Curando el caos en la ciudad sanitaria
Unidad informática del hospital universitario La Fe de Valencia
Pocos centros sanitarios habrán tenido que entablar tan dura lucha con su atrasada situación informática como La Fe de Valencia. Centro sanitario universitario, cuenta con cuatro hospitales independientes, cinco farmacias y un sin fin de máquinas y aplicaciones que se han ido instalando en los últimos años más por necesidad que por criterios lógicos. El proyecto informático global de la Conselleria de Sanidad y Consumo de la Comunidad Valenciana, la unidad informática de La Fe y varias compañías externas están poniendo remedio al caos informático. Unix, lenguajes 4GL y bases de datos relacionales son las principales curas para uno de los mayores hospitales de esta Comunidad Autónoma.
La Fe es producto de la política de grandes ciudades sanitarias de los 70: 9.000 trabajadores y casi 2.000 camas pueden dar una idea de su magnitud. Construido hace 26 años, dispone de un hospital general, uno infantil, otro centro de rehabilitación y el maternal.
La situación informática de este centro sanitario no es envidiable. Hasta la creación de las unidades informáticas hospitalarias, por cuenta de la Conselleria de Sanidad, no se había racionalizado la mecanización sanitaria. Es decir, hasta 1993. La ausencia de planificación no era única: Ni en este hospital, ni prácticamente en ninguno de la red pública sanitaria valenciana, salvo las actuaciones que podían tener en particular cada gerencia para intentar montar una infraestructura informática que su sucesor podía consolidar o abandonar. Así de tajante es Carmen Ferrer, responsable desde su creación de la unidad de informática del hospital universitario La Fe.
El primer paso de la Conselleria fue crear una comisión en los servicios centrales que intentó empezar a poner orden en la informatización que, de hecho, sí existía en los hospitales, pero dirigida por los propios jefes de servicio, con casas comerciales y sin una planificación estratégica. A mediados del año pasado se crearon las diferentes unidades de informática internas para cada hospital público, una medida todavía no implantada -salvo alguna experiencia en recepción de pacientes- en asistencia primaria. La nueva unidad de La Fe se encontró con servicios no informatizados -la mayoría- y algunos con aplicaciones puntuales conectadas al centro de informática de Servicios Centrales de la Conselleria. Más que nada por la cercanía física al centro. Conexiones asíncronas para los archivos de los cuatro hospitales de La Fe, medicina nuclear, microbiología y radiodiagnóstico infantil. Además de la nómina (que era tratada por la Conselleria) otros servicios estaban mecanizados gracias a Fondos de Investigación Sanitaria (FIS) y otras ayudas. Por ejemplo, los laboratorios, que eligieron la compañía y los sistemas que les parecieron más convenientes. Este sálvese quien pueda, como explica la propia Ferrer, se debió a que existían servicios que no podían gestionar si no era informáticamente.
Pero no hay dos sin tres: la problemática administrativa. Es decir, mientras no existiera la figura de informático adscrito a una categoría de la sanidad pública no se podía contratar a nadie. Algunos centros sanitarios se vieron obligados a contratar a empresas externas hasta que aparecieron las esas unidades. Durante el período 1991-94 La Fe dispuso de dos personas dedicadas a ordenar el caos. Desarrolló aplicaciones en dBase monopuesto para gestionar temas que estaban totalmente abandonados y que tenían importancia para la gerencia. Como las listas de espera.
Planes de actuación autonómicos
En el 93 la Conselleria establece dos planes de actuación: el PIBHOS (Plan de Informatización Básica de Hospitales) y el PIBAP (Plan de Informatización de Asistencia Primaria). El PIBHOS comprendía inicialmente dos aplicaciones básicas: la gestión de pacientes (módulos de admisión, urgencias, consultas externas, quirófanos, etc.) y suministros (algo totalmente abandonado).
El desarrollo de estos proyectos deben cumplir unos requisitos básicos: desarrollo en Unix y lenguaje 4GL con bases de datos relacionales. Actualmente existen varias aplicaciones en TransTOOL y Multibase -la evolución lógica, asegura Ferrer-, en Informix (ambas para aplicaciones departamentales) y en Oracle (para grandes aplicaciones, como la futura nómina).
El primer encargo de la unidad informática de La Fe fue poner en marcha las aplicaciones de pacientes y suministros. Pero también encauzar toda la informática ya existente y asegurar que los nuevos proyectos se atienen a unas mismas pautas generales.
Gran parte de aplicaciones de La Fe corren sobre redes, afortunadamente, la mayoría son Novell, indica. Otra buena porción son diversas aplicaciones monopuesto sobre PC, con diferentes lenguajes de programación y sin ningún tipo de documentación para mantenimiento. En muchos casos tampoco se poseían los programas fuente, lo que obligaba a depender del fabricante del programa para adecuar los programas a las nuevas normativas y necesidades. Y algo mucho peor: desaparecían numerosas pequeñas compañías.
Hoy en día, un servicio hospitalario ya no puede contratar sin la aprobación de la unidad de informática y la dirección del hospital. Las unidades dependen directamente de gerencia o el director médico y pueden decidir las prioridades de los proyectos y normas generales marcados por la Conselleria. En La Fe, por ejemplo, la gerencia decidió que el primer centro que utilizaría la gestión de pacientes sería el hospital general, el de mayores problemas de organización. Sus mil camas -tantas como los otros tres centros juntos- lo justifican.
El desarrollo de las aplicaciones estándar de obligada instalación ha sido realizado, en varios casos, conjuntamente por el área de informática de la Conselleria, las unidades de informática y empresas externas. Es el caso de la aplicación de pacientes, para la que se han desarrollado dos proyectos: uno es el IRIS, en TransTOOLs y reprogramado ahora en Multibase, en el que ha colaborado Hewlett-Packard. El HIGIA ha sido desarrollado junto con IBM en Informix. Las fuentes son propiedad de la Conselleria, pero ello no impide que HP e IBM las comercialicen fuera de la Comunidad Autónoma. El mantenimiento se realiza conjuntamente. Como veremos más tarde, la FE tiene dos admisiones con IRIS (una con HP y otra con equipos de Data General). A parte, los técnicos de la Conselleria de Sanidad desarrollaron completamente la aplicación de suministros REMAS en Multibase.
A parte, la aplicación de gestión de personal PERSA cuenta con dos módulos: la parte centralizada está en Oracle y la distribuida, la de los centros de gestión incluidos en los hospitales, en Clipper sobre red local Novell. Esta última ha sido elaborada por un equipo de distintos hospitales valencianos. Según Carmen Ferrer, la idea general de la Conselleria es ser siempre los propietarios del software que se esté instalando para realizar un mantenimiento relativamente sencillo y con medios propios. Los equipos de desarrollo solamente están formados por informáticos del área de informática de Conselleria más los de los hospitales o atención primaria. Se intenta evitar que las unidades dupliquen el trabajo. Un ejemplo de este riesgo son los diez programas diferentes de personal que corren en varios hospitales. Eso no es aprovechar el trabajo. Se ha de intentar utilizar economías de escala, unificar recursos y que los desarrollos sean para todos, añade.
Los centros sanitarios como La Fe también están obligados a instalar el Sistema de Información y Evaluación Económica (SIEE), creado en Clipper. Recoge los gastos hospitalarios y los clasifica por los diferentes centros (personal, limpieza, teléfono, quirófano, electricidad, etc.). Es una buena forma de saber qué ha sido del dinero. Otro grupo de aplicaciones, no obligatorias pero sí de uso aconsejado, es el de farmacia, ámbito para el que todavía la Consell