Cuestión de confianza

Integración; objetivo permanente

Los directores de Sistemas de Información o “Chief Information Officers (CIO)” que dirigen enormes, ambiciosos y a veces intimidantes proyectos de integración, deben ser personas capaces de “tomar las riendas”, con gran experiencia en gestión y en tecnología y dispuestas a asumir riesgos, conociendo en cambio cuando hay que dejar de avanzar con rapidez. También deben conocer a fondo la empresa, con el fin de poder ganarse la confianza de todos los participantes.

Lo primero a considerar en un proyecto de integración es la posible perturbación a la actividad comercial de la empresa. Es más arriesgado integrar funciones de negocio internas, porque la integración entre estas áreas podría afectar al rendimiento de la empresa, ya que la Tecnología de la Información ha sido optimizada para esa actividad específica. A la hora de desarrollar un proyecto de integración, los CIOs tienen que enfrentarse a lo que la consultora Illuminata llama “Un valor clave de la Tecnología de la Información que ha existido durante décadas y seguirá existiendo durante al menos otros 20 a 30 años: la interoperabilidad y la integración.”
Según Illuminata, hay muchos motivos detrás de los proyectos de integración: fusiones y adquisiciones de empresas, un realineamiento de las responsabilidades y el cambio tecnológico, por nombrar sólo unos pocos. Pero el motivo principal es que el verdadero valor comercial consiste en tener sistemas que trabajen bien y concertadamente entre sí.

Agrupándolo todo
Eliminar redundancia en las operaciones de TI es uno de los conceptos básicos que respaldan un buen número de proyectos de integración. Muchas veces es necesaria una integración para obtener las sinergias necesarias y aprovechar las economías de escala. Aunque es importante sentirse confortable al discutir todos los niveles de los cambios tecnológicos durante una integración, los directores de TI deberán concentrar la atención en los usuarios comerciales durante estos proyectos, porque no sólo cambia la tecnología, sino también los procesos comerciales. Durante cualquier cambio a una aplicación, es recomendable tener expertos en el tema en cuestión junto con el personal de TI, para resolver cualquier problema de los usuarios finales incluso después que éstos hayan recibido una amplia formación. El trabajo del CIO consiste en mejorar los procesos al mismo tiempo que se actualiza la tecnología.

Objetivos comerciales
Incluso sin las obvias advertencias resultantes de una fusión, los directores comerciales demandan con frecuencia que la organización de TI inicie un proyecto de integración. Sin embargo, incluso con la aceptación entusiasta por parte de todos los departamentos y de la Dirección superior, no se puede asumir que se sabe exactamente lo que desean las personas, ni que una mejora específica será considerada adecuada. Por ejemplo, los vendedores desearán informes diseñados para ilustrar y explicar información regional o incluso específica de clientes, mientras que los directores de venta internos querrán informes diseñados para contener más información acumulativa. La organización de TI sólo puede hacer cosas hasta un cierto límite, especialmente al comienzo de un proyecto de integración, así que hay que estar preparado para decepcionar a algunos; nunca es posible satisfacer a todo el mundo.
Aunque mejorar el negocio mediante el uso adecuado de las Tecnologías de la Información es el denominador común de cualquier proyecto de integración, hay que tener cuidado de no forzar las cosas más allá de lo que la empresa puede manejar. Mostrarse sensible respecto a la capacidad de una compañía para absorber el cambio puede convertir al responsable de TI en un líder más creíble, y, durante un proyecto de integración, la confianza comienza por el CIO.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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