CSEI quiebra con un pasivo de 2.000 millones de pesetas

No pudimos aguantar, afirma Eduard Sans, ex-presidente de la firma

Crecimos demasiado rápido, lo cual comportó un riesgo de impagados, devoluciones y gastos. Ahora tenemos más experiencia. Con esta lacónica frase, el que era presidente de Comercial de Sistemas Electrónicos Ibérica,SA (CSEI), Eduard Sans Miret, y uno de los administradores de la empresa, junto a Ramón Solé Gené, explicó a COMPUTERWORLD uno de los principales motivos por los cuales la que fue una de las primeras compañías de distribución informática del país ha presentado quiebra voluntaria. IDG ya publicó en primicia, en el Diario Informático del pasado 11 de marzo, un avance de la noticia. CSEI presentó el pasado 4 de febrero quiebra voluntaria en los juzgados de Primera Instancia de l'Hospitalet. En principio, el pasivo asciende a 2.000 millones de pesetas y el activo a 1.000 millones. Los acreedores van desde el Banco Central Hispano a compañías del sector informático. La medida ha dejado sin trabajo a 43 empleados, que todavía deben cobrar sueldos y atrasos.

La falta de tesorería para adquirir equipos informáticos con que cubrir la demanda, junto a los elevados costes de personal, el crecimiento alegre y la devaluación de la peseta son las razones aducidas por Sans para haber llegado a la quiebra. Pero también la no concesión de un crédito de 200 millones de pesetas, presuntamente del Banco Central Hispano, y la enfermedad que Sans padeció durante un año y medio: Quizá debería haber delegado la responsabilidad. El edificio de CSEI también se encuentra hipotecado por C.Itoh, el Banco Central Hispano y Kenwood. En el ejercicio del 92 las ventas se redujeron un 12 por ciento, hasta los 4.900 millones de pesetas, con unas pérdidas de 200 millones; en cambio, el año anterior había obtenido unos 170 millones de beneficio. Durante el 93 la caída de las ventas fue más pronunciada: El problema no era por las ventas. Había pedidos pero no se podían servir. No podíamos comprar por culpa de la falta de tesorería. A finales del verano del 92 los márgenes también cayeron del 20-25% al 10-12%. Durante el 93 las ventas fueron reduciéndose de forma espectacular. Así, de los 400 millones al mes se pasó a sólo 100 millones. Los empleados de la empresa llegaron a un acuerdo para cobrar parte de sueldos y pagas atrasadas, que ascienden a varias decenas de millones de pesetas, a través de la cesión de créditos a clientes y el stock existente en la empresa.

Según Eduard Sans, tanto él como Ramón Solé renunciaron al cargo de administrador el pasado mes de diciembre. Paralelamente, continúan como accionistas de la empresa Kamarex. Durante la preparación de los JJOO de Barcelona esta compañía cedió el espacio para que CSEI montara los terminales de información de Rank Xerox para el COOB'92.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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