¿Competirá WiMAx con la telefonía móvil?

Su despegue definitivo vendrá de la mano de la reducción de costes

Probablemente uno de los temas relacionados con la tecnología inalámbrica que despierte mayor confusión es WiMax. No ayuda el hecho de que haya en realidad dos especificaciones WiMax (una de las cuales ni siquiera existe todavía), o que el mismo nombre –WiMax– implique una relación con ese otro “Wi” que ni siquiera está ahí.

Generalmente, organizamos las tecnologías inalámbricas según su rango, la distancia efectiva que dicha tecnología cubre según su diseño, una vez que uno decide implantarla. Este es el parámetro más importante en diseño por radio: el rango determina muchos elementos clave de un determinado producto, incluyendo su tamaño físico, el consumo de energía, el coste y el tipo de antena que necesita. Menos rango implica también una duración de la batería más corta, más barata y mejor. También implica que podemos reutilizar las frecuencias involucradas para alcanzar una distancia un poco mayor, haciendo el mejor uso posible de ese escaso recurso que es el espectro electromagnético.
WiMax se clasifica como una red inalámbrica metropolitana, o WMAN, lo que quiere decir que está diseñada para cubrir un área relativamente grande. Hay dos tipos de WiMax. La primera está diseñada para aplicaciones fijas, como uno puede encontrarse en las instalaciones de acceso a Internet. Esta es la especificación WiMax actual y está basada en el estándar IEEE 802.16-2004, que compite con los módems por cable y xDSL para aplicaciones residenciales y de acceso a empresas.
Por lo tanto, WiMax es realmente una estandarización de una de las ramas más viejas de la topología inalámbrica, definida como punto a punto o punto a multipunto. Sistemas así son particularmente útiles en economías emergentes y áreas rurales donde no existe competencia en los servicios de cable. Con un precio adecuado, dichos sistemas también podrían competir directamente con las tecnologías de cable, y de hecho, es lo que hacen muchos ISPs inalámbricos. Puesto que la mayoría de los costes de las redes de cable están en la última milla, preveo que a este tipo de WiMax le va a ir realmente bien, pero la competencia de las soluciones propietarias continuará ahí. Sólo hemos visto los primeros productos WiMax fijos en el mercado.
Los sistemas móviles son mucho más difíciles de crear que los sistemas fijos por una variedad de razones. De entrada, aunque convendría mantener el número de estaciones base en el mínimo porque son caras, la naturaleza de una determinada conexión de radio puede variar conforme se mueve el receptor. En concreto, la debilitación de la señal es muy importante, y a veces, la señal puede debilitarse tanto que no se pueda mantener una conexión.
Las comparaciones con la tecnología celular son bastante relevantes en este caso, pues los retos a los que se enfrentan un móvil y una WiMax móvil son casi idénticos. Y ahí reside el reto más grande: ¿puede la tecnología WiMax móvil competir realmente con la celular? Los servicios de banda ancha inalámbricos para móviles como 1xEV-DO y HSDPA, acabarán ofreciendo servicios de datos de multimegabit, exactamente el objetivo de la WiMax móvil. Mucha gente piensa en WiMax como una “Wi-Fi más potente” e incluso especulan con que WiMax acabe remplazando a Wi-Fi con el paso del tiempo. Ambas sugerencias están fuera de los límites de la realidad. Wi-Fi es una LAN inalámbrica que está cerca de convertirse en algo universal. Nada puede parar Wi-Fi y será un reto para Wi-Max en aplicaciones de ámbito metropolitano.
En cualquier caso, y lo que es más importante, Wi-Fi es una tecnología de corto alcance, con un rango de quizás unos doscientos metros en las circunstancias más apropiadas. WiMax se ha diseñado para cubrir áreas mayores, de kilómetros. En último término, la combinación de grande y pequeño parece la mejor solución para el problema de cobertura y capacidad. Pero no creo que la combinación de Wi-Max y Wi-Fi acabe funcionando; el móvil está bien establecido en el ámbito de áreas grandes y WiMax lo tendrá difícil para penetrar en él.
No creo que vayamos a ver WiMax móvil hasta el año que viene, pero seguiremos de cerca los desarrollos en este mercado durante 2006.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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