas de Información no se encuentran particularmente entusiasmados en relación con los ordenadores de red.

En el estudio, un 93% de los consultados estuvieron de acuerdo en que controlar los dispositivos de usuario final de la empresa ayudaría al departamento IS a gestionar la red, pero un 80% afirmaron que los ordenadores de red sólo desempeñarían un papel especializado o de "nicho", o no serían tomados en serio. Respecto a sus planes de compra, un 66% no tienen previsto adquirir ordenadores de red en los 12 próximos meses.

Microsoft ha ofrecido también su propia versión de un dispositivo desktop más sencillo. El NetPC está previsto para entrega durante la primera mitad de 1997 por vendedores como Compaq, e incluirá una unidad de discos destinada a ofrecer a los usuarios una mayor libertad para cargar y ejecutar aplicaciones localmente.

Entonces, ¿en qué consiste en realidad el ordenador de red? En esencia, es la tercera ola en

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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