Consejos prácticos
La virtualización se recomienda y justifica, en muchas ocasiones, como solución apta para ahorrar costes, puesto que se usarán menos equipos. Sin embargo, para que las estimaciones se conviertan en realidad, habrá que tener en cuenta, también, los ahorros de energía –eléctrica y aire acondicionado–, así como el espacio en el CPD, incluyendo los beneficios sociales y ecológicos añadidos. Porque la virtualización, sin más, suele plantearse como la sustitución de un hardware, que cada vez es más barato y abierto, por un software, que actualmente es caro y propietario. Convendría, por lo tanto, esperar unos años hasta que se establezcan estándares abiertos de este software ya que, a los fabricantes –por su pugna competitiva– les podría interesar ofrecer esa opción como una facilidad más de los sistemas operativos y sin coste adicional.
Respecto a SOA, el CIO aprecia que es una idea similar a la que anteriormente se le presentó como programación orientada a objetos, modelos de aprovechamiento de software o middleware de integración. La diferencia esencial es que hoy, gracias a los nuevos programas de desarrollo, las arquitecturas de sistemas en tres capas y sobre todo la explosión de Internet, es más sencillo de abordar. Hace unos años era imposible en la práctica pero, actualmente, ya es posible, aunque no fácil. Es imprescindible mucho trabajo de organización y disciplina para abordar un enfoque SOA, pero las ventajas son importantes. En las organizaciones con una base tecnológica grande les va a resultar difícil. En cambio, los nuevos sistemas o las compañías que empiezan ahora, lo van a poder aprovechar en toda su amplitud.