Consejo Superior de Informática
El PSOE ha proporcionado al Gobierno una magnífica ocasión para que ponga al día algunos de sus deberes referentes a las Tecnologías de la Información. Partiendo de la proposición no de ley presentada por el Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados respecto al efecto 2.000 -emplazando al equipo gobernante a entregar, en el plazo de dos meses, un informe detallado sobre la problemática que creará en los diferentes ministerios y empresas públicas, incluyendo evaluación de costes de adaptación o reforma de los sistemas actuales- podrían activarse los mecanismos para que el máximo órgano para la preparación, elaboración, desarrollo y aplicación de la política informática del Gobierno, el Consejo Superior de Informática, se reuna en Pleno casi con urgencia.
A pesar de ello, el Consejo Superior de Informática(CSI) no celebró Plenos durante 1996, y tampoco se vislumbran atisbos de que pudieran convocarse de forma inmediata. Como tiempo han tenido de sobra para llevar a cabo por lo menos uno, con el fin de que se conocieran todos sus miembros, los hechos inducen a pensar que, descartada esta imaginable conveniencia, no se han encontrado causas ni descubierto motivos para que se produjera la reunión. Resulta preocupante que no se haya sentido necesidad de acudir a órgano tan relevante como el CSI, para abordar algunos de los asuntos dominantes en el sector, y analizar su posible implicación en el ámbito de la Administración. Temas de la importancia del efecto 2.000, el Euro, y las Comunicaciones, por ejemplo, requieren tomar partido y definir normativas sin dilación, porque sería muy costoso recuperar el tiempo perdido, si las decisiones se toman demasiado tarde.
En un sector como el nuestro, donde las tecnologías proliferan y se cambian con inusitada celeridad, la postura del CSI en sus funciones, al no reunirse con la periodicidad exigible, provoca una lista de espera de asuntos con gran peso específico, que demandan urgente atención, tratamiento, y resolución. Entre ellos no debería faltar la celebración, en 1997, de las V Jornadas sobre Tecnologías de la Información para la Modernización de las Administraciones Públicas (TECNIMAP), cuyo desarrollo tendría que tener lugar durante el mes de mayo del presente año, en la ciudad de Salamanca. Todavía se está a tiempo de no desperdiciar la gran oportunidad de organizar este gran foro de concurrencias, TECNIMAP, antes de que concluya 1997. El mes de octubre podría reunir las mejores opciones. Habrá que apelar al buen sentido profesional, para que los componentes del CSI reaccionen, se reunan y, marcando inevitables prioridades, resuelvan asuntos de candente actualidad. El tiempo es oro.
