Comparex-HDS.

Por fin se ha solucionado la anómala situación que estaban protagonizando dos compañías como Comparex e Hitachi Data Systems (HDS), vendiendo los mismos productos bajo logotipos diferentes. El nuevo acuerdo que acaban de firmar, además de clarificador, facilitará la operatividad y llenará de coherencia una situación donde la alternancia de luces y sombras sin solución de continuidad en nada beneficiaba a las partes, cuyo foco de atención debería ser exclusivamente, la captación de clientes y el incremento en la facturación. Se ha tardado demasiado tiempo en arribar al umbral de la eficacia, y no debe resultar fácilmente justificable el motivo de la demora. El culebrón ha sido seguido y participado, con ansiedad, interés o simple curiosidad -según la ubicación de las personas- tanto por las plantillas de las empresas afectadas, como por la competencia, los usuarios reales y potenciales, y los profesionales del sector. Y gran parte de la culpa de la ceremonia de la confusión hay que atribuirsela a comentarios provenientes de altos directivos de las casas matrices de una y otra compañía en los que exponían, confidencial y objetivamente -según su criterio- cual era el pulso del proceso hacia un nuevo acuerdo o de la continuidad, en ese momento. La incertidumbre sobre el modelo de acuerdo, incluyendo la incógnita de cual de las dos empresas se erigiría como dominadora y gestora del cambio, se ha mantenido hasta el final. Quienes defendían las ventajas de trabajar con marchamo europeísta, se decantaban por Comparex. Los que preconizaban que el mayor grado de transparencia y confianza se lograría utilizando el nombre del fabricante, se inclinaban por Hitachi Data Systems. Ambas opciones eran arropadas con profusión y riqueza de argumentos por los integrantes de una y otra plantilla. Al final, ha prevalecido un acuerdo pragmático, y la decisión salomónica adoptada parece la más conveniente.

La mayoría de los profesionales de las dos partes implicadas pensaban que la reorganización se llevaría a cabo mediante la unión de Comparex e Hitachi Data Systems, residiendo la duda, únicamente, en el nombre que permanecería. Al hacer la distribución de responsabilidad geográfica en base, esencialmente, a la estructura de empresa más potente y preeminente, la menos fuerte o peor dotada queda excluida automáticamente. ¿Tan drástica es la terapia empleada? La norma es la norma y a ella habrá que atenerse pero, no obstante, imaginamos que en la parcela de poder adjudicada a cada filial, se podrán tomar las medidas que crean oportunas.

En el caso de España, por ejemplo, siguiendo las directrices marcadas, la plantilla de Hitachi Data Systems queda totalmente descartada de una posible solución negociada entre ambas empresas. Los profesionales de HDS permanecerán trabajando durante los meses precisos para realizar las funciones de tránsito y posteriormente quedarán a la espera de la percepción de las correspondientes indemnizaciones. ¿Todos al paro?. Cabe suponer que, de momento, Comparex no decidirá incorporaciones procedentes de la plantilla de HDS. Se tomará el tiempo necesario para estudiar la problemática surgida y comprobará si es capaz de asumir, con sus actuales recursos humanos, las nuevas responsabilidades. Entre ellas, quizá la más delicada, el trato con clientes que, en su día, eligieron la opción de Hitachi Data Systems. Entonces, sólo entonces, es posible que trate de fichar a aquellas personas que estime que le puedan resultar rentables.

Los usuarios de HDS en nuestro país no tienen por qué estar preocupados con la nueva situación. Pueden echar de menos, inicialmente, el trato deferente y amigable de unos profesionales que nunca les defraudaron. La confianza no se promete, se gana con el paso del tiempo. Comparex, que desea y puede conquistar este factor tan decisivo, hará lo indecible, porque le interesa, para que el usuario se sienta en familia.

Con el anterior planteamiento, Comparex y HDS caminaban cada una por su lado, y la competencia, basándose en el divide y vencerás, podía montar versiones interesadas ante compradores, para intentar neutralizar a una u otra indistintamente. Con el nuevo acuerdo, la mayor parte de los argumentos tendenciosos han quedado descafeinados. Comparex España tiene la palabra.

Viñeta publicada el 20 de febrero de 1870 en La Flaca n.º 35 Tendencias

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