Compras a través del Catálogo

De acuerdo con lo especificado en la modificación del texto refundido de la Ley de Contratos de las Administraciones Públicas, aprobado por Real Decreto Legislativo 2/2000 de 16 de junio –disposición final cuarta, de la Ley de Presupuestos para 2007– no se podrán hacer contrataciones a través del Catálogo de la Subdirección General de Compras, de la Dirección General del Patrimonio del Estado, por importe superior a 159.191,44 euros, incluido IVA. Esto significa que, para los gestores informáticos de las Administraciones Públicas, se cercena el principal valor –sin duda alguna el más importante– de las adquisiciones por medio del Catálogo: La gran agilización de los trámites de contratación. Por supuesto, para las contrataciones que superen la cantidad indicada ya que, en cifras inferiores, continuarán de la misma forma que se venían realizando. En contrataciones con importes superiores al fijado, al tener que acudir al concurso público, los tiempos de todo el proceso de contratación podría estar en torno a los seis meses. Lo cual obliga a todos los gestores TIC a pergeñar su programa de contrataciones en los primeros meses del año, para no padecer problemas de tiempo en su desarrollo. Es el auténtico escollo para los gestores, el tiempo, por cuanto que, en referencia a los precios, pueden conseguirlos incluso más bajos fuera de Catálogo o, como venían haciendo hasta ahora, seleccionando a algunas compañías que estaban en el Catálogo –por la rapidez– para que confrontaran ofertas con precios inferiores. Ahora bien, si quieren continuar aplicando esta fórmula, obviando el lento y tedioso concurso público, los gestores podrían fraccionar el importe de un proyecto de contratación en el número de partes necesarias para que, estando por debajo de la cifra barrera, pasen todas por el Catálogo.
Por lo que se refiere a los proveedores de nuestro sector, la medida tendrá que ser muy bien recibida por parte de aquellos que, por unos u otros motivos, no tenían la oportunidad de figurar en el Catálogo. A partir de ahora, al poderse abrir considerablemente el abanico de concursos públicos, todas las compañías dispondrán de opciones para poder competir en igualdad de condiciones. Que es, precisamente, lo que deseaban las no catalogadas, y estaban esperando oportunidades como ésta.