Consolidar para aumentar el rendimiento y reducir el coste
Con el fin de optimizar la inversión que realizan las empresas y conseguir un máximo aprovechamiento de los recursos, las organizaciones pueden elegir el camino de la consolidación, un proceso que permite conseguir una infraestructura tecnológica más simple, logrando mayores niveles de eficiencia. La consolidación es el primer paso para alcanzar una infraestructura de disponibilidad total, una reducción del TCO, simplificar la gestión, mejorar la eficiencia de las operaciones y obtener un incremento tangible del ROI. Para que el proceso de consolidación se realice de manera eficaz, es necesario evaluar primero la infraestructura tecnológica que cada empresa posee en la actualidad y, a partir de ella, definir la estrategia más conveniente en la combinación de servidores y almacenamiento. En el área de los servidores, la consolidación ofrece como ventajas la mejora en la gestión de las cargas de trabajo, una mayor eficiencia y la reducción en el número de equipos necesarios. La tecnología de particiones de hardware, software y recursos del sistema es el elemento clave para una correcta gestión de las soluciones consolidadas. Por otra parte, la consolidación del almacenamiento permite diseñar una correcta política de backup y recuperación, una mejor asignación de recursos, la planificación de las necesidades reales de almacenamiento, la mejora del rendimiento y una gestión centralizada.
Normalmente, la consolidación de ambos tipos de equipamientos se realiza de manera combinada. Una de las opciones de consolidación de servidores y almacenamiento más recomendable se basa en las denominadas soluciones SAN (Storage Area Network). Una SAN es una red de almacenamiento dedicada que conecta múltiples servidores de diferentes fabricantes y sistemas operativos a múltiples sistemas de almacenamiento, de forma que permite la gestión centralizada para compartir los recursos de almacenamiento.
El desafío técnico que deben afrontar las empresas que desean implantar un sistema SAN pasa por realizar una migración adecuada desde los sistemas clásicos, utilizando soluciones flexibles que se adapten a las necesidades futuras a medida que vayan apareciendo. Las infraestructuras SAN son ideales para entornos que quieren consolidar sus soluciones de almacenamiento para conseguir una plena integración de los sistemas de backup y recuperación de datos, aumentando la tolerancia frente a desastres. Las redes SAN funcionan de forma independiente respecto a la red local gracias a su escalabilidad y rendimiento, de forma que la mayoría de actividades de almacenamiento que realizan no afectan a la red de área local (LAN). Esta característica permite aumentar el rendimiento de las aplicaciones de misión crítica instaladas en la infraestructura SAN, pues proporciona un acceso más rápido, fiable, global y flexible a la información almacenada. Además, permite proteger las inversiones en tecnología realizadas por los usuarios, pues su diseño modular permite integrarla con dispositivos ya existentes.
Las empresas que pueden obtener los mayores beneficios de la implantación de una infraestructura de almacenamiento SAN son las que han realizado un proceso de fusión o integración de varias compañías, aquéllas que afrontan altos costes de gestión al contar con gran número de servidores y sistemas de almacenamiento, o bien las que se ven obligadas a afrontar un cambio de equipos por haberse quedado obsoletos. No obstante, las tecnologías SAN también están comenzando a convertirse en una alternativa asequible y flexible para pymes que empiezan a ver crecer sus necesidades en protección y almacenamiento de datos, aportando mayor fiabilidad y rendimiento que las soluciones tradicionales.
Carlos Preciado, director de la división de Soluciones de Almacenamiento de HP España