Crisis y cosas
Los orientales ven las dificultades como una oportunidad de mejora. Y muchas empresas occidentales, también. El premio, por tamaño y visibilidad en el sector de las TIC, se lo lleva IBM, que pese a una reducción de sus ventas del 9,7% en el primer semestre de 2009, ha aumentado los resultados un 6,2%, respecto al mismo periodo de 2008. Enhorabuena. Este tipo de resultados no es un caso aislado, aunque sí ejemplar. Es fruto de una cuidadosa planificación y ejecución. Reducir costes es la asignatura obligatoria para el curso empresarial que comienza este otoño, ahora que recibimos señales de que estamos tocando fondo e incluso empezando a remontar. Pero será un proceso largo y habrá que afinar en los ajustes necesarios para poder convivir con un nivel de ventas inferior al de 2007 y simultáneamente obtener resultados positivos crecientes a partir de ahora. La venta por SAP a T-Systems de su negocio europeo de servicios de hosting y SaaS es otro ejemplo de foco. El software como servicio sigue sin dar los resultados que se llevan esperando desde hace diez años. Y estos llegarán, sin duda, como pasó con el negocio de outsourcing, pero en tiempos de crisis, es mejor concentrarse en lo más rentable. Y para las firmas tradicionales de software, bendita sea la venta de licencias. La crisis ha traído no sólo un ajuste de costes y de optimización de estructuras, sino también un afán por conseguir facturar por donde sea. Incluso en los mares de gratuidad de la Web a que estamos acostumbrados. Google prepara una plataforma para dar contenidos de pago (Fast Flip) persiguiendo reproducir el éxito conseguido por Amazon y por iTunes/Appstore de Apple. Twiter modifica condiciones de uso para acoger publicidad. The Economist dice que dejará de ofrecer en su web noticias gratuitas. Llegan los micropagos y la expansión del “abierto, pero no gratis” (open, but not free) que dará mucho que hablar.
